Las lenguas cooficiales podrán hablarse en el Congreso desde el próximo martes
Los diputados tendrán sistemas de traducción similares a los que ya funcionan en el Senado desde hace años
Los diputados podrán hablar en lenguas cooficiales en el Congreso a partir del próximo martes, 19 de septiembre. Para ello tendrán sistemas de traducción similares a los que ya funcionan en el Senado desde hace años. El Hemiciclo consigue así que la medida entre en vigor antes del debate de investidura del 26 y 27 de septiembre.
La Mesa del Congreso acaba de calificar la propuesta de modificación del Reglamento presentada por una mayoría de grupos parlamentarios. La presidenta, Francina Armengol, comunicará mañana a la Junta de Portavoces que los plenos de debate de esta reforma, que recogerá expresamente el derecho a usar las lenguas cooficiales contempladas por los Estatutos, se celebren los próximos 19 y 21 de septiembre.
Una vez confirmada la voluntad de los grupos para implantar de las lenguas cooficiales -vasco, catalán y gallego- en el Congreso, la Mesa ha acordado que se puedan usar ya desde el pleno del 19, cumpliendo así con el compromiso de que toda la ciudadanía pueda verse mejor representada en la Cámara Baja. En el caso de otras lenguas que son cooficiales en sus respectivas regiones -caso del aranés, bable y aragonés-, se permitirán su uso, pero los diputados que las utilicen se tendrán que autotraducir, según fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE.
Pinganillos
El Senado no cuenta con una plantilla propia de intérpretes, sino que dispone de una bolsa de una veintena especialistas a los que llama cuando se los necesita para los plenos; son siete los que hacen falta para cada sesión, y trabajan desde unas cabinas situadas en la Sala Europa, ubicada bajo el hemiciclo principal del Senado.
Sus palabras llegan a los senadores que estén en el hemiciclo a través de los famosos pinganillos, auriculares que se conectan en cada escaño pero que se utilizan muy poco. Fuentes del Senado apuntan que muchas veces solo los emplean los portavoces de los grupos que van a replicar al orador que está exponiendo en su propia lengua su posición sobre la moción debatida.
Eso sí, en los despachos y cabinas de prensa la versión traducida puede seguirse fácilmente por un canal diferente al que emite la señal original. Cuando en 2011 se organizó todo el dispositivo para extender al pleno el empleo del catalán, el valenciano, el euskera y el gallego, la institución adquirió un lote de 400 auriculares o pinganillos, por poco más de 4.500 euros.