Un sector de CCOO se abre a repetir elecciones para evitar un gobierno débil
En CCOO creen que Sánchez buscará un encaje con los ‘indepes’, pero aconsejan prepararse para cualquier escenario
Un sector de Comisiones Obreras, el sindicato considerado casi orgánico de Sumar, el partido instrumental que lidera Yolanda Díaz, se abre por primera vez a considerar hasta conveniente un escenario de repetición electoral. Se trata solo de un sector de dicho sindicato, que lidera Unai Sordo, según ha podido saber este diario. Pero revela un debate interno existente en el principal sindicato y que choca, en cambio, con el apoyo sin fisuras de UGT respecto a un pacto de investidura con los independentistas a cualquier precio.
Fuentes conocedoras de la posición de este segmento sindical se limitan a comentar que una parte de CCOO quiere evitar un gobierno débil, con una legislatura a merced de los independentistas y sus exigencias. No se trata de una cuestión política, más bien de conveniencia en el actual escenario electoral. Este segmento cree que, si bien es cierto que de repetirse los comicios es plausible concluir que el Partido Popular recupere votos de Vox por la dinámica de segunda vuelta, no se puede excluir que la izquierda también pueda reforzarse.
Esto es, por lo menos, lo que cree un sector de Comisiones Obreras activo en Madrid y que se diferencia de la posición de UGT, que, en cambio, se aferra a la repetición del actual gobierno como un clavo ardiendo. Las fuentes consultadas sostienen, por ejemplo, que mientras Pepe Álvarez, líder de la UGT, está tomando una posición pública contundente a favor de la repetición del ejecutivo cueste lo que cueste, Unai Sordo, el principal dirigente de CCOO, está manteniendo una posición algo más tibia y silente.
Contactos con el PP
La clave para las fuentes consultadas atañe a la idea de que Sánchez ha salido reforzado de los comicios del 23 de julio, y que en una segunda vuelta podría alcanzar aquellos escaños suficientes para no depender de manera tan desequilibrada de los nacionalistas. UGT y CCOO comparten el mismo miedo a un gobierno de corte derechista, pero sobre la capacidad del PSOE de mejorar sus resultado, y sobre todo, ante el peligro de un gobierno de tan solo dos años y sin capacidad de maniobra político-económica, los de Sordo aparecen algo más atrevidos a la hora de plantear escenarios alternativos.
En los equilibrios actuales, otras fuentes de Comisiones Obreras coinciden en que será difícil superar los dos años de legislatura. Y según afirman miembros del sindicato, ya se habría puesto en «contacto» con referentes del Partido Popular para intentar asegurarse que de descarrilar la investidura de Sánchez y producirse un cambio de Gobierno, se mantenga fiel a los «compromisos en materia de pensiones, reforma laboral y revalorización de las subidas anuales del SMI».
Las voces que circulan en este sentido en Comisiones Obreras coinciden con otras que se están oyendo en el PSOE, que adelantó este diario. Aunque Sánchez está jugando la carta del silencio, es decir, dejar que Alberto Núñez Feijóo acuda a la investidura a finales de este mes y fracase, para después proponerse como candidato alternativo, en el PSOE van in crescendo los comentarios que califican de «difícil» el encaje con los nacionalistas. Y algunos también en Sumar avisan del efecto dominó entre los independentistas para evitar que Junts capitalice toda la negociación. A día de hoy, admiten algunos en este segmento político, es «difícil» la constitución del gobierno.
Miedo al ‘efecto dominó’
Sánchez, más allá de los rumores internos en su partido, sigue pujando para llegar a un acuerdo con los independentistas que incluya una amnistía a los encausados del procés independentista catalán. Pero difiere de los independentistas, y concretamente de Carles Puigdemont, en cuanto al encaje temporal de dicha medida. Así lo revelan fuentes internas del PSOE. Y es cierto que Yolanda Díaz viajó a Bruselas justamente para insistir en este punto ante Puigdemont.
El líder independentista exige -al menos de momento- activar la primera votación parlamentaria antes de la investidura. En un primer momento, fuentes socialistas en el Congreso aseguraron la viabilidad de esa opción, con una lectura exprés en la Cámara baja. Pero ahora la Moncloa parece enfriar esa idea. Y en Comisiones Obreras creen que Sánchez buscará hasta el último minuto un encaje con los nacionalistas. Pero aconsejan a la vez prepararse para cualquier escenario.
En este sentido, vaticinan unos meses de campaña electoral anticipada, es decir, una mezcla de negociaciones para la investidura y de precampaña electoral ante la preocupación a que todo descarrile y el país se vea obligado a volver a votar. Este es, por cierto, el escenario que más preocupa a Yolanda Díaz, porque sabe que se reabriría el conflicto interno con Podemos. Y en su sindicato de referencia algunos ya se abren a valorar como necesaria una repetición electoral. Saben que conlleva ciertos riesgos, pero que de salir bien la operación, eso garantizaría cuatro años de gobierno estable para Sánchez y sus socios.