Un activista LGTBI denuncia a Lucía Etxebarria por llamarle «hombre» pese a percibirse mujer
Marcos Ventura, excargo de las Juventudes Socialistas, exige 11.000 euros de indemnización a la escritora feminista
Marcos Ventura Armas, exsecretario para Iberoamérica de las Juventudes Socialistas y funcionario del Gobierno de Canarias, ha denunciado a la escritora feminista Lucía Etxebarria por haber insinuado en su cuenta de Twitter -ahora X- que se trata de un hombre. Pese a su apariencia física, y pese a haber nacido biológicamente varón, asegura que se trata de «una persona trans no binaria que emplea los pronombres y el género gramatical femeninos para referirse a sí misma». Así figura en la demanda, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Esta se fundamenta en un supuesto delito contra el derecho a la dignidad, a la igualdad de trato y a la no discriminación contra Lucía Etxebarria por una serie de tuits en los que desliza la posibilidad de que Marcos Ventura sea un «hombre». Uno de los mensajes adjuntos en la demanda es uno en el que la feminista pregunta a sus seguidores: «¿Cuántas veis aquí una mujer?».
«La demandante», sin ofrecer posibilidad de acto de conciliación, solicita 11.000 euros en daños por haber estado «sujeta a acoso y escarnio públicos, insultos múltiples y numerosos comentarios ofensivos derivados de la exposición pública y la diana que la demandada puso» en ella, al «exponerla a sus cientos de miles de seguidores». Tiene 127.000 en la actualidad, pero los mensajes datan de 2020.
En este sentido, «la demandante», que ha cerrado su cuenta de X al público, dice que trató de «minimizar» el acoso no respondiendo a las alusiones. Se limitó a escribir el siguiente mensaje: «Hoy se ha vertido información falsa sobre mí en Twitter, y estoy estudiando las acciones legales oportunas, pero con lo que me quedo es que estoy abrumada por todas las muestras de apoyo, público y privadas. Gracias, demostraremos que la sororidad es más fuerte que el odio».
«Disforia de género»
En la demanda, el abogado Saúl Castro admite que su cliente tiene diagnosticada disforia de género. De hecho, adjunta la copia de un informe médico de intervención de urgencia emitido el 29 de octubre de 2021, donde se enumera, entre los antecedentes clínicos de «la demandante», «el diagnóstico de disforia de género». Pese a esto, el letrado resalta: «En relación con su identidad de género -y a pesar de que esta parte entiende, de conformidad con los estándares de derechos humanos, que esta identidad no es una patología ni ha de ser patologizada- mi representante lleva diagnosticada muchos años con disforia de género».
Este medio se ha puesto en contacto con la demandada, que ha confirmado la veracidad de lo expuesto. «He recibido esta demanda», ha asegurado Etxebarria, que ha proseguido: «La persona que me ha denunciado ha encadenado varios cargos públicos y se define a sí misma como activista por la visibilidad LGTBI. Por tanto, tengo derecho a opinar sobre la causa que él promociona en el ejercicio de mi libertad de expresión». «Confío en el sistema judicial», ha zanjado esta feminista, que ha adelantado que acudirá al juicio, aunque para ello tendrá que trasladarse desde Madrid a Las Palmas ex profeso.
Excargo del PSOE
Marcos Ventura Armas militó durante diez años en el PSOE, partido en cuyas juventudes ostentó diversos cargos, tales como secretario de Política Institucional y secretario de Ideas y Programas de JSGC o secretario para Iberoamérica. Sin embargo, actualmente se define com0 «activista política y por los derechos de las personas LGTBI». En este sentido, participó en grupos de trabajo de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales e Intersexuales (FELGBTI), pero «gratuitamente», según figura en la demanda.
También ha concedido varias entrevistas, pero, pese a esto, «la demandante» considera que «no es una persona famosa, relevante y que, por su activismo, sea conocida ampliamente por la sociedad y el público general español».
Aunque esta denuncia no se ha fundamentado en la ley trans de Irene Montero, cabe recordar que esta recoge multas de entre 200 y 2.000 euros para quienes no se refieran a una persona con arreglo a su identidad sentida. Esto significa que, en lo sucesivo, este tipo de demandas podrían ser recurrentes.
Otras demandas similares
Este caso recuerda a otros que afectaron a feministas críticas con el transgenerismo, como Carola López Moya o Lidia Falcón. Contra la primera se presentó una demanda que exigía su inhabilitación como psicóloga clínica y una multa de 120.000 euros por «promover terapias de conversión» para las personas trans. Todo por afirmar en redes sociales que «las mujeres trans son varones» y que «las cirugías de reasignación de sexo son un negocio que se lucra del malestar que produce el género». La denuncia fue finalmente archivada.
La histórica presidenta del Partido Feminista, por otro lado, ha recibido numerosas denuncias por supuestos delitos de odio interpuestas desde colectivos transexuales, e incluso de la Generalitat de Cataluña, pero todas ellas han sido archivadas.