THE OBJECTIVE
Política

Elena Ramallo, experta en violencia de género: «Igualdad no invierte millones, los derrocha»

Esta investigadora de prestigio internacional denuncia que Irene Montero no quiere reunirse para escuchar sus medidas

Elena del Pilar Ramallo (A Coruña, 1972) es doctora en Derecho, investigadora y, desde hace años, experta en violencia contra las mujeres y contra los menores. Su obra le mereció la nominación a los Premios Princesa de Asturias de la Concordia 2022, y numerosos países europeos e iberoamericanos han pedido su asesoramiento. El Gobierno de España, sin embargo, le ha negado sistemáticamente la entrada cuando ha llamado a sus puertas para ofrecer medidas concretas contra lo que ella prefiere llamar «violencia machista», que no «violencia de género». THE OBJECTIVE se las abre para una conversación en la que carga con dureza contra el Ministerio de Igualdad.

P.- Ya son 50 las mujeres asesinadas en lo que va de año, la peor cifra desde 2010. Paradójicamente, este 2023 el presupuesto destinado al Ministerio de Igualdad ha sido récord (573 millones). ¿Qué está fallando?

R.- Si se llega al asesinato de una mujer es que ha fallado el sistema. Hay que mirar a lo que sucede hasta llegar a ese punto. No hay que contar asesinadas, sino mirar hacia atrás: qué se pudo haber hecho. Están fallando los diagnósticos. Cuando hay un problema y se adoptan medidas que no funcionan, el problema es de origen: los diagnósticos sobre los que se han estructurado esas medidas son erróneos.

No hay conocimiento de la realidad. Lo que trasladan los representantes públicos, la Fiscalía contra la Violencia sobre la Mujer o el Defensor del Pueblo es irreal. Se implantan medidas inadecuadas porque desconocen la realidad de las víctimas.

P.- ¿Y cuál es esa realidad?

R.- Los juzgados de violencia de género están colapsados, y ahí es donde debería invertirse el dinero. Cuando una mujer decide denunciar, tiene que tener un respaldo, y en primera instancia en los juzgados. Después, hay un problema con la credibilidad del sistema: menos de un 30% de las víctimas habían denunciado previamente porque las mujeres no creemos en el sistema.

Es mentira eso de que se llame a un número y ya está. Lo que ocurre cuando una mujer decide dar el paso y denunciar, sobre todo si es mujer, y las consecuencias que se derivan, son algo que no se estudia. Si tú denuncias y no se adoptan las medidas de protección estás expuesta, y las mujeres lo sabemos. Si vamos a ese problema hay que plantear qué está fallando en la Fiscalía, en los juzgados, etc.

P. ¿Hay un problema de machismo en la judicatura?

R.- Lo de los jueces machistas es una tontería. Como en todos los oficios, hay buenos profesionales, otros que lo son menos y otros que hacen su trabajo como pueden con los medios de los que disponen. Hay que ver qué formación, qué implicación y carga de trabajo tienen los jueces. Los juzgados de violencia están colapsados. Yo vivo en un pueblo que remite al partido judicial de Betanzos, y todo va a Primera Instancia y a Instrucción. Si viviese en A Coruña, iría a Familia. El hecho de que vivas en el mundo urbano o rural supone ir a un juzgado especializado o a uno mixto. Ese es otro problema.

Las órdenes de alejamiento son, por desgracia, como un yogur, y caducan. Tiene que haber pautas generales para las órdenes, en muchas ocasiones se deniegan y las mujeres quedan en una situación muy vulnerable, peor que antes, expuestas. Tienen que caducar sólo cuando la mujer, sobre todo si tiene niños, no está ya en peligro, cuando se asegure su integridad y la de sus hijos. Una de las asesinadas más recientes tenía una orden de alejamiento caducada.

Luego tampoco hay efectivos, no hay agentes. Para eso haría falta dinero. Yo he estado dos veces en el sistema de VioGén, como víctima. El Pacto de Estado ha acordado con la Policía Local que las mujeres que no están en riesgo extremo pasan a la Municipal. Yo vivo en zona rural, y mi ayuntamiento sólo dispone de Policía Municipal entre semana, y de 8 a 15 horas. Es decir, que mi servicio de protección era sólo de siete horas al día y entre semana. Esto es una burla absoluta.

«La idea de que todos los hombres son agresores y todas las mujeres somos víctimas es un error; se está tratando de enfrentar, y hay que integrar»

P.- Hablaba antes del problema con el diagnóstico. Ya en 2006 Manuela Carmena y Uxue Barkos firmaron una tribuna coral en El País en la que criticaban «la idea del dominio masculino como único factor desencadenante de la violencia contra las mujeres». ¿Es un error atribuir todos estos asesinatos al machismo?

R.- El autor de la violencia machista es un hombre, sí, pero lo que se está trasladando a la sociedad nos está haciendo daño. Yo soy feminista, pero la idea de que todos los hombres son agresores y todas las mujeres somos víctimas es un error. Se está tratando de enfrentar, y hay que integrar. Todo el mundo debe entender que pegar, agredir, está mal. Si lo que se traslada es que si eres un hombre eres un agresor o un violador, y si eres mujer eres una víctima, se crea un malestar que lejos de solucionar el problema lo agrava.

Dentro de la violencia machista hay que analizar muchísimas causas. El agresor es un hombre, sí, pero no falla sólo él. Si el sistema funcionase las mujeres estaríamos protegidas, pero la realidad es que no funciona. Manuela Carmena, con quien tengo muchas diferencias, dijo una vez que sería necesario un cuerpo de jueces o abogados especializados retirados que tengan experiencia vital y profesional y que sean garantes de la reevaluación de las leyes. ¿Están funcionando? ¿Hay que hacer ajustes? La Ley Integral de Violencia de Género ha ido incorporando parches, pero hay que sentarse a revisarla.

«El Ministerio de Igualdad, con sus actuales dirigentes, es lo peor que nos ha podido suceder a las mujeres, en concreto a las víctimas»

P.- Usted es una experta en la materia, y así lo reconocen numerosas instituciones y países. Sin embargo, el Gobierno de España, y más concretamente el Ministerio de Igualdad, se ha negado a recibirla para escuchar sus propuestas.

R.- La pasada legislatura intenté por todos los medios compartir mi investigación sobre violencia vicaria y de extensión. El Ministerio de Igualdad, con sus dirigentes actuales, es lo peor que nos ha podido pasar a las mujeres, víctimas y madres, en los últimos tiempos. Por sus medidas, por el dinero derrochado, por la falta de comunicación, la desatención… Ha sido terrible. No me ha recibido nadie como víctima, ni como portavoz de víctimas, ni como experta en violencia de género.

En Colombia mi investigación se ha tomado en consideración para redactar una ley sobre violencia vicaria, pero en mi país no se me escucha. No interesa. Llegados a este punto, yo no tengo nada que hablar con las personas que están al frente del Ministerio de Igualdad. No han querido escucharnos y no les han importado mis investigaciones, pagadas con recursos propios y que han recibido nominaciones destacadas. Nada que hablar.

P.- Este miércoles se reúne el comité de crisis de Igualdad. ¿Qué opina de las medidas que tomaron en el último [ampliar el comité, revisar las licencias de armas con «perspectiva de género» y acompañar a las víctimas a recoger sus enseres ante sus agresores]? ¿Qué les propondría?

R.- En primer lugar, la ampliación no es una medida en sí. Además, las personas que componen ese comité desconocen la situación de las víctimas, no se reúnen con ellas, y no van a cambiar nada por mucho que se reúnan 50 veces. Lo de las armas con perspectiva de género es un insulto, un brindis al sol. En este país no se mata con armas de fuego, a las que sólo tienen acceso las Fuerzas Armadas y los cazadores. Esto no es América. La mayoría de asesinatos son por estrangulamiento y/o arma blanca. ¿Qué es aquí la perspectiva de género? Basta de tonterías y de palabras sin sentido.

La última medida es sangrante, y me cuesta no soltar un improperio. Decir que como medida novedosa se va a adoptar el acompañamiento a mujeres a recoger sus enseres, cuando esto se lleva haciendo años, es una muestra de que no tienen ni idea de legislación. Se reúnen para ampliar el comité, para una medida ridícula y para otra que ya existía. Es una pantomima.

P.- Si no se replantean las políticas, y si no se escucha a los expertos, se seguirá invirtiendo más dinero en Igualdad, pero no servirá de nada.

R.- Nunca se ha derrochado tanto, no se ha invertido. Se invierte cuando lo que se gasta sirve para algo, y se derrocha cuando lo que se gasta no sirve para nada. Las campañas que hemos visto esta legislatura son una ridiculez. ¿De qué sirve la del hombre blandengue, o la campaña para distribuir las tareas del hogar? Cada uno en su casa se organiza como considere. El Gobierno no puede decir nada sobre lo que hace el ciudadano en su hogar. Los gobiernos están para resolver problemas, no para decir a lo ciudadanos cómo vivir. Resolver los asesinatos y educar a los jóvenes, ahí es a donde hay que ir.

«Ni el negacionismo ni Vox son el problema, el problema es el Gobierno, cuyas medidas y relación con las víctimas no son buenas»

P.- Abundemos en las causas del auge de la violencia contra las mujeres. El antiguo delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha culpado al «negacionismo» del aumento de asesinatos machistas.

R.- Señalan el negacionismo como paso previo a señalar a Vox. No seré yo quien defienda a Vox, que ya sabemos lo que piensa y traslada, pero a mí lo que diga Vox no me afecta. Trasladar que la violencia machista no existe es una temeridad, sí, pero ese no es el problema. El problema son los que dicen que adoptan medidas, que están con las víctimas y con el feminismo, y luego no hacen nada positivo. El problema es el Gobierno de coalición de izquierdas: sus medidas y su relación con las víctimas no son buenas. El negacionismo no es una causa, como mucho es un plus. Es otro error del diagnóstico, porque no escuchan.

P.- Otra realidad que el Ministerio de Igualdad no contempla es la de los crímenes perpetrados por extranjeros. Ya son el 49%. ¿Se está despreciando el origen étnico, la importación de culturas poco respetuosas con las mujeres, como causa del auge de la violencia contra estas?

R.- La integración de las distintas culturas en las sociedad supone una adaptación grupal. Hay culturas que tienen una actitud ante la mujer distintas y que si vienen a vivir con nosotros deben adaptarse. No es un problema tan cultural como educacional. En otros países el trato o el papel de la mujer es distinto, y si vienen aquí tiene que haber una adaptación, que debe ser supervisada institucionalmente.

P.- PSOE, Sumar y Podemos pugnan ahora por el control del Ministerio de Igualdad, que recaerá con toda seguridad en los socialistas. ¿Cuál será el legado de Irene Montero como ministra cuando abandone la cartera?

R.- El Ministerio de Igualdad ha sido nefasto para las mujeres, madres, víctimas y menores. Pienso en las leyes que se han aprobado, como la del sólo sí es sí. Se advirtió de que iba a haber problemas, se sabía. Yo no puedo entender esa prisa por sacar leyes. Estas requieren de un tiempo de redacción, consulta, evaluación… Sopesar, madurar y después ir al Parlamento y enriquecerse con las aportaciones de los grupos. No son una urgencia. Si no, pasa lo que pasa: el rigor es inexistente.

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