Albares cesa al diplomático que se quejó del silencio de Exteriores con la amnistía
El ministro destituye a Javier Benosa, quien apenas llevaba nueve meses al frente de la oficina de Gibraltar
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. | A.Pérez Meca (EP)
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha comunicado al diplomático Javier Benosa su cese como jefe de la Oficina de Gibraltar dentro del ministerio, según ha adelantado El Mundo y ha podido confirmar THE OBJECTIVE de fuentes diplomáticas.
Benosa publicó precisamente en El Mundo un artículo el pasado 3 de noviembre, titulado «Amnistía y silencio diplomático», que provocó un gran revuelo en el seno del departamento de Albares porque, por primera vez, un diplomático en activo cuestionaba el silencio de Exteriores con esta medida y la incomodidad de tener que defender en el extranjero la tesis contraria durante años sobre lo que había sido el procés.
El ya exdirector de la Oficina de Gibraltar tenía hasta ahora rango de subdirector general y apenas llevaba nueve meses en el puesto. Las citadas fuentes apuntan a que Albares castigará a Benosa con un puesto de inferior categoría dentro del ministerio. Desde el gabinete de Albares se le indicó que su relevo se debía al deseo del ministro de introducir «cambios» en el equipo negociador del dossier del Peñón, ahora que se ha dado «nuevo impulso» a la negociación con el Reino Unido. En ningún momento, se justificó su cese por el mencionado artículo ni se alegó pérdida de confianza.
Benosa echaba en falta en dicho artículo que por parte de los diplomáticos no se hubiera producido una reacción similar a la de jueces o fiscales respecto a la ley de amnistía. En su opinión, se trataba de un «silencio llamativo teniendo en cuenta que, sin reconocimiento internacional, las tesis independentistas no lograrán imponer su delirante realidad paralela» máxime, además, cuando «si 2017 resultó en gran parte una operación fallida, algo tuvo que ver la acción exterior, y no solo la política exterior, de nuestro país».
«La carrera diplomática asumió su deber de defensa de España como la nación democrática que es, completando en el exterior las acciones en política interna para restablecer la legalidad violentad», resaltó Benosa, destacando que ese esfuerzo se realizó primero con el PP y luego con el PSOE en el Gobierno.
En su opinión, si prospera la ley de amnistía, la «labor de años» explicando la acción de los tribunales españoles y los límites de la Constitución «se revelará como un esfuerzo vano y frustrado» a ojos de interlocutores extranjeros. «Nuestra reputación como país ejemplar, que superó la dictadura gracias a una transición modélica, será empañada de manera definitiva por esta interesada cesión al populismo y el nacionalismo excluyente», previno.
El artículo de Benosa provocó que la junta directiva de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) elaborase un comunicado interno, al que tuvo acceso THE OBJECTIVE -leer abajo-, en el que cargó contra él y recordó que es una asociación de «carácter apolítico», por lo que no le correspondía posicionarse «en cuestiones relacionadas con el debate político de nuestro país» ya que existen «opiniones diversas» sobre la amnistía. Además, hizo hincapié en que había trasladado al ministro su «inquietud» por el anuncio de la Govern catalán de un anteproyecto de ley en el que se crea un cuerpo diplomático propio.
El último párrafo del comunicado fue el más polémico ya que la ADE rechazó «tajantemente» la crítica «injusta» de Benosa «al conjunto de los profesionales diplomáticos» por el mencionado silencio corporativo contra la amnistía. Y también «al insinuar una supuesta desidia a la hora de defender en el exterior el orden constitucional». Unas palabras que generaron malestar entre varios compañeros del diplomático aludido, al considerar que la asociación se había excedido en la crítica.
