Polémica en el Museo Reina Sofía: una exposición 'trans' enfurece a las feministas
La Alianza contra el Borrado de las Mujeres denuncia que Catalina de Erauso es presentada como un hombre
Nueva polémica en el Museo Reina Sofía de Madrid. Las feministas han enfurecido con la videoinstalación sobre Catalina de Erauso, inaugurada este miércoles, en la que se presenta a la llamada Monja Alférez como un hombre trans. Esto ha provocado que las activistas de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres hayan protestado ante el museo por «conceder espacios a quienes borran a mujeres notables y reescriben su historia para convertirlas en hombres».
Este miércoles se proyectó Una voz para Erauso. Epílogo para un tiempo trans, una obra en la que, en palabras del propio museo, «se entrecruzan la historia con las políticas trans contemporáneas a través de una figura apasionante y compleja: la de Antonio de Erauso (1592-1650): monja, militar, escritora no binaria y una de las figuras históricas más fascinantes del Siglo de Oro español». Para más inri, en la presentación de la web se califica a Catalina como «transgénero».
Tras la proyección, miembros de la alianza repartieron octavillas en las que se podía leer: «Catalina de Erauso era una mujer escritora, aventurera, lesbiana, monja y alférez. La falsificación histórica no es arte. Borrar a las mujeres no es cultura, es misoginia. Borrar a las lesbianas es lesbofobia».
El director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade, «cedió el micrófono a las activistas y les agradeció luego su comportamiento respetuoso, mostrándose receptivo a una reunión de trabajo», destacan las feministas. Pero esto no quita para que la crítica de estas sea dura: «Las direcciones de los museos públicos están utilizando recursos y el altavoz del que disponen para organizar actividades contrarias a la verdad histórica y a la Ley de Igualdad, al tiempo que promocionan a artistas que han hecho del trans-proselitismo su nicho de negocio».
Catalina de Erauso
Las feministas radicales, contrarias a la teoría queer que preconiza la «autodeterminación de género», subrayan que Catalina de Erauso fue «una mujer que se disfrazó de hombre para huir del convento y vivir experiencias que le estaban prohibidas como mujer».
Ella misma lo dejó escrito: «La verdad es ésta: Que soy mujer, que nací en tal parte, hija de Fulano y Zutana, que me entraron de tal edad en tal convento… que estando para profesar, por tal ocasión me sali; que me fui a tal parte, me desnudé, me vestí, me corté el cabello, partí allá y acullá; me embarqué, aporté, trajiné, maté, herí, maleé, correteé, hasta venir a parar en lo presente…».
«La pretensión ahistórica y militante del transgenerismo de convertir en trans a cualquier mujer del pasado que ocultara su sexo para vivir en libertad es un falseamiento que utiliza el pasado para validar ideologías del presente», critican las feministas de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que ya han tenido desavenencias previas con el Museo Reina Sofía.
En mayo de 2022, sin ir más lejos, criticaron a la anterior dirección por la supuesta infrarrepresentación de las mujeres en el museo. Ahora censuran que la nueva dirección «mantiene la brecha entre mujeres y hombres en adquisiciones, colecciones y exposiciones mientras impregna con lo queer su apuesta museística contraria a la igualdad». «Fue así en el tiempo de Manuel Borja-Villel al frente del Museo y parece que será así bajo la dirección de Manuel Segade», zanjan.
Las feministas reclaman los detalles de esa adquisición por parte del Museo Reina Sofía, respecto de los criterios artísticos y, en su caso, el precio total de la obra.