Nicolás Redondo carga contra la «vergonzosa» reunión PSOE-Junts en Ginebra: «Un día triste»
El exdirigente socialista también ha reflexionado sobre la ley de amnistía, que cree «un punto y aparte»
El exdirigente del PSE, Nicolás Redondo Terreros. | Víctor Ubiña
El exsecretario general del Partido Socialista de Euskadi Nicolás Redondo Terreros ha arremetido contra la reunión que el PSOE y Junts mantendrán este sábado en Ginebra (Suiza), y ha alertado de que en unos años España la «querrá olvidar» o figurará «en la lista de momentos vergonzosos de la historia» del país. El exdirigente socialista, que fue expulsado del partido en septiembre de este año, también ha criticado la figura del verificador internacional, al que ha tildado de «acompañante de lujo y de pago».
PSOE y Junts se reunirán en el marco del acuerdo alcanzado para la investidura de Pedro Sánchez, que incluye una amnistía para los implicados en el ‘procés’, con la figura de un verificador internacional que velará por el cumplimiento de los acuerdos.
En una intervención en un debate organizado por el grupo Renew Europe del Parlamento Europeo para abordar los riesgos para el Estado de Derecho en España que la medida de gracia puede comportar, Redondo ha diferenciado entre «momentos estelares» de la historia española y «momentos tristes y vergonzosos». En su opinión, la reunión de este sábado «puede pasar a la larga lista de sucesos que nos han avergonzado» y ha admitido que, para él, será «un día muy triste».
Durante su intervención, Redondo también ha reflexionado sobre la ley de amnistía, que cree «un punto y aparte». Sin embargo, ha alertado de que «también lo fueron los acuerdos que la proponen», en alusión al acuerdo de PSOE y Junts, y «lo fue también la legislatura pasada con la modificación dinamitera del Código Penal con nocturnidad y alevosía», en referencia a la modificación del delito de malversación y la supresión del de sedición.
En este contexto, ha lamentado que, a su juicio, la situación actual devuelve a España «a la excepción ibérica» de la dictadura franquista, cuando el país era distinto al de las naciones de su entorno. «Tengo la impresión de que la legislatura pasada y en esta definitivamente hemos iniciado un camino de vuelta a la excepción ibérica, volvemos a ser diferentes al resto de los países a los que quisimos pertenecer», ha explicado.
Así, ha ejemplificado sus palabras señalando que «no hay ningún país europeo que admita con tranquilidad y serenidad que se forme el gobierno fuera de su país, en Waterloo, y con un prófugo de la justicia (Carles Puigdemont)».
