Sánchez se sincera sobre su debate con Feijóo: «Salí con la sensación de dar un tropiezo»
El presidente del Gobierno reconoce en su último libro que no tuvo su mejor día en el único cara a cara electoral
El cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo fue el menos visto de la historia. Apenas 5,9 millones de espectadores estuvieron pendientes del futuro político de España el pasado 1o de julio. El dirigente popular salió reforzado del único debate entre los candidatos en la última campaña electoral. Sánchez deslizó demasiados datos de su gestión y acabó a la defensiva. Interrumpió de forma constante a su interlocutor, al que no dejó hablar, y apenas lanzó propuestas. El presidente del Gobierno es consciente de que no estuvo fino y así lo reconoce en su último libro: «Salí de allí con la sensación de haber dado un tropiezo».
Sánchez se queja en las páginas de Tierra firme (Editorial Península) que apenas pudo mantener un cara a cara con Feijóo, aunque le ofreció seis. «Los rechazó todos salvo uno. Sería la única oportunidad de afrontar los dos proyectos». De hecho, el dirigente popular descartó acudir al debate a cuatro que organizó la radiotelevisión pública, algo que le afea en su último libro.
Los candidatos de PSOE y PP habían debatido ya en el Senado, lo que había permitido al presidente del Gobierno conocerle como oponente dialéctico. Sin embargo, aquella noche «resultaba difícil entablar un auténtico debate, porque sus afirmaciones oscilaban entre el falseamiento descarado de los datos y la mentira respecto a sus posiciones políticas».
La oportunidad de Sánchez
El presidente recuerda en el libro que Feijóo llegó a decir que habían apoyado la subida de las pensiones, pese a haber votado en contra en el Congreso. Afirmaciones que no supo contrarrestar. «Tampoco fue mi mejor día: quizá me faltó ímpetu para rebatir sus falsedades. Salí de allí con la sensación de haber dado un tropiezo. Y solo quedaban dos semanas para las elecciones», se lamenta Sánchez en su último libro.
Aquella noche la mayoría de los tertulianos, y el día siguiente los analistas políticos, coincidieron en que Feijóo había ganado el duelo. Todo parecía preparado para que el líder del PP llegara a La Moncloa, con alfombra incluida. Los expertos señalaron que el debate había estado embarrado y que el presidente del Gobierno había perdido su oportunidad de sacar rédito de los buenos datos que presentaba la economía.
«Perdió la iniciativa, incapaz de rebatir con argumentos el dibujo catastrofista que Feijóo ofreció con eficacia. A partir de ahí, un Sánchez crecientemente a la defensiva se conformó con un pugilato televisivo en lugar de buscar la confrontación de ideas y modelos de gestión», escribió uno de los principales diarios nacionales, de corte progresista, en su editorial. «Sánchez pierde los nervios en el debate y se niega a romper con ERC y Bildu», tituló otro prominente periódico.
El partido todavía estaba en juego, como destaca Sánchez en afirma Sánchez en su segundo libro, a la venta desde este lunes. «Las campañas son emocionantes porque no son una ciencia exacta, sino un arte que se maneja con el instinto. También porque suceden en ellas fenómenos inesperados». El presidente del Gobierno escribe en las páginas de Tierra firme que en los días siguientes «los engaños de Feijóo regresaron a él como un bumerán, revelando la naturalidad con que engaña».
El choque con Intxaurrondo
Sánchez reconoce que el papel de los periodistas para destapar «las falsedades» del líder del PP fue determinante para «volver las tornas». El presidente asegura que aquel debate marcó «un punto de inflexión» porque empezó a poner en cuestión la credibilidad de Feijóo «y se vio en apuros para defenderla». Especialmente en la entrevista que ofreció a en La hora de La 1, donde mantuvo un tenso debate con la presentadora, Silvia Intxaurrondo, que desmontó algunas de sus respuestas.
El líder del PSOE menciona el episodio en su libro. «En los días siguientes continuó afirmando por los platós que el PP las había revalorizado en varios ejercicios. Hasta que llegó una periodista y le explicó que su afirmación no era correcta. Se le torció el gesto. Al encararse con ella, dejó al descubierto lo poco acostumbrado que está a que se contrasten sus afirmaciones con hechos».
Intxaurrondo interpeló al candidato popular sobre la revalorización de las pensiones, un punto álgido en su cara a cara con Sánchez. La periodista le puso contra las cuerdas cuando le preguntó si iba a mantener el aumento incluido en su programa electoral, a lo que el dirigente gallego le respondió, con contundencia, que su partido «siempre» lo había hecho y que «el único que congeló las pensiones fue el PSOE cuando Sánchez era diputado».
La periodista le espetó que eso «no es verdad» porque su partido no revalorizó las pensiones «ni en 2012, no en 2013 ni en 2016». Ante la insistencia, el presidente del PP se enrocó en su respuesta. Visiblemente molesto, la emplazó a rectificar porque estaba «equivocada», pero Intxurrondo se mostró aún más tajante: «No, mis datos son correctos». Sánchez asegura en su libro que Feijóo quedó «desenmascarado», lo que le salvaba del aciago debate de días antes.