Un exdiputado de Junts que reniega del giro de Puigdemont calienta motores para las catalanas
Josep Costa anuncia un «acto especial» en Barcelona contra las negociaciones sobre la amnistía
Josep Costa, exvicepresidente primero de la Mesa del Parlament | Europa Press
Si el independentismo permanecía dividido desde que fracasó el procés independentista en 2017, el giro de Carles Puigdemont de abrirse a negociar con el Gobierno de Pedro Sánchez amenaza ahora con engrosar las listas alternativas a Junts per Catalunya, ERC y la CUP en las elecciones catalanas de 2025. Quien fuera el vicepresidente primero de la Mesa del Parlament en la XII legislatura, Josep Costa, calienta motores para propulsar una candidatura nítidamente independentista que recupere el pulso contra el Estado y la llamada «vía unilateral».
Costa ha aprovechado su salida de la política institucional para recuperar el pulso en las calles. El exdiputado de Junts lleva tiempo realizando conferencias por distintos municipios de Cataluña donde transmite la idea de que no hay nada que pactar con el Estado español, ya que, a su juicio, la única vía hacia una república catalana es la confrontación directa.
Si antes de los comicios generales del 23 de julio Junts per Catalunya también abanderaba esta posición maximalista, las negociaciones de Puigdemont en Suiza ofrecen al independentismo que representa Costa una oportunidad para hacerse con el voto secesionista más irredento. Esta corriente dentro del movimiento nacionalista reniega ahora de Puigdemont por normalizar las relaciones con Madrid y apela a las «traiciones de Zapatero» durante las negociaciones por el Estatut de 2006 como evidencia fáctica de que no hay que fiarse ni del PSOE ni del PP.
«Acto especial»
El propio Costa ha anunciado en sus redes sociales que el próximo 20 de diciembre hará un «acto especial» en Barcelona. No obstante, su falta de concreción ha levantado todo tipo de especulaciones. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE creen que el también jurista de profesión se adherirá a la lista cívica que promueve la Assamblea Nacional Catalana (ANC) por su hartazgo con ERC, Junts y la CUP por incumplir con el «mandato del 1-O», en alusión al referéndum ilegal de 2017.
Todo apunta a que, cada vez más, el espacio que busca relevar a Junts con un discurso unilateral se fragmenta más. A la futura candidatura de la ANC se podría sumar el salto a la política autonómica de Aliança Catalana, el partido ultranacionalista catalán que ya gobierna en Ripoll, cuna del catalanismo, bajo el mando de Sílvia Orriols.
Junts pierde el apoyo de la ANC
La manifestación de la Diada de este septiembre generó el pretexto idóneo para que la ANC propulsara esta iniciativa de candidatura formada por independientes. ERC y Junts fueron incapaces de mostrar unidad (participaron en distintas cabeceras durante la manifestación) y la competición entre ambos para ver quién saca más provecho de Sánchez se interpreta por la ANC y Costa como una renuncia al objetivo de la independencia.
En esta coyuntura, Costa sigue acumulando méritos para ser un activo dentro de este nuevo espacio. Eso sí, a la espera de si Clara Ponsatí toma el mismo camino o si aparecen liderazgos rejuvenecidos. Entre los logros de Costa se halla haberse ausentado en su juicio por desobediencia como miembro de la Mesa del Parlament o la instrucción que tiene abierta contra los Mossos d’Esquadra en la que asegura que recibió un porrazo por su asistencia en la concentración contra la cumbre francoespañola del pasado enero entre Pedro Sánchez y Emnanuel Macron.
