El PP se revuelve contra Vox tras el carpetazo de Ortega Smith: «Hace el juego a la izquierda»
Rubiño, edil afectado, insiste: el líder de Vox en el Ayuntamiento debe renunciar por sus actos en el pleno
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha contestado al presidente de Vox, Santiago Abascal, que el único «que hace el juego a la izquierda» es el portavoz de su formación en el Ayuntamiento, Javier Ortega Smith, por darles «munición» al no entregar el acta tras la «actitud intimidatoria» hacia el edil de Más Madrid Eduardo Fernández Rubiño, completamente «inaceptable», aunque también ha apuntado al «fango» del ‘sanchismo’.
El ‘popular’ ha afirmado que en el Ayuntamiento de Madrid «ha entrado el ‘sanchismo'» y con él «una forma de entender la política desde la crispación y desde el fango», lo que puede degenerar «en una serie de episodios que son absolutamente injustificables«.
Desde el Centro Integrado de Seguridad y Emergencias (CISEM), donde ha felicitado la Navidad a los servicios municipales en activo durante la Nochebuena, el alcalde ha subrayado que esa «actitud intimidatoria no se sostiene en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, donde las diferencias se deben dirimir exclusivamente con la palabra«, nunca mediante la «conducta agresiva que el otro día tuvo Javier Ortega Smith».
«Para mí es incompatible con la dignidad de concejal del Ayuntamiento de Madrid, igual que sucedió con el socialista Daniel Viondi», ha declarado Almeida a la prensa.
Martínez-Almeida ha contestado a Abascal, quien le ha acusado de «hacerle el juego a la izquierda». «Yo no le hago el juego ni a Vox ni a la izquierda sino que tengo una línea coherente porque he condenado en todo momento los actos de agresivos o los actos de violencia, se produzcan por quien se produzcan».
«No distingo la ideología ni la persona para condenar unos u otros actos, lo único en lo que me fijo es en la conducta y para mí la conducta de Javier Ortega Smith es inaceptable«, ha remarcado, para decirle a Abascal que no tiene «ningún tipo de acomplejamiento» ni le hace el juego a la izquierda.
El único que lo hace, en sus palabras, «es Javier Ortega Smith teniendo esa conducta y quien le ha dado munición a la izquierda» con esas actitudes. Por todo ello le «decepciona profundamente que Vox se enroque en la defensa de Javier Ortega Smith en vez de asumir que su conducta no es aceptable».
Crispación y fango
El alcalde ha pasado a centrarse en la «crispación» que se respira en la política nacional. «Cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dice que su política es la de levantar muros entre españoles es muy difícil que no se puedan producir episodios de crispación», ha contestado.
El ‘popular’ ha afirmado que en el Ayuntamiento de Madrid ·ha entrado el ‘sanchismo'» y con él «una forma de entender la política desde la crispación y desde el fango», lo que puede degenerar «en una serie de episodios que son absolutamente injustificables».
«Por eso creo que también deberíamos pedirle una reflexión al ‘sanchismo’ y al presidente del gobierno sobre si de verdad un proyecto político puede consistir en levantar muros y amnistiar terroristas», ha argumentado.
Almeida ha contestado que «todos aquellos que justificadamente se están quejando de lo que sucedió el otro día en el Pleno del ayuntamiento de Madrid están tramitando una ley que amnistía a terroristas y esto conviene no olvidarlo porque hay algunos que se rasgan las vestiduras y que hacen determinados discursos pero luego, cuando ellos tienen que adoptar sus propias conductas, no les importa aprobar una ley que amnistía a terroristas o entregar la Alcaldía de Pamplona a Bildu».
Coherencia
«A mí desde luego me van a encontrar siempre en la coherencia y, por tanto, en la condena de cualquier episodio agresivo o violento que se pueda producir. Y esto es respecto de Vox y respecto a la izquierda, izquierda que se rasga las vestiduras por lo que sucedió en el Pleno el viernes pasado, con razón porque es inaceptable, pero al mismo tiempo está tramitando una ley que permite amnistiar terroristas, cuando no hay expresión máxima de violencia que la del terrorismo», ha declarado.
Por eso Almeida tiene claro que no va a permitir lecciones ni de Vox ni de la izquierda. «Vox es capaz de pedir la dimisión de Viondi, pero de no de renunciar al acta de Ortega Smith. Y la izquierda lógicamente se queja de lo que pasó el viernes en el Pleno de la Ayuntamiento de Madrid, pero al mismo tiempo está tramitando una ley que amnistía a terroristas«, ha resumido.
Rubiño acusa a Ortega de insultar la memoria
El portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento, Eduardo Fernández Rubiño, ha acusado al líder municipal de Vox, Javier Ortega Smith, de «insultar la memoria de una víctima» de ETA, para condenar su utilización, «especialidad de la derecha».
En un tuit, Rubiño ha enviado un mensaje «a los que justifican de manera infame lo ocurrido» en el Pleno, cuando Ortega Smith le tiró unos papeles, le lanzó una botella en el escaño y se encaró con él. «Y ahora llora», le dijo fuera de micros.
El concejal de Más Madrid ha reclamado con el líder de Vox en la capital entregue el acta. En las últimas horas ha recibido varios mensajes de dirigentes del partido de Abascal restando peso a lo sucedido y acusándole de haber participado en un escrache a Cristina Cifuentes, hecho que ya ha sido desmentido.
«Mi respeto a las víctimas de ETA es tal que todo esto ocurrió porque reaccioné al ataque repugnante de Ortega Smith a (la concejala socialista) Adriana Moscoso, que acababa de relatar que su padre tuvo que llevar escolta durante décadas en Pamplona, y a la que él le dijo que tenía síndrome de Estocolmo», ha explicado Rubiño.
«Yo desconozco su historia familiar y la voy a dar por cierta porque no tengo argumentos para decir que es verdad o que es mentira. Yo la voy a creer a usted y la creo. Lo que yo no sé es cómo ha aceptado usted subir aquí a defender esto», contestaba Ortega Smith a Moscoso.
Rubiño ha criticado que la utilización de las víctimas de ETA sea «la especialidad de la derecha» pero «en este caso fue más allá: Ortega Smith insultó la memoria de una víctima de una forma nauseabunda y sólo por eso ya merecería la reprobación política absoluta por parte de todos».