Satisfacción en Podemos por los guiños del PSOE tras su ruptura con Sumar
Podemos busca el respaldo en la sombra del PSOE para convencerles de que dejen caer a Yolanda Díaz en el medio plazo
Pedro Sánchez, junto a Ione Belarra e Irene Montero en una imagen de archivo. | Europa Press
Podemos detecta un cambio de actitud por parte del PSOE y de Pedro Sánchez tras su salida del grupo parlamentario de Sumar. El pasaje al grupo mixto de los cinco diputados de Podemos estaría teniendo ya un efecto en las relaciones con los socialistas. Nada más producirse la ruptura en el Congreso, Félix Bolaños mantuvo una conversación telefónica con Ione Belarra en la que hablaron de la continuidad de la legislatura y de la voluntad socialista de que los morados tuvieran un ministro, frustrada presuntamente por Yolanda Díaz. Algunos apuntan a que incluso Sánchez trasladó a miembros de Podemos un mensaje parecido. Pero lo que más impactó en las filas moradas fue el guiño de Sánchez a Irene Montero durante la presentación de su libro, así como la proyección que están manteniendo en medios afín a la Moncloa.
Incluso en Sumar despertó cierta sorpresa el hecho de que esta semana el diario El País dedicara una amplia entrevista a Irene Montero, después de que la dirigente de Podemos anunciara su próxima candidatura para las elecciones europeas. Díaz y Sumar saben que la candidatura de Podemos a las europeas tendrá un doble objetivo: intentar revitalizar a la formación morada, que ha quedado muy tocada tras la irrupción de Sumar, y debilitar al partido de la política gallega, en un contexto de guerra sin cuartel entre las dos familias de la izquierda alternativa al PSOE.
La clave, según comentan fuentes de Podemos, es que el PSOE está cambiando de actitud. Los morados siempre han creído que detrás del experimento de Díaz se hallaba un cerebro socialista. O monclovita, que a través de sus ramificaciones impulsó a Sumar como actor a la izquierda del PSOE por ser más controlable que Podemos.
El pasado 23-J, Podemos agachó la cabeza cuando Díaz presentó el veto a Montero, porque los morados estaban convencidos de que la derecha ganaría las elecciones. Y no querían quedar ante la opinión pública como los culpables de la derrota de la izquierda, lo que indudablemente hubiera significado su fin político. Díaz, que también vaticinaba una victoria del PP, llevó a la mesa de negociación con Podemos esa ventaja, y ganó el pulso. Pero Podemos ahora quiere venganza.
Entrevistas
La salida del grupo parlamentario de Sumar se produjo nada más arrancar la legislatura y en el medio de unas salidas de Podemos de algunos de sus principales dirigentes territoriales (sobre todo madrileños). Podemos adelantó esa salida, que estaba prevista para fin de año, para frenar la sangría y, sobre todo, evitar que uno de sus cinco diputados cayera bajo el hechizo de Díaz, tal y como desveló en exclusiva THE OBJECTIVE. Hubo razones externas e internas para dar este movimiento, y el propio Iglesias, según sostienen fuentes de Podemos, aconsejó acelerar la salida. Ahora, estas mismas fuentes, celebran la ofensiva de Podemos y creen que ha sido una táctica acertada en función del cambio de actitud que detectan en el PSOE.
Además de la entrevista en El País a Montero, el mismo rotativo dedicó otra entrevista a Juanma del Olmo, estratega de Podemos involucrado en el caso Neurona (diseñó la campaña electoral de 2019), cuya causa se archivó hace pocos días. Del Olmo no es un dirigente cualquiera en Podemos: miembro destacado de la cúpula y del círculo de máxima confianza de Montero, es considerado uno de los principales «enemigos» de Yolanda Díaz, según sostienen internamente en la formación morada.
‘Caso Neurona’
De ahí que la entrevista de El País haya sorprendido dentro de Sumar. Así como sorprendió un editorial publicado después del archivo de la causa sobre el pago de 363.000 euros a una consultora, Neurona, que operó en España sin trabajadores y que estaba vinculada a Juan Carlos Monedero. El editorial publicado por este diario se titulaba Persecución a Podemos. En él recogía todos los argumentos de la narrativa morada, interesada en definir el caso como un ejemplo de lawfare en España, es decir, de persecución judicial contra su partido por sus ideas.
Entre los guiños de Bolaños y Sánchez, el archivo del caso Neurona, que se cerró como desveló este diario tras un peritaje definitivo que escribió el gurú estratégico de Sánchez en la campaña del 23-J, y las entrevista de El País, según Podemos algo está cambiando en sus relaciones con el PSOE. Los morados creen que los socialistas entienden que el verdadero actor capaz de recoger votos a la izquierda de Sánchez es Podemos, mientras que Sumar ya estaría quedando como muleta parlamentaria y socio de Gobierno, a quien no prestar demasiada atención.
Los cinco diputados de Podemos, en cambio, sí son determinantes para la continuidad de la legislatura. Y el planteamiento que Podemos está proponiendo al PSOE de forma más o menos confidencial, es que mantendrá «agitación» en las calles y una postura crítica con Sánchez, pero que a lo hora de la verdad no le quitará apoyo parlamentario y no dinamitará su legislatura. La prioridad de Podemos es sencilla, cobrarse su venganza de Sumar, y volver a ocupar el espacio hegemónico de la izquierda radical y alternativa al PSOE. Y para ello sabe que también necesita el respaldo en la sombra de los socialistas, a quien están intentando convencer de que dejen a caer a Díaz en el corto y medio plazo.
