Iglesias muestra la puerta de salida al último díscolo de su tele pero éste plantea un pulso
La dirección del Canal Red pide a Sergio Gregori que se limite a escribir análisis y reportajes, como un colaborador
Sergio Gregori durante una emisión del Canal Red.
La dirección del Canal Red, la televisión que dirige Pablo Iglesias, ha decidido apartar del programa estrella que se emite por la mañana, El Tablero, a Sergio Gregori, periodista cofundador de la cadena. La decisión se ha tomado después de que Gregori denunciara la falta de pluralismo del canal de televisión y difundiera las tesis de Juan Carlos Monedero, que apuntan directamente a un caso de «sectarismo», generando un profundo malestar interno del que informó este diario. Gregori no ha sido echado del Canal Red, pero sí apartado, aseguran fuentes conocedoras de la situación actual del presentador y periodista. Para estos observadores se trata de un pulso entre Iglesias y Gregori, el primero interesado en forzar una salida del periodista, pero esperando a que sea él quien tome la decisión.
Gregori empezó su trabajo en el Canal Red con la promesa y el acuerdo de dirigir el programa matinal, bajo un plan que contemplaba invitar a representantes de diferentes formaciones políticas y buscar un debate que permitiera seducir a algunos telespectadores de La Sexta. Todo ello mezclado con información y análisis, según un esquema que Gregori defiende desde hace años como la cohabitación de un «periodismo riguroso, pero no neutral». Así empezó su recorrido el presentador de El Tablero, hasta que la guerra interna entre Sumar y Podemos acabó afectándole.
Gregori se posicionó a favor de la neutralidad (en este caso, sí) entre los dos partidos, patrocinando la búsqueda del entendimiento, y no el choque, que estaban diseñando los estrategas de Podemos, y, cabe decirlo, los de Sumar. La tensión explotó en diciembre, como desveló este diario. El Canal Red debía estar por encima de la trifulca: era el planteamiento de Gregori, quien chocó con el diseño de Iglesias de convertir al nuevo medio en una correa de transmisión mediática de Podemos. Un binomio que al cofundador del Canal Red nunca le ha gustado, y que ha denunciado en sendos programas, viendo como la dirección de la cadena empezaba primero a reducir su peso en el programa, después a quitarle capacidad de influir en él y, finalmente, la dirección.
Mesa y ordenador
Iglesias ha decidido enviar a Gregori a la mesa y el ordenador. ‘A picar piedra’, según la jerga periodística, o lo que políticamente también se entiende como un aislamiento forzoso. El Canal Red quiere que su fundador se limite a escribir análisis y reportajes, como si se tratara de un colaborador externo o un periodista recién salido de la universidad. Una manera de arrinconarle.
Iglesias muestra así la puerta de salida a Gregori, quien, sin embargo, y al menos de momento, no parece dispuesto a pasar por ella. El cofundador del Canal Red dejó otros proyectos y colaboraciones personales cuando emprendió este viaje con el exsecretario general de Podemos. De ahí que todo apunte a que los dos cerebros del Canal Red están enfrentándose en algo parecido a una pugna o un pulso para ver quién se haga haciendo con todo el canal.
Fuentes de Podemos sostienen que lo ocurrido con Gregori demuestra que, por un lado, Iglesias todavía no controla integralmente la emisora. Además de Gregori, en efecto, Juan Carlos Monedero respalda la tesis de «abrir» el canal. Aunque sobre Monedero pendería, según desveló este diario, un diktat de alejamiento de la dirección de Podemos y la apertura de un posible «expediente» como arma final para achantar al cofundador de Podemos. Y en segundo lugar, demuestra que la televisión de Iglesias goza de una buena situación económica a la que ninguno de los fundadores está dispuesto a renunciar.
Aun así, la tensión interna ha llegado hasta la redacción, según sostienen fuentes conocedoras del choque entre Gregori e Iglesias. Y queda por ver si, desde el punto de vista técnico, los afines a Iglesias tienen potestad para «echar» al expresentador de El Tablero, siendo él cofundador de la cadena. O más bien si su planteamiento se reducirá a desgastar al último díscolo que queda en la cadena, confiando en que pierda su pulso y se aleje motu proprio del proyecto.
