Rubén Múgica augura que la «vocación divisiva» de Pedro Sánchez «lo devorará»
Así lo ha afirmado en el homenaje al dirigente socialista Fernando Múgica
Rubén Múgica, uno de los hijos del histórico dirigente socialista Fernando Múgica, asesinado por ETA hace 28 años en San Sebastián, ha augurado este sábado que la «vocación divisiva» de Pedro Sánchez «lo devorará». «Suerte tendremos si no se nos lleva a todos por delante», ha incidido. Esta reflexión ha tenido lugar durante el homenaje organizado por su familia, en el cementerio donostiarra de Polloe, en memoria de su padre, cumpliéndose 28 años de su fallecimiento.
Al acto, que ha consistido en una ofrenda floral ante la tumba de Fernando Múgica, también han acudido su viuda, Mapi Heras, y sus tres hijos -José María, Fernando y Rubén-, además del expolítico del PP Adolfo Suárez Illana, el exprimer ministro francés Manuel Valls, el exdirigente del PSE/EE Nicolás Redondo Terreros y el actual secretario general de este partido en Guipúzcoa, José Ignacio Asensio.
También han acudido el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, el exministro del Interior José Barrionuevo y Ana Iribar, viuda del edil donostiarra del PP asesinado por ETA Gregorio Ordónez. En un discurso de marcado tono político, Rubén Múgica ha asegurado que vivimos un «tiempo de amnistía y de naipes en la manga», en el que «los delincuentes ofrecen sus votos a cambio de las llaves del Boletín Oficial del Estado (BOE)«.
En un discurso de marcado tono político, Rubén Múgica ha asegurado que vivimos un «tiempo de amnistía y de naipes en la manga», en el que «los delincuentes ofrecen sus votos a cambio de las llaves del Boletín Oficial del Estado (BOE)».
Insultos y amenazas a jueces
«Por el camino -ha añadido-, insultan y amenazan a jueces, al modo de la vieja basura ‘Batasuna’. Con los delincuentes pactan el Partido Socialista y su secretario general, Pedro Sánchez, aclamado por los suyos como si de un líder espiritual se tratara, aunque todo apunta a un suicidio político colectivo», ha remarcado.
«No habrá disculpa para quienes primero olvidaron deliberadamente su pasado, creyeron después poder conducirse con nacionalistas reaccionarios y han terminado disparatando, llamando ‘fachas’ a los españoles opuestos a sus vías», ha señalado Múgica.
«Nada nuevo en Pedro Sánchez, su vocación divisiva lo devorará y suerte tendremos si no se nos lleva a todos por delante», ha sentenciado.
Múgica ha opinado también que «el sectarismo tiene perforados los partidos políticos en España y es su peor cáncer: levas de mediocres han copado cargos y puestos y han hecho del insulto su único instrumento de acción; no guardan siquiera las formas y en su ramplonería pretenden que los ciudadanos estemos pendientes de su simpleza». En otro momento de su intervención se ha referido al final de ETA y, aunque ha celebrado «la derrota de los criminales», ha lamentado que los jóvenes «hoy casi no sepan que en España, hasta hace pocos años, una organización terrorista conspiraba contra la democracia y asesinaba a quienes la defendían».
Maquillar el pasado
«Mientras, los herederos de los criminales tratan de maquillar ese pasado pisando moquetas oficiales», ha indicado Múgica quien en este punto ha citado expresamente a «Bildu».
«Debemos llamar a las cosas por su nombre y a los impostores por lo que son. Vaya esto también para los que regalan alcaldías y luego desvían su mirada», ha agregado en referencia a la moción de censura que desalojó de la Alcaldía de Pamplona a Cristina Ibarrola (UPN), sustituida por el candidato de EH Bildu, Joseba Asiron.
«Con todo -ha continuado- mi familia debe sentirse afortunada porque la ley cayó sobre los criminales con nombres y apellidos, pero hay casi 400 familias españolas que lo ignoran todo sobre los asesinos de los suyos».
Se trata de personas a las que la sociedad española debe «arropar», al tiempo que el Estado «debe intervenir, agotando las investigaciones, hasta dar con los responsables o al menos intentarlo», ha subrayado Múgica, quien ha advertido de que «no puede haber complacencia con quienes levantaron las armas contra ciudadanos indefensos y con quienes intentaron derribar la democracia desde sus inicios más frágiles, ni tampoco con sus herederos».