Izquierda Española saca músculo académico en Andalucía y Cataluña antes de las europeas
Ricardo Manrique se convierte en referente en Cataluña y en Andalucía el partido se acerca al economista Juan Torres
Izquierda Española, el partido que se presentará a las próximas elecciones europeas como alternativa tanto al PSOE como a Sumar, sigue en su desembarco territorial. El pasado miércoles, el economista y catedrático de Economía aplicada en la Universidad de Sevilla Juan Torres, antes cercano a Podemos, presentó el libro de Guillermo del Valle, líder y candidato in pectore del partido a las europeas. En Cataluña, Izquierda Española establece los primeros grupos de trabajo, donde destaca la figura del profesor de Filosofía de Derecho Ricardo García Manrique, también miembro de Universitaris per la Convivència, como referente o «impulsor» de dicho espacio.
El partido que lidera Guillermo del Valle empieza a recoger apoyos en el mundo académico y lo hace pocos días después de haber registrado su marca política. El pasado miércoles, Del Valle viajó a Andalucía para presentar su libro, La izquierda traicionada. Lo hizo en Sevilla, donde le acompañaron, entre otros, Juan Ramón Medina Precioso, exdiputado de Izquierda Unida y exrector de la Universidad de Sevilla, quien cargó contra los acuerdos del PSOE con el partido de Carles Puigdemont y la amnistía. Medina Precioso incidió durante el acto que «Junts es una fuerza racista, son la derecha catalana que segregaba a la inmigración andaluza de Barcelona; no tienen nada de progresista, no quieren redistribuir con los otros territorios».
Además de Medina Precioso, el economista Juan Torres también acompañó a Del Valle, quien está aprovechando la presentación de su libro para dar a conocer el proyecto de Izquierda Española. La presencia de Torres tiene un valor simbólico notable, pues el economista fue quien redactó el primer programa económico de Podemos y participó en el colectivo ATTAC, que en su momento aupó a Alberto Garzón hasta el liderazgo nacional de Izquierda Unida. Torres colaboró con Podemos cuando el partido se estrenó en las elecciones europeas de 2014 y después en las generales de 2015 y 2016, convirtiéndose en una de las sorpresas electorales de entonces.
Rechazo de la «plurinacionalidad»
Torres ha afirmado durante el acto que «defender España no es un capricho emocional; es el espacio que nos une, nos hermana y permite la aplicación de derechos y políticas». El economista ha añadido que «una sociedad justa no puede funcionar institucionalizando los privilegios; donde hay privilegios hay desigualdad y desequilibrio». Su presencia en un acto público con Del Valle y los partidarios de Izquierda Española tiene un notable valor simbólico dentro de la formación. «La izquierda ha abandonado ideas de unidad básicas, por ejemplo, no tiene sentido que haya 17 protocolos sanitarios, uno por comunidad autónoma», ha agregado Torres, según recoge el propio partido Izquierda Española.
Podemos en sus comienzos se propuso como fuerza regeneradora de la política española, pero con el pasar del tiempo se ha apuntado a la tesis de la «plurinacionalidad», que Izquierda Española rechaza con contundencia. Ricardo Manrique, el nuevo referente o «impulsor» de Izquierda Española en Cataluña, incide en ese punto en conversación con THE OBJECTIVE para reivindicar el papel de una nueva fuerza de izquierda alternativa tanto al PSOE como a Sumar y Podemos.
«El PSOE ha asumido buena aparte del discurso y las demandas del nacionalismo», critica Manrique para promover el proyecto político de Izquierda Española, que define como «universalista y no identitario». «Creemos que la izquierda es intrínsecamente antinacionalista», recalca el nuevo portavoz del partido en Cataluña. Para él, Izquierda Española busca convertirse en un proyecto «atractivo», que nace de la izquierda pero aspira a seducir a sectores de la socialdemocracia y del centro político.
Un «impulsor» para Cataluña
Manrique actúa como principal representante de Izquierda Española en Cataluña. Algo parecido a un delegado político para una avanzadilla orgánica que quiere preparar las elecciones europeas y más adelante las autonómicas catalanas. El partido político deberá celebrar un primer congreso fundacional (que se espera para después de las europeas), donde definirá todos sus cargos y organigrama.
Pero Manrique destaca ya como figura de referencia en Cataluña («impulsor» según específica el aludido), una Comunidad Autónoma donde el partido de Del Valle quiere romper el tablero político ofreciendo un proyecto que rechaza los axiomas del independentismo y del nacionalismo catalán que, en cambio, han integrado Yolanda Díaz y el PSC, según denuncian. ¿Puede considerarse pues ya el candidato a la Generalitat in pectore del nuevo partido? Es pronto para decirlo.
El simple hecho de que el nuevo partido de Del Valle emplee el término «español» en su sigla tiene en el contexto actual algo de revolucionario. Los promotores del proyecto se decantaron por registrar esta sigla que se había quedado vacía (ante la sorpresa de algunos fundadores). El afán por reivindicar una izquierda tajantemente antinacionalista es algo novedoso, que apela a todos aquellos votantes que se sienten «huérfanos» por las decisiones de Pedro Sánchez. «Defendemos un ideario tradicional de la izquierda, que es nacional y contrario a la disgregación que están promocionando los nacionalismos periféricos», defiende Manrique. Si de muro se tiene que hablar, en definitiva, Izquierda Española hablará de muro contra todos los nacionalistas.
El partido de Del Valle hará su debut en los próximos comicios europeos, después de volcar las energías intelectuales y políticas del think tank El Jacobino en la candidatura. De momento, Del Valle puede presumir de cosechar primeros importantes apoyos en el mundo académico (algunos de ellos ya activos en la plataforma del Jacobino), aunque se espera que otros dirigentes políticos de IU y del PSOE den su apoyo público. Los comicios europeos medirán el apoyo popular de Izquierda Española, aunque la ambición de sus promotores es en el medio plazo estar presentes en «todos los niveles» institucionales, según comenta Manrique desde Cataluña.