El «desfonde» del PSOE complica el cambio en Galicia: «Nos hemos pasado con el BNG»
Sánchez se vuelca para sostener el suelo de Besteiro y el BNG se resigna a que la debilidad el PSdeG frustre el cambio
Los cálculos han fallado. Ante la constatación de que su candidato, José Ramón Gómez Besteiro, «no tira», el PSOE jugó a concentrar el voto útil en el BNG. Con el argumento de que «no importa el orden de los factores» siempre y cuando se garantiza el vuelco en Galicia, los estrategas socialistas han jugado a alimentar a su rival, en la confianza de que no tenía techo electoral y que podría llegar a cotas máximas, vedadas al PSdeG. Una garantía de éxito porque permitía ensanchar el bloque de la izquierda en un momento de empate técnico en votos entre los dos bloques. Sin embargo, según ha podido saber THE OBJECTIVE, el crecimiento inesperado del BNG hasta niveles «estratosféricos» ha hecho cundir el pánico en Ferraz, ante el riesgo de «desfonde» de Besteiro por debajo de los 11 escaños.
El error de cálculo se ha producido al subestimar la capacidad de crecimiento de la candidata del BNG, Ana Pontón, cuya tendencia al alza ha alcanzado niveles mucho mayores de los contemplados por los socialistas. Según las encuestas internas de las dos formaciones de izquierdas, la fuga de voto del PSdeG al BNG se ha elevado hasta el 36% en las últimas horas. Se percibe «un trasvase muy fuerte», que aún no se ha taponado y que se corresponde con los bajos niveles de fidelidad del votante socialista, en el entorno del 40%. Existen otros dos movimientos que dan la puntilla al PSOE: los socialistas se dejan otro 8% de intención de voto hacia el PP, mientras que el BNG recibe, a su vez, un 5% de los populares, lo cual supondría un balance positivo para el PP al recibir más de lo que pierde.
Fuentes socialistas consultadas por este diario lamentan que, con estas cifras, «ya es muy complicado» que el PP pierda la mayoría absoluta y BNG y PSOE sumen los 38 escaños necesarios para lograr el cambio en la Xunta de Galicia. «Nos hemos pasado de frenada alimentando el voto útil con el BNG», es la queja compartida por diferentes dirigentes socialistas que señalan a un Besteiro «desdibujado» que no ha sabido marcar perfil propio. «Tenemos un buen candidato pero no tiramos», se lamentan ante el riesgo de «quedarnos completamente descolgados».
«No hemos hecho campaña con acento propio»
A 48 horas de la cita con las urnas, afloran las críticas por la estrategia errónea del PSOE: «No hemos hecho una campaña con acento propio», dejando el camino expedito a Ana Pontón para fagocitar a Besteiro, proyectándose en subalterno de una formación nacionalista. Ello está provocando el hundimiento de los socialistas gallegos que, previsiblemente, cosecharán un nuevo fracaso histórico por debajo de los 12 escaños, cuando en 2020 ya fracasaron con 14.
En términos cuantitativos, los socialistas explican que la eventual suma pasaría porque el BNG se coronara con 26 escaños y el PSOE resistiera con 12. Pero, pese a la aparente inexistencia de un techo, «es muy difícil que Pontón superara los 26 escaños para compensar nuestra caída». El tope a este crecimiento está en la «fortaleza territorial del PP», fuerza hegemónica en Galicia, tanto en el ámbito rural como en los núcleos urbanos, que sigue presente –pese a la caída de escaños en los sondeos– en toda la región. Sólo un desgaste del PP «importante», por encima de los cuatro escaños menos de los sondeos, permitiría al BNG superar esa barrera de 27 parlamentarios que suponer alcanzar un salto cualitativo.
La frontera del escaño 27
«El escaño 27 es muy caro para el BNG porque supone muchos miles de votos más. El riesgo es que todos los votos que obtenga, a partir del escaño 26, pueda tirarlos a la basura y rebajar su eficiencia electoral». Y que ello sirva, a su vez, para arrebatarle algún escaño más al PSOE, aunque ello no suponga necesariamente que lo suba el BNG. Un repunte del BNG y un «desfonde» del PSOE que, paradójicamente, harían menos competitivo electoralmente al bloque de izquierdas. Frente a ello, el PP podría obtener ventaja competitiva con la entrada de Democracia Orensana porque «nos quita voto a la izquierda pero sumaria sus votos a la derecha». Un elemento más para el pesimismo, tras los datos de los últimos trackings que conceden a Gonzalo Pérez Jacome un representante en el parlamento gallego.
En términos generales, el BNG coincide con los argumentos que esbozan desde el PSOE, aunque transmiten cierta resignación ante la debilidad de su socio potencial. «Es más fácil que nosotros lleguemos a 26 que ellos mantengan 12», explican fuentes de los nacionalistas gallegos a THE OBJECTIVE. Es decir, los del Bloque creen que es difícil pero no imposible llegar a los 26 escaños, aunque tienen serias dudas de que el PSOE resista, condición sine qua non para garantizar una alternativa de gobierno al PP.