Compromís obliga a Yolanda Díaz a una reacción dura contra la trama de las mascarillas
Compromís quiere que se aclare el papel de Ábalos, mientras que Díaz, de momento, evita señalar al exministro socialista
Los valencianos de Compromís están marcando la respuesta de Sumar en el caso de presunta corrupción en la compra de mascarillas durante la pandemia. La vicepresidenta del Gobierno tardó un día en reaccionar tras conocerse el arresto de Koldo García Izaguirre, persona de máxima confianza del exministro socialista José Luís Ábalos, y otra decena de integrantes de una presunta trama delictiva en la compra por más de 50 millones de euros de mascarillas. Yolanda Díaz habló el jueves de un asunto «gravísimo» que relacionó con un «modus operandi» proprio de «corrupción» política. La reacción de la vicepresidenta se conoció solo después de que Compromís apuntara directamente a Ábalos en su petición de explicaciones, y después de conocerse que Koldo García invirtiera dinero en la Comunidad Valenciana en pisos y terrenos tras las firmas de los contratos.
Díaz habló de un caso «gravísimo» y «doloroso» porque «alguien se lucre cuando nuestro país estaba asolado por una pandemia y la gente estaba muriendo». La investigación de la UCO apunta a una empresa que ganó más de 50 millones en la compra de dichas mascarillas, adquiridas tanto por el ministerio de Ábalos como por el de Interior y de comunidades autónomas controladas por el PSOE. Siguió el rastro del dinero, hasta dar con el exasesor de máxima confianza de Ábalos. Un miembro del PSOE también estrictamente vinculado con la corriente de Sánchez cuando buscaba la reelección en el PSOE.
Díaz esperó 24 horas para hablar. Lo hizo en el pasillo del Congreso de los Diputados, acompañada por el portavoz Íñigo Errejón. Y dijo: «El modus operandi indica que presuntamente son formas corruptas y, por tanto, quedamos a resultas del conocimiento de todos los hechos, pero lo que estamos conociendo es muy grave». Errejón calificó de «terribles» y «muy graves» las acusaciones, y pidió que la Justicia «actúe y llegue hasta el final» y que «todo el mundo dé las explicaciones que sean necesarias».
Díaz evita señalar a Ábalos
Díaz y Errejón mostraron contundencia ante el arresto de Koldo García y de otros integrantes de la presunta trama, entre los cuales figuran su hermano y su mujer. Pero evitaron, al menos de momento, vincular la investigación a José Luís Ábalos, de quien Koldo García ejercía de asesor y hombre de confianza durante los años en los que estuvo al mando del Ministerio de Transportes. Koldo acompañaba a Ábalos en sus viajes y reuniones ministeriales, así como en el desempeño de sus tareas como secretario de Organización del PSOE. Pero Díaz y Errejón de momento han preferido no mencionar directamente a Ábalos, ni pedirle que dimitiera tras los arrestos de la Guardia Civil.
En este asunto se mantienen en la misma línea de Podemos, para quien Ábalos siempre fue un ministro amigo durante la coalición con Sánchez de la pasada legislatura. Aun así, la posición de Díaz ha sido tildada de dura y contundente dentro de su propio partido. No obstante, las fuentes consultadas en Sumar deslizan que la reacción de la vicepresidenta ha sido «pactada» con el entorno del presidente del Gobierno, con quien la propia Díaz dijo mantener una comunicación fluida en sus declaraciones a la prensa.
Al igual que Díaz, en Sumar recuerdan que otros ministros socialistas, como la responsable de Defensa, Margarita Robles, han pedido depurar todas las responsabilidades. El presidente Sánchez aseguró desde Marruecos el pasado martes no tener información ni conocer el volumen e importes de las compras sospechosas, e intentó desviar la atención hablando del caso del hermano de la presidenta de Madrid Isabel Díaz Ayuso, sobre cuyas comisiones las fiscalías Anticorrupción y la europea han descartado irregularidades.
«Ni un minuto más»
Quien sin embargo se mostró más contundente ha sido Compromís. La diputada de Compromís en el Congreso y portavoz adjunta de Sumar, Águeda Micó, dijo el pasado martes que Ábalos no se librará de su responsabilidad política si se detectan vínculos en la presunta compra irregular de mascarillas. Compromís advierte a Ábalos que no podrá seguir «ni un minuto más» en su escaño si se descubre que una relación con las actividades irregulares de su antiguo asistente, según declaraciones recogidas por Europa Press.
«Desde Compromís queremos manifestar que no podemos tolerar la corrupción, venga de donde venga», avisó Micó. En Sumar sostienen que las presiones de Compromís han forzado a Díaz a hacer unas declaraciones contundentes sobre el caso, aunque a diferencia del partido valenciano Díaz ha preferido no mencionar presuntas responsabilidades políticas e in vigilando del exministro socialista. Díaz habló el jueves después de una reunión con todo su grupo parlamentario. La cuestión, esgrimen en Sumar, es que el sector valenciano sabe que la investigación tiene una deriva local que no pueden obviar: «Para Compromís este es un buen bocado», deslizan.
Ábalos es un político activo en la Comunidad Valenciana, donde ejerció de hombre fuerte del partido socialista. Así que para los de Compromís el asunto puede convertirse en una importante baza electoral para atacar al PSOE. Y es más. Según la investigación de la Guardia Civil, Koldo compró dos pisos en Benidorm y tres parcelas en Polop, por un total de 15.000 metros cuadrados de suelo, después de recibir presuntas comisiones ilegales por la compra de las mascarillas. Palop es un pueblo que se encuentra cerca de Benidorm, y los de Compromís creen que el caso mezcla todos los peores elementos de la corrupción política, con lavado de dinero que acaba en especulación urbanística.
Choque interno en Sumar
Por ello Compromís se ha adelantado a sus propios compañeros de Sumar en exigir explicaciones, lo que ha forzado a Díaz a mantener una línea de firmeza, aun sin señalar a Ábalos. La relación entre el entorno de Díaz y Compromís, por otro lado, empieza a experimentar ciertos roces. El partido valenciano ha rechazado juntarse con los demás partidos (IU, Más Madrid y los Comunes) en la construcción del proyecto de Yolanda Díaz. Prefieren una alianza de carácter «bilateral», según dicen, que les garantice autonomía política en su territorio, donde no quieren que llegue la organización política de Sumar.
Además, Compromís ha lanzado un pulso a Díaz por los puestos en las listas europeas. Los valencianistas quieren que Díaz les entregue un puesto de salida en las listas europeas (se habla del tercer puesto), y amenazan con irse a la coalición de ERC y Bildu si esto no ocurre. Las fuentes consultadas sostienen, en realidad, que solo un sector minoritario del partido plantea el acuerdo con Bildu y ERC, pero añaden que la dirección de Compromís aprovecha esa presión para forzar a Díaz a entregarles lo que piden.
Con esta tensión in crescendo en el sector de Díaz, donde el batacazo gallego sigue escociendo, los valencianistas han querido dejar claro que su petición de responsabilidad por el caso de la compra de mascarillas irá hasta el final, incluyendo a Ábalos e incluso al presidente del Gobierno. Compromís quiere saber, por ejemplo, si el cese de Ábalos como ministro estuvo relacionado con los tejemanejes de su asesor. Se trata de una reflexión que obliga a investigar y aclarar si Sánchez sabía lo que estaba ocurriendo en el ministerio de Ábalos, lo que conllevaría buscar responsabilidades en las plantas más altas del edificio gubernamental. Un lugar donde, al menos de momento, Díaz no ha querido entrar.