Díaz no aprende de Galicia y quiere centrar la campaña vasca en el desembarco de ministros
Sumar confía en sacar tres diputados en las autonómicas vascas y ahondar la crisis de Podemos
La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz | Europa Press
Yolanda Díaz prepara la campaña para las elecciones autonómicas en el País Vasco del próximo 21 de abril con un desembarco importante de sus ministros en el Gobierno. Al igual que ocurrió en Galicia, Díaz intentará centrar su campaña presumiendo de su papel en el Gobierno de Pedro Sánchez, con una presencia importante de sus ministros, Ernest Urtasun, Pablo Bustinduy, Sira Rego y Mónica García. Estos dirigentes deberán apoyar a su candidata, la psicóloga especializada en intervención social Alba García Martín, un perfil parecido al de Marta Lois que fracasó en Galicia. En el caso gallego, donde Sumar alcanzó un escaso 1,9% de votos, algunos críticos subrayan la insuficiente implantación territorial del partido y la escasez de propuestas centradas en las necesidad de la región. Y el temor es que este escenario se pueda repetir en el País Vasco.
Sumar rompió con Podemos después de haber amagado con una lista unitaria. Los morados han achacado a Sumar esta incomprensión. La tesis que esgrimen en Podemos es que los representantes de Sumar, sobre todo su exbarón territorial, Lander Martínez, han simulado buscar un pacto con Podemos, para después «reventarlo» en las reuniones preparatorias que mantuvieron con los de Sumar. El resultado final es que, al igual que en Galicia, Sumar y Podemos concurrirán con dos candidaturas distintas, con el peligro de pinchar tal y como ocurrió el pasado 18 de febrero.
Podemos centra sus ataques en Lander Martínez. Este dirigente afín a la corriente errejonista se hizo con el control del partido en el País Vasco en la etapa posterior al congreso de Vistalegre II. Martínez era uno de los supervivientes del errejonismo, y según los morados sigue trabajando como fiel al nuevo estratega de Sumar. Errejón se ha hecho fuerte en Sumar gracias a la debilidad estructural de Díaz. La vicepresidente carece de estructuras y cuadros, y Lander Martínez se encargó de diseñar y organizar la gira por los territorios antes de la presentación de Sumar.
La tesis del apoyo a Bildu
En Podemos siempre han criticado a Martínez por promover en los principales cargos directivos en el País Vasco a sus personas de confianza. Y ahora creen que el dirigente errejonista sigue en ese planteamiento. De allí su «doble juego» para impedir por la vía de los hechos un acuerdo con Podemos. En esa operación, los morados creen que también Díaz busca aniquilar todo tipo de presencia territorial de Podemos, con el objetivo de arrinconar a la formación de Ione Belarra e Irene Montero, hasta su aniquilación definitiva en los comicios europeos.
Las previsiones que manejan en Sumar describen un escenario electoral donde el partido de Díaz podría lograr alrededor de tres diputados autonómicos. Sin embargo, los morados creen que esta previsión es algo optimista, y que no se puede descartar otra debacle al estilo gallego. Algunos referentes del espacio de Díaz advierten de que existe este peligro de doble irrelevancia. A tal punto que han defendido una tesis parecida a la de Pablo Iglesias en las elecciones gallegas, que pasaría por apoyar a Bildu en el marco de una estrategia de alianza con todas las formaciones nacionalistas.
Díaz y otros estrategas de Sumar, sin embargo, piensan lo contrario. Creen que los nacionalistas del BNG, Bildu y ERC representan la principal amenaza a su proyecto político. De allí que, por ejemplo, sectores de Sumar proponen buscar a un candidato para las elecciones europeas que se pueda considerar como «nacionalista friendly». Es decir, alguien que pueda seducir al votante nacionalista, que tanto en Sumar como en Podemos creen que ha pasado de decantarse por la izquierda alternativa al PSOE a las marcas nacionalistas. La primera opción sigue siendo Ada Colau, aunque la exalcaldesa de Barcelona ha dejado claro que no quiere intervenir en el proceso electoral europeo.
Campaña centrada en la política nacional
Y en este choque quieren presumir de presencia en el Ejecutivo central. De ahí la expectativa que se maneja en Sumar de un desembarco masivo de los ministros en la campaña vasca. Se da por descontada la presencia de dirigentes como Urtasun y Bustinduy, muy cercanos a Díaz. Así como de la dirigente de Izquierda Unida, Sira Rego, quien pugna por el relevo de Alberto Garzón en IU, con el apoyo de Díaz. Mónica García, en cambio, prefiere centrarse en su perfil ministerial, tal y como publicó este diario. Y la responsable de Sanidad puede ser la que menos se involucre en la campaña vasca.
Aun así, Sumar carece de perfiles muy conocidos en el País Vasco, por lo que todos se esperan que Díaz juegue la carta de su presencia en el Gobierno. Se trata, sin embargo, de una táctica que despierta algunas dudas, entre otras cosas porque el Gobierno está sufriendo el desgaste de la amnistía a los impulsores del procés y los casos de corrupción del entorno de José Luis Ábalos. Los sondeos, tal y como recogió este diario, van a la baja, con un partido que nació para suplantar a Podemos y empieza a ubicarse por debajo del 10% de votos en los sondeos nacionales. El temor que el planteamiento equivocado gallego se repite en el País Vasco circula así en Sumar, aunque el círculo más estrecho de la ministra de Trabajo será quien tomará finalmente la última decisión al respecto.
