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Las dudas de Díaz para las europeas: una candidata mujer o un perfil afín al nacionalismo

Sumar determina que Bildu, ERC y el BNG son sus principales enemigos y busca un perfil «nacionalista friendly»

Las dudas de Díaz para las europeas: una candidata mujer o un perfil afín al nacionalismo

Yolanda Díaz, entre Josep Vendrell y Ernest Urtasun, en la reunión de la cúpula de Sumar. | Europa Press

Yolanda Díaz sigue deshojando la margarita. La vicepresidenta segunda y lideresa de Sumar debe resolver una duda interna respecto a la candidatura europea. La importancia de la cita electoral es incuestionable. Podemos se presentará con Irene Montero al mando, de ahí que el valor simbólico del enfrentamiento sea evidente. Pero Díaz y Sumar siguen sin aclarar quién será su candidato para los comicios del 9-J. El nombre que más está circulando internamente es el de María Eugenia Rodríguez Palop, una mujer de confianza de Díaz que podría copar la cabeza de la lista. Pero las presiones de los socios van in crescendo. Y también la reflexión que apunta a elegir un perfil cercano al nacionalismo, que pueda sustraer votos a las formaciones que en este momento representan la principal amenaza para Díaz: el BNG, Bildu, ERC e incluso el partido de Puigdemont.

En el difícil encaje de bolillos para la definición de la lista de Sumar para las europeas se añade un factor nuevo. En el partido de Díaz se está abordando una reflexión sobre cómo frenar la sangría electoral después del resultado decepcionante de Galicia, y a la espera de lo que pueda ocurrir en el País Vasco. La reflexión a la que están llegando en el partido de Díaz es que, de momento, hay que centrarse en las formaciones que pueden arañar votos al proyecto de Sumar. Mientras que el trasvase de votos del PSOE a Sumar se da por agotado, los estrategas de Díaz creen que hay que estudiar la propuesta política de los nacionalistas y frenar su auge. «Hace falta un perfil que rasque en el nacionalismo», sostienen las fuentes consultadas.

En el partido de Díaz han llegado a la conclusión de que el ciclo político inaugurado con el 15-M se ha agotado. Ahora el país ha entrado en otro ciclo, con un PSOE todavía hegemónico, aunque sacudido por los escándalos de corrupción, y un Partido Popular que está recuperando su centralidad en el otro frente. Es la vuelta al «bipartidismo», avisan algunos, con la novedad de que en ámbitos regionales los nacionalistas de izquierdas han sabido renovar su mensaje y representan ahora mismo la principal amenaza para Sumar.

Rascar votos al nacionalismo

El caso gallego lo ha dejado meridiano. Sumar se ha quedado al 1,9% de votos, mientras que el BNG ha cosechado casi una de cada tres papeletas y lidera ahora la oposición al PP. El caso del BNG no es aislado, avisan en Sumar. Bildu se está acercando al sorpasso al PNV, y en determinados sectores (jóvenes y mediana edad) se está convirtiendo en hegemónico. ERC, aun con sus dificultades en el choque con Junts, mantiene fuerza política y electoral. «El problema es que aquellos que en su momento votaban a Podemos, ahora votan a los nacionalistas», reflexionan en el partido de Díaz.

La eurodiputada de Sumar, María Eugenia Palop, interviene durante el acto ‘Ampliando lo público con políticas feministas’, en el Palacio Euskalduna, a 6 de marzo de 2024, en Bilbao
La eurodiputada de Sumar, María Eugenia Palop, interviene durante el acto ‘Ampliando lo público con políticas feministas’, en el Palacio Euskalduna, a 6 de marzo de 2024, en Bilbao

Para las elecciones europeas se impone otra reflexión. Díaz quiere y necesita tener en las instituciones europeas a una persona de su confianza, y uno de los perfiles que se están barajando es el de Rodríguez Palop. La eurodiputada fue la encargada de coordinar la redacción del programa del partido, ya ha participado en los primeros actos de la precampaña vasca y se muestra como una dirigente del círculo de confianza de Díaz. Pero «no la conoce nadie», avisan en Sumar, donde recuerdan que en Galicia fue un error elegir a una persona con escaso tirón electoral.

Además, sostienen las fuentes consultadas, hace falta buscar a alguien que pueda sustraer votos a los nacionalistas. Esta reflexión mueve de repente la brújula de las quinielas hacia otros perfiles de candidatos. Sumar quiere encontrar un «perfil Colau». Díaz quería que la exalcaldesa de Barcelona liderara la lista europea, pero al menos de momento su negativa es definitiva. Hay quien airea incluso el nombre de Joan Baldoví, uno de los líderes de Compromís que ha vuelto a Valencia tras ejercer de diputado en Madrid. Baldoví, sostienen las fuentes consultadas, ofrecería un mayor tirón electoral («Es más conocido», aseguran) y podría arañar votos a los nacionalistas, sin irritar a los afines a Sumar que viven en otros territorios estratégicos, como Madrid o Andalucía.

Baldoví, Urtasun y Bustinduy

Los Comunes quieren que Jaume Asens sea su nombre de referencia para las europeas. Díaz no tiene márgenes para influir en las decisiones del partido de Colau, pero en las secciones de Sumar en Madrid ven difícil que pueda ser el candidato nacional. «Está demasiado manchado, en Sevilla no le votarían», afirman. Aunque podría robar votos a los nacionalistas vascos y catalanes, su cercanía a Puigdemont y afinidad al independentismo abriría un agujero en Madrid y en el sur.

Otro nombre que se mueve es el de Ernest Urtasun. El actual ministro de Cultura sería un perfil que podría arañar votos a los nacionalistas, pero debería renunciar a su ministerio. El único cálculo que podría aprovechar Urtasun, según las fuentes consultadas, es prever una legislatura corta (por los escándalos de corrupción y la dependencia de Puigdemont) y una vuelta táctica a Bruselas para garantizarse cinco años de actividad política de alto nivel para volver más adelante para la batalla interna del ciclo posDíaz. El nombre de Urtasun se mueve sobre todo en la sección catalana de Sumar.

Ernest Urtasun, ministro de Cultura. | EP

Otro nombre que puede resultar atractivo para resolver las presiones internas es el de Pablo Bustinduy, actual ministro de Derechos Sociales. Bustinduy ya fue candidato in pectore a las europeas de 2019, antes de tirar la toalla por la guerra interna con el errejonismo a raíz del nacimiento de Más Madrid. Bustinduy está siendo promovido por algunos sectores de Sumar con el objetivo de convertirlo en un ministro estrella, en una operación parecida a la que lanzó a Yolanda Díaz en la pasada legislatura. El nombre de Bustinduy ya circula como posible candidato en las próximas elecciones autonómicas, y no se puede descartar que su nombre se mueva también para las europeas.

Más allá de la distribución de las cuotas de poder en la lista electoral, con cada partido de la alianza interesado en ocupar uno de los «puestos de salida», tal y como desveló este diario, ahora se presenta otro problema: ¿cómo impedir que los nacionalistas del BNG, Bildu, ERC y hasta Junts gracias al protagonismo de Puigdemont acaben robando votos que en las últimas generales supo cosechar Sumar? La respuesta que esgrimen en el partido de Díaz es buscar a un perfil «nacionalismo friendly» que pueda «rascar votos» en ese espacio político.

Un fracaso en las europeas sería el fin del proyecto de Díaz, coinciden más de una fuente de los partidos aliados a Sumar. Sería la prueba de que la operación no ha cuajado y se activaría una dinámica centrífuga por parte de sus socios, cada uno de ellos interesados en reforzarse en sus regiones de referencia, y mantener a Sumar tan solo como grupo parlamentario en el Congreso o simple alianza instrumental para el gobierno de la nación.

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