Pelea en Sumar por la lista europea: temen sacar tres diputados y no hay sitio para todos

Las bajas perspectivas electorales de Sumar ponen de los nervios a sus socios. El partido de Yolanda Díaz, que celebrará su reunión fundacional el próximo 23 de marzo, empieza a calentar los motores para la campaña de las europeas de junio. Antes deberá afrontar los comicios en el País Vasco, que pueden convertirse en otro agujero negro, tal y como ocurrió en Galicia. El fracaso gallego, precisamente, está condicionando las tácticas y previsiones de los partidos socios de Sumar. Más Madrid, Izquierda Unida, los Comunes de Cataluña y Compromís se disputan un «puesto de salida» en las listas europeas de Sumar. Estos partidos pronostican un resultado por debajo de las expectativas, con tan solo tres escaños europeos y siendo cuatro los partidos que quieren un puesto de salida. La guerra interna y las presiones sobre Díaz están al rojo vivo.

Como si de un baile de las sillas se tratara, las formaciones que apoyan a Sumar se mueven de prisa. Su miedo es que cuando acabe la música, puedan quedarse sin un escaño en el Parlamento Europeo. Cada partido aliado de Sumar ha presentado sus exigencias. Las fuentes consultadas describen el siguiente encaje: Compromís ha exigido un puesto de salida, que puede ser el tercero de la lista de Sumar; los Comunes anhelan a que su hombre fuerte, Jaume Asens, pueda ser cabeza de lista, y en Más Madrid avisan de que por peso electoral deben tener a un representante propio en Europa. IU, por su parte, también exige su cuota de poder.

Hay cuatro aspirantes para tres cargos, con la necesidad para Díaz de consolidar a un núcleo de confianza en las instituciones europeas. ¿Puede Díaz quedarse sin un candidato de Sumar en las próximas listas europeas? Para sus socios, sí.

Choque territorial

El liderazgo de Díaz está siendo cuestionado. Aunque nadie lo admite públicamente, fuentes de las formaciones mencionadas asumen que la política gallega afronta una fase de desgaste. Algunos de sus movimientos no han gustado. El último casus belli ha sido la intención de Sumar de recorrer el país para crear sus primeras células de su desembarco territorial. Compromís y Más Madrid no admiten injerencias. IU se ve desplazados en Madrid, y esto irrita a su federación local. Los Comunes siguen respaldando a Díaz, porque saben que en Cataluña la gallega no tiene intención de penetrar en su feudo.

El problema es que el resultado gallego, así como el choque con Podemos, ofrece una imagen cada vez más erosionada de la lideresa de Sumar. La influencia de Íñigo Errejón también despierta suspicacias. Mientras que en Podemos creen que los errejonistas se están juntando para ir asumiendo más poder en el nuevo partido. Según los morados estarían planeando otro jaque pastor (la operación que Errejón lanzó en 2016 para desbancar a Pablo Iglesias en Podemos a través del control en la sombra de la organización del partido) en versión 2.0, que aspira a debilitar internamente a Díaz, tal y como desveló este diario.

Díaz debe resolver el embrollo. Su intención inicial es copar el puesto de cabeza de lista de las listas europeas. El nombre que más circula en su partido es el de María Eugenia Rodríguez Palop. Fue la candidata de Unidas Podemos en 2019, obtuvo un resultado aceptable y tiene conocimiento de las instituciones comunitarias. Su perfil de profesora universitaria encaja con la vocación de Sumar de mezclar experiencia política con procedencia de la sociedad civil. Y Díaz quiere promover a un grupo de dirigentes fieles, pero las bajas perspectivas electorales lo complican todo.

Tres diputados

Si Díaz decide controlar la cabeza de lista, quedarán solo dos «puestos de salida» para cuatro partidos. Los Comunes cuentan al menos con el número dos. Asens se ha convertido en un miembro estratégico por sus relaciones con Carles Puigdemont. Además, el político aspira a un cargo europeo para desviar posibles investigaciones sobre lo ocurrido en 2016 con el fracaso del proyecto del Open Camp de Barcelona. De aceptar esta exigencia, solo quedaría un hueco seguro para todos los demás.

Compromís ya ha avisado de que no quiere quedarse fuera, so pena romper con el partido de Díaz. Y de ser así, ¿IU y Más Madrid qué harán? De ahí que se mueve una segunda hipótesis: que Díaz renuncie al cabeza de lista, dejando un hueco seguro a Compromís y pidiendo a Más Madrid un sacrificio, a cambio de nuevos cargos en el Gobierno. Más Madrid tiene un ministerio de peso, y Díaz puede ofrecer altos cargos técnicos a la formación de Mónica García para que renuncie a un puesto de salida en Europa. Y aunque Más Madrid se sacrificara, quedaría por resolver el papel de IU.

Izquierda Unida es quizás el partido que mantiene la posición más contradictoria respecto a Sumar. Por un lado, su cúpula nacional (a la espera de la sustitución de Alberto Garzón) brinda un apoyo firme a Yolanda Díaz. Por el otro, hay secciones territoriales y grupos muy influyentes que muestra sus recelos. En Madrid, por ejemplo, IU teme quedarse como una simple comparsa de Sumar. Los andaluces de IU presionan para que, al igual que con Compromís y Más Madrid, Sumar no penetre en su región. Díaz concedió a IU un ministerio, el de Juventud para Sira Rego, que sin embargo tiene unos poderes y competencias muy limitadas.

La importancia de los escaños europeos es notable porque el Parlamento Europeo concede a cada diputado una elevada cuantía de dinero anual, con un nivel de discrecionalidad muy elevada. El dinero que estos representantes manejan para fichar a colaboradores (los «liberados») es ingente, hasta el millón de euros. Por lo que los partidos políticos luchan con ahínco para hacerse con esa cuota de poder. Y las perspectivas electorales a la baja de Sumar han activado una batería de ultimátums y presiones internas que Díaz deberá resolver antes de que su proyecto se convierta en un castillo de cartas tambaleante e inestable.