Sánchez ordena omitir las noticias críticas sobre Begoña Gómez y pasar a la «ofensiva»
El presidente prepara una intervención en el Senado para contraatacar al PP y esquivar las cuestiones «familiares»
El PSOE destila nerviosismo y recrudece su estrategia de blindaje ante las informaciones de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Ni Pedro Sánchez ni su esposa serán llamados de momento por el PP para comparecer en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo, pero el presidente se ha preparado a conciencia para su comparecencia este miércoles en el Congreso de los Diputados, consciente de que la cascada de noticias sobre su mujer será munición electoral para el PP y Vox con el rally electoral de vascas, catalanas y europeas de los próximos meses. Un mes después de que el nombre de Begoña Gómez apareciera en la portada informativa, el presidente Sánchez ha conseguido no tener que responder siquiera a una pregunta sobre las informaciones periodísticas publicadas por El Confidencial, THE OBJECTIVE y otros medios de comunicación en relación a las diferentes reuniones que Begoña Gómez mantuvo con los directivos de Globalia, la OMT, la consultora Barrabés, los avales con los que patrocinó al gurú de su cátedra en la Universidad Complutense o la empresa de reciente creación con la que la mujer del presidente pretende canalizar fondos europeos.
Según fuentes socialistas y gubernamentales consultadas por este periódico, el presidente del Gobierno ha dado la orden de «pasar a la ofensiva» sobre las informaciones que afectan a su mujer, no sólo en relación a la utilización de las informaciones sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso como cortina de humo, sino también en relación a la estrategia de comunicación en la que se enmarca la amenaza al diario El Confidencial con «ejercer la acción judicial» tras exigir al medio que retirara un titular sobre el apoyo a la UTE en la que se integró el consultor Carlos Barrabés tras su carta de recomendación. Una estrategia que se desplegará el miércoles en el Congreso, donde Sánchez evitará los embistes directos sobre este asunto contraatacando a los casos que afectan a los familiares de los dirigentes del PP.
Según fuentes gubernamentales y socialistas consultadas por este diario «no hay caso» en la «actividad profesional de Begoña Gómez». Sin embargo, la inquietud se respira en todo el partido con un asunto que todos quieren evitar y que los portavoces autorizados están obligados a defender, siguiendo a pies juntillas el argumentario oficial. En privado, sólo los cargos medios del PSOE con responsabilidad relativa se atreven a reconocer que «el tema pinta mal». Pero en Ferraz niegan las evidencias, obvian las reuniones reconocidas por fuentes de Globalia en su sede, las fotografías de los encuentros de Gómez en el extranjero aún calidad de «primera dama» y los documentos públicos con la rúbrica de ésta, que desveló El Confidencial. El argumentario oficial es negar los hechos, hablar de bulos y mentiras y desviar el asunto, diciendo que «no tiene nada que ver» con otros «escándalos como el de Ayuso» que deben derivar, a su juicio, en dimisiones.
Desde hace semanas, Gobierno y PSOE trasladan a los periodistas la conveniencia de no replicar las informaciones publicadas sobre Begoña Gómez e impiden preguntar a los periodistas de los medios de comunicación que las publican, algunos de los cuales, como THE OBJECTIVE, acumulan más de seis semanas sin poder realizar preguntas en las diferentes ruedas de prensa de Moncloa y Ferraz. Incluso el presidente Sánchez ha realizado llamadas personalmente a algunos medios de comunicación para que no se informe sobre su mujer, según ha podido saber este diario. Este lunes, Ferraz dio un salto cualitativo al conceder sólo tres turnos de palabra a los periodistas congregados frente a la más de media docena de preguntas habituales. Un recorte que desde el servicio de prensa se justificó diciendo que la portavoz de la Ejecutiva, Esther Peña, «se tenía que ir», pese a que no había ningún acto convocado en la agenda del partido o el Congreso y que permaneció posteriormente con los periodistas en conversación informal.
La ‘periodista’ Esther Peña
Da la casualidad de que la portavoz del PSOE, Esther Peña, realizó desde su atril hasta cuatro veces más preguntas que las permitidas a los periodistas presentes en la sala de prensa de Ferraz, 12 frente a tres, todas relativas al PP, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid y la mujer de Alberto Núñez Feijóo. «La presidenta que mintió en el atril sigue sin responder a las preguntas pertinentes, que éstas sí son de interés general: ¿estaba la señora Ayuso sentada en los consejos de gobierno que aprobaron los pagos de 400 millones de euros al grupo Quirón? ¿Sabía que el grupo Quirón era el mejor cliente de su pareja?¿Podría ampliarnos información sobre esos 600.000 euros que según ella Hacienda debe a su pareja? ¿Sabe la señora Ayuso que su pareja facturó cuatro veces más desde que inició su relación? ¿Sabía que las obras del piso en el que vive son ilegales? ¿Sabía también que su pareja tiene una empresa en Panamá junto a un directivo de Quirón Salud?».
Tras llamar «triturador» al jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, y «monologuista de comedia» al secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, sumó dos preguntas más sobre la reciente reunión de éste con la pareja de la presidenta regional: «¿Qué hacía la mano derecha de la presidenta de la CAM reunido con un particular comisionistas de material sanitario y defraudador confeso a la Hacienda pública? ¿Acaso pactaron una estrategia conjunta de defensa?». A preguntas del diario Público sobre la información relativa a las adjudicaciones del servicio gallego de salud que supuestamente beneficiaron al hermano de la esposa de Feijóo, la portavoz Peña leyó una respuesta escrita en relación a este asunto: «Un día más, hay muchas preguntas sin respuesta en la mesa del señor Feijóo, que es incapaz de dar contestación de dar respuesta a ninguna, de las que le hacen ustedes, pero también de las que les queremos hacer nosotros en sede parlamentaria y aquí. Si les parece me gustaría formularle…».
Con una sonrisa, la portavoz de la dirección federal continuó leyendo su discurso: «No desisto, no pierdo la esperanza de que el PP y el señor Feijóo nos explique si Núñez Feijóo estuvo sentado en el consello de gobierno cuando el servicio gallego de salud informaba sobre estos contratos, si él estaba allí… ¿Sabía el señor Feijóo que le estaba concediendo estos contratos a la empresa del hermano de su pareja ? ¿Participó el señor Feijóo de manera directa o indirecta o por persona interpuesta en la concesión de estos contratos? ¿Considera el señor Feijóo que hay un patrón que se repite, comunidad tras comunidad, en lo relativo a contratos de empresas con vínculos familiares? Creo que es el momento del señor Feijóo, que asuma responsabilidades y salga de la paralización». Tras 18 minutos de rueda de prensa y tres únicas preguntas concedidas a Telecinco, El País y Público, Peña dio por finalizada la comparecencia en Ferraz pidiendo unidad para acabar con la «impunidad» del PP: «Llega el momento en el que todos tenemos que presionar para que dejen de reírse de nosotros».