Albares ataca a los diplomáticos próximos al PP que Feijóo fichó en campaña: «Una vergüenza»
El ministro de Asuntos Exteriores les acusa de «servir a un partido político» en vez del Estado
José Manuel Albares en su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado. | Foto: Jesús Hellín (EP)
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha arremetido este lunes contra los diplomáticos en activo próximos al Partido Popular que Alberto Núñez Feijóo fichó para su equipo de campaña antes de las elecciones generales del 23-J. «Había funcionarios diplomáticos en activo, en aquel momento y ahora. Eso es una vergüenza para ustedes, una vergüenza para esos diplomáticos, que en vez de servir al Estado decidieron servir a un partido político», ha dicho dirigiéndose a la bancada popular en un tenso debate durante su comparecencia en el Senado para hablar de la política exterior de su ministerio.
El jefe de la diplomacia española se ha referido con estas palabras a Ildefonso Castro, ex número dos de Exteriores con Alfonso Dastis y que de 2018 a 2022 estuvo de embajador en Irlanda; a Pablo García-Berdoy, representante permanente ante la UE tanto con Mariano Rajoy como con Pedro Sánchez; a Nicolás Pascual de la Parte, exembajador ante la OTAN durante el anterior Gobierno del PP; y a José María Robles Fraga, exdiputado popular en los noventa quien luego ha sido destinado al frente de embajadas como Rusia, Pakistán y Lituania. Los cuatro fueron incluidos en el equipo de política internacional de Feijóo en vísperas de los citados comicios.
Albares ha pedido a los senadores del PP que no esparzan «sospechas, bulos, calumnias sobre las oposiciones a la carrera diplomática» después de que THE OBJECTIVE y El Confidencial se hayan hecho eco de las quejas de opositores de que Exteriores favorece a las mujeres en los últimos años. «No lo politicen todo. Están cruzando una línea roja en la carrera diplomática, la están politizando. Feijóo exhibió una lista de quien iba a ocupar el ministerio, a ocupar como si esto fuera una guerra, cuando ustedes gobernaran», les ha advertido.
El ministro ha pedido al PP que «no se fíe mucho» de esos diplomáticos «porque bien que aceptaban las embajadas del Gobierno social-comunista» tras la llegada del PSOE al poder. «Todos ellos han sido embajadores con este Gobierno. Eso demuestra que no hay ningún sectarismo en estos momentos en el Gobierno», ha hecho hincapié Albares al recordar los casos -sin citarles por su nombre- del exministro Alfonso Dastis; de Jorge Moragas, exjefe de Gabinete con Rajoy; y de José Ramón García Hernández, portavoz del PP en la Comisión de Exteriores durante varias legislaturas.
El primero fue nombrado embajador ante Italia y ahora está destinado en Hungría. Moragas ha pasado por Filipinas y ahora está al frente de la embajada española en Tanzania, mientras que García Hernández lleva cuatro años de embajador en Noruega. «No intenten politizar la carrera diplomática ni establecer ninguna sospecha», les ha advertido a los senadores del PP.
Previamente, Albares ha reprochado al principal partido de la oposición que no ayude en el Parlamento Europeo y ante los gobernantes «de su misma familia política» que se sientan en el Consejo Europeo a la hora de conseguir la oficialidad de catalán, euskera y gallego en las instituciones europeas.
En el caso de la Eurocámara, ha recordado que ha enviado una nueva carta a la presidenta, la popular Roberta Metsola, para que promueva la cooficialidad de dichas lenguas en los plenos. «Necesitamos una mayoría en la Mesa del Parlamento Europeo. (…) Y lo único que nos falta es que el PP vote a favor para que mañana nuestras lenguas cooficiales pasen a ser oficiales» en esta institución.
«El problema está en ustedes», les ha dicho a la bancada popular tras aludir a la «identidad constitucional española» de las lenguas cooficiales. «Pueden ayudarme o no, porque yo no voy a abandonar ese combate», les ha advertido tras subrayar que quien está «frenando precisamente» esta reclamación de los independentistas «son fuerzas de su familia política», refiriéndose al PPE.
Albares ha reclamado en varias ocasiones al PP «menos golpes de pecho y más colaboración con el Gobierno en política exterior». En un momento dado de su comparecencia se ha dirigido al senador por Melilla, Fernando Gutiérrez, tras escucharle un exabrupto contra él. «El adversario no es enemigo, no respetar a quien no piensa como usted degrada la democracia. Debería dar vergüenza a un senador pronunciar insultos. Vengo con respeto y les escucho con respeto. Y usted debería hacer exactamente lo mismo», le ha dicho en el momento de mayor tensión.
«Que yo piense distinto de usted no quiere decir que yo esté contra usted. Y tampoco tengo que tolerarlo todo. Mucho menos el insulto. Es mi opinión respaldada por millones de españoles, como yo respeto la suya», ha proseguido. Tras ello, ha reiterado su «prioridad absoluta» en la aplicación de la ley de Memoria Democrática y ha pedido al PP que «no confunda concordia con victoria».
«Los Derechos Humanos, no hace falta irse tan lejos para defenderlos. Los tenemos bien cerca, en los millones de familias que tienen todavía a sus seres queridos enterrados en cunetas y fosas comunes. Después de Camboya, somos el país del mundo que tiene más fosas comunes sin abrir», ha dicho sobre la Guerra Civil y la posterior represión franquista.
«Soy el ministro que ha retirado los escudos franquistas de la fachada del Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha retirado todos los objetos franquistas que quedaban en las embajadas. Lo seguiré haciendo. Muy orgulloso y con la cabeza muy alta», ha dejado claro en la comisión del ramo en la Cámara alta.
Sobre los diferentes temas de política internacional, la principal novedad manifestada por Albares es que ha pedido «expresamente» a Polonia que haya «un político y contradictorio ya, no lo antes posible» para Pablo González, quien acaba de cumplir dos años de prisión preventiva. «Pero no soy todopoderoso, no soy un juez, no puedo conminar al juez polaco», ha reconocido antes de incidir en que los diplomáticos españoles han realizado «18 visitas» al periodista acusado de ser un espía ruso desde su detención. «Intentamos verificar acceso a abogado de oficiales, que conozca sus cargos, todo lo que está en nuestra mano», ha insistido.
