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Política

Algunos opositores a diplomático denuncian que Exteriores favorece a las mujeres

Críticas por un presunto «sesgo de género» del tribunal calificador en los últimos procesos selectivos

Algunos opositores a diplomático denuncian que Exteriores favorece a las mujeres

José Manuel Albares junto a una de las gráficas que circulan en Exteriores. | Ilustración: Alejandra Svriz

El próximo sábado empieza el primer examen de las oposiciones de este año para ser diplomático con 28 plazas en juego, las mismas que en 2023. A la polémica de los últimos años sobre los cambios en el temario, se unen ahora las sospechas entre algunos aspirantes de que el Ministerio de Asuntos Exteriores pueda favorecer como en los últimos años a las candidatas femeninas.

THE OBJECTIVE ha tenido acceso a varias gráficas que muestran en los últimos procesos selectivos un presunto «sesgo de género» por parte del tribunal calificador a medida que se iban realizando las pruebas -hay cuatro en total- para que saliesen más mujeres que hombres en la lista final de aprobados de esta exigente oposición. Con ello, se habría vulnerado el artículo 9.1 de la resolución de la convocatoria, por el que los miembros del tribunal están obligados a velar «por el estricto cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades entre ambos sexos» en dicha oposición.

En el punto de mira de los denunciantes está el diplomático Álvaro Kirkpatrick, presidente del citado tribunal en los dos últimos años y que va a presidir por tercer año consecutivo las oposiciones a la Carrera Diplomática. Un hecho sin precedentes en Exteriores y que ha levantado un enorme revuelo entre los que repiten para intentar entrar en este cuerpo funcionarial. Gracias a ello, Kirkpatrick habrá elegido a casi un centenar de diplomáticos -el 10 por ciento del total de los funcionarios en activo- que siempre le estarán agradecidos y que en el futuro podrán tener gestos con él si acceden a puestos de responsabilidad.

Tras la llegada de José Manuel Albares al ministerio en julio de 2021 se ha producido un cambio histórico en el resultado de las oposiciones a diplomático… y que coincide también con la elección de Kirkpatrick como presidente del tribunal. En 2022 hubo por primera vez en la historia de Exteriores más mujeres que hombres al final del proceso (14 vs 21 para un total de 35 plazas) pese a que hubo más candidatos que candidatas al inicio de los exámenes. Una proporción final del 60% de mujeres frente al 40% de hombres -ver la gráfica de abajo- que se ha mantenido en 2023 casi en el mismo porcentaje (12 vs 16). Pero no porque algunas de ellas hayan sido mejores, advierten varios opositores consultados por este periódico, sino porque se les ha favorecido en detrimento de sus rivales varones.

En 2023, por ejemplo, el primer examen -de tipo test por lo que es el más objetivo de los cuatro- lo aprobaron 261 personas, el 58% eran hombres y el 42% mujeres. La nota media de los varones fue de 5,73, mientras que de las candidatas fue del 5,53. En el segundo examen de idiomas empezaron a darse la vuelta a los porcentajes: aprobaron 69 hombres (el 53%) y 61 mujeres (el 47%). Un análisis de los aprobados determinó que el 55% de las féminas que llegaron al segundo examen lograron superar el trámite, mientras que ese ratio entre los varones fue del 45%.

Las gráficas que circulan entre opositores incluyen el dato de la dispersión o diferencia entre la nota del segundo examen y la del primero. Con ello, se puede comprobar si hay alguna clase de sesgo de género al puntuar más a un colectivo que al otro. Con el cruce de ambos datos, aparece que los hombres sacaron de media 0,23 puntos más que en el primer examen, mientras que las mujeres lo aumentaron en un plus de 0,65 puntos. Por lo tanto, triplicaron la dispersión positiva de los varones.

En el tercer examen del año pasado -que consiste en un comentario de texto y una entrevista- es donde hubo el vuelco a favor de las candidatas, que lograron 45 aprobados. Solo hubo 30 hombres que lo superaran. Es decir, únicamente el 43% de los varones que llegaron al tercer examen lo aprobaron, mientras que el porcentaje para las mujeres se disparó hasta el 73%.

Una diferencia que es una «auténtica burrada», en opinión de una de las fuentes, cuando en la dispersión no había una diferencia significativa (-0,11 puntos para ellos frente a -0,10 puntos para ellas). «El tribunal se contuvo a la hora de inflar la nota a las mujeres, pero aprobó a más candidatas, muy por encima de los hombres», subraya este opositor.

Con los porcentajes invertidos al final del tercer examen sobre el número de aprobados -60% de mujeres y 40% de hombres-, la cuarta prueba en la que los candidatos exponen varios temas elegidos al azar delante del tribunal sirvió para designar a los 28 nuevos diplomáticos sin cambiar las proporciones arrastradas del tercero. Los finalmente elegidos fueron 12 varones y 16 féminas. Sin embargo, la dispersión de este examen con respecto al primero es llamativa.

Las mujeres tuvieron 0,98 puntos más de media respecto al primer examen de tipo test… con el mismo temario repartido en 200 temas. «Si una persona lo hizo muy bien en el test y finalmente llega a cuarto, ¿debería tener más opciones, no?», se pregunta uno de los afectados. La respuesta es negativa, a tenor de los datos que dan las gráficas, porque los hombres tuvieron una dispersión negativa de 0,1 puntos. Por lo tanto, la diferencia de este baremo entre géneros fue de 1,1 puntos. «Quiere decir que las mujeres han obtenido más de un punto más que los hombres en las valoraciones del cuarto examen. Tampoco esto tiene ninguna explicación racional», argumenta.

Además, si se observan los aprobados del cuarto examen se pueden seleccionar dos grupos. Uno de percentil alto con los que tuvieron más de un 6 en el primer test y otro de percentil bajo, con los que no llegaron a esa cifra. Incluso, la cifra de corte quedó por debajo de 5 -en el 4,8 concretamente- para sorpresa de muchos aspirantes. En el primero de los grupos hubo ocho varones y seis féminas, mientras que en el percentil bajo quedaron cuatro hombres y diez mujeres. «El tribunal ha sido más benévolo con las mujeres que venían con una nota más baja en el test que a los hombres», advierte otra fuente.

Felipe VI en la última entrega de despachos a los nuevos 28 diplomáticos. | Foto: Casa de SM el Rey

Entre los suspendidos del último examen del año pasado hubo, asimismo, candidatos que habían sacado una nota alta en el primero -uno llegó al 7,4, pero también hubo gente cerca con un 7,1 o 6,9-, mientras que varias de las diplomáticas elegidas en el cuarto arrastraban notas con un 4,9 o un 5,1 de la primera prueba. «Es absurdo, parece que da igual lo que hayas hecho en la secuencia de los tres primeros exámenes. Al final, todo depende de lo que el tribunal decida en el cuarto sobre la base de 75 exámenes distintos, valoraciones subjetivas y actas que ni siquiera publican. Tampoco se graban las sesiones», se queja un aspirante que se quedó a las puertas de superar la oposición.

Las cifras del último tribunal presidido por Kirkpatrick contrastan con las de Javier Herrera como presidente en 2019, donde la correlación de aprobados entre hombres y mujeres se mantuvo «coherente», con porcentajes similares desde el primer al cuarto examen. Una situación que se repitió con Alicia Moral en 2020. A partir de ese momento, con Albares ya de ministro, el ratio de mujeres aprobadas subió a 50 con Pedro Calvo-Sotelo y luego al 60 por ciento, rompiéndose de esta forma la correlación estadística con respecto al número de presentadas.

El jefe de la diplomacia celebró las cifras de mujeres en la última entrega de despachos a los 28 nuevos diplomáticos ante el rey Felipe VI. «La igualdad de género también se abre paso en la carrera diplomática. Por segundo año consecutivo tenemos una promoción con más mujeres que hombres», enfatizó Albares el pasado 2 de abril antes de hacer hincapié en que «el compromiso con la política exterior feminista empieza en casa».

Los ánimos están caldeados entre los opositores en los últimos días, sobre todo desde que haya empezado a circular un tuit (ver abajo) en el que se denuncia la presencia en el proceso selectivo de este año de una candidata -María Mercedes Albert Llacer- que en la última oposición formó parte del tribunal que presidía Kirkpatrick como asesora especialista del idioma inglés. La opositora señalada se apuntó al concurso de 2023, según ha podido comprobar THE OBJECTIVE, pero finalmente no se presentó al primer examen. Ello no fue impedimento para que el presidente del tribunal la ‘fichase’ como asistente para la segunda prueba.

Una decisión muy cuestionada entre las fuentes consultadas por este diario, ante la posibilidad de que Kirkpatrick se la vuelva a encontrar ahora con opciones de convertirse en diplomática. Desde la Oficina de Información Diplomática (OID) se quiso quitar hierro al asunto a preguntas de este diario, al puntualizar que Albert Llacer no era miembro del tribunal en 2023, sino que se limitó a asesorar «sin que su opinión fuese vinculante». Tampoco tuvo la potestad de calificar.

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