El PSOE teme que Sánchez cambie a su núcleo duro: «Sabe que no tiene guardia pretoriana»
La Comisión Federal de Listas se reúne este martes en Ferraz tras el aplazamiento de la decisión del presidente
El PSOE se asomó hace unas horas al abismo y se libró de caer. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió no apretar el botón rojo que habría supuesto «reventar el Gobierno y el partido», en palabras de dirigentes socialistas, que habían mostrado su malestar por un proceso de toma de decisiones «profundamente irresponsable, egoísta e infantil», y que ha dejado el país en stand by durante cinco días. Según las fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, «nadie conocía la decisión, ni siquiera Zapatero», y los miembros del Consejo de Ministros y su núcleo duro, a los que Sánchez apartó desde el miércoles por la tarde, se enteraron prácticamente en directo de la decisión que comunicó el presidente en soledad, mientras su núcleo duro lo seguía desde una sala de Moncloa. La primera en conocer el resultado de su reflexión fue la misma que la motivó y la auspició: su mujer, Begoña Gómez.
Para quienes más le conocen se han vuelto a demostrar dos cosas. Primero, que Pedro Sánchez tiene «una capacidad extraordinaria de afrontar la adversidad»; y segundo, que se evidencia «el peso que tiene su familia» en su toma de decisiones. La segunda reflexión hace alusión a que «fueron Begoña y su madre Magdalena quienes le han convencido. Estaban indignadas, intentando animarle y convencerle». En el 2016, fue su esposa quien le convenció en un viaje a San Francisco de que se presentara para la llamada ‘reconquista de Ferraz’, tras su derrocamiento por el Comité Federal, y ha vuelto a ser ella quien le ha servido de gasolina para poner la maquinaria a punto.
Sus gurús, sus consejeros áulicos, no han sido, por tanto, los spin doctors de La Moncloa ni los fontaneros de Ferraz, sino «una familia muy unida» que ha puesto en evidencia las carencias de su núcleo duro. Según fuentes socialistas, «a Sánchez le sobran sus estrategas actuales», y más tras la muerte de Miguel Barroso que era «quien realmente estaba al timón», como evidencia que Sánchez les excluyera de su reflexión como consecuencia de la «decepción» por su tibia defensa. «El origen de todo es una quiebra en lo personal, porque ve que los suyos no les defienden. Ninguno de sus ministros se entera de que le abren una querella a su mujer y en Moncloa no se siente respaldado». En definitiva, «él se ha dado cuenta de que no tiene guardia pretoriana».
Cambios en Moncloa y Ferraz
Y ello tiene una conclusión, que se desliza aderezada con temor e inquietud: posibles cambios en el PSOE. Fuentes socialistas consideran que los más urgentes no pasan tanto por Ferraz como por Moncloa, porque «ha fallado el puesto de mando del gabinete del presidente», en manos de Óscar López, y su número dos, Antonio Hernando, sobre quienes ya se pidieron responsabilidades hace meses en la campaña de las elecciones generales del 23-J. Fue precisamente entonces cuando el PSOE recordó la animadversión que la propia Begoña Gómez tenía con López y Hernando (especialmente con este último) por haberle traicionado en el pasado tras su salida de Ferraz. Y ahora, «la historia se repite, con ella como protagonista».
Diversos sectores del PSOE consideran que estos cambios son inaplazables y deben afectar también al secretario de Estado de Comunicación, Francésc Vallés, diligente con los medios afines pero inexistente para el resto. «No tiene un pase que El Confidencial revelara que intentó comunicarse con Vallés y ni siquiera contestara. ¿A qué se dedica el responsable de la prensa?». También Vallés fue cuestionado tras la campaña de las municipales del 28-M, pero el éxito de la carrera al 23-J, que «Pedro se echó él solo sobre los hombros», hizo desvanecerse la crítica sobre ellos y todos fueron ratificados en sus puestos. Algo parecido está ocurriendo en este momento. El presidente cumplió este lunes su promesa de salir «más fuerte si cabe» de su parón temporal y se enfrascó en el inicio de una tournée mediática que inició en TVE y proseguirá este martes en la Cadena SER.
La ‘vendetta’ por las listas del 23-J
También el sanedrín gubernamental y socialista formado por María Jesús Montero, Félix Bolaños y Santos Cerdán está en el centro de la diana. El secretario de Organización está «claramente amortizado», pero el PSOE le mantiene en su puesto al menos hasta después de las elecciones europeas. «Podría hacerlo inminente, pero va a esperar al 9 de junio» porque es él quien dirige los Comités Electorales que planifican la estrategia de las dos citas electorales antes del verano. Es también quien negoció con los barones y secretarios generales autonómicos las cuotas territoriales para las listas europeas que se ratificarán este martes en la Comisión Federal de Listas en Ferraz. La reflexión del jefe del Ejecutivo motivó su aplazamiento, a petición de precisamente de los barones socialistas. El mensaje: que la posible dimisión de Pedro Sánchez abría un nuevo escenario en el que «Santos Cerdán resultaba claramente debilitado» y los dirigentes territoriales no estaban dispuestos a asumir sus imposiciones ante una caída inminente. Un «tú ya no mandas», que podría dejar sorpresas en la reunión del cuartel general socialista, donde algunos pretenden pasarle la factura de los cambios que ejecutó Cerdán en la elaboración de las listas sobre tres territorios concretos: Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha.
Las citadas fuentes se preguntan: «Si consideras que no te han defendido lo suficiente, ¿van a seguir como si nada? ¿Sigues con la misma gente, haciendo las mismas cosas?». Y anticipan que el Pedro Sánchez que resurge de las cenizas tiene una inclinación disruptiva, incluso dramática, que le lleva a tomar decisiones sin dilaciones ni miramientos. Y más ante una militancia desconcertada que, a medida que avanzan las horas, se pregunta: ¿qué ha pasado? Y si realmente ha habido algún componente de utilización política, sino de engaño, para aprovechar la situación sobre su mujer en su propio beneficio. «Estamos más débiles, no entendemos nada», se esgrime en las agrupaciones socialistas. Sólo si se dirimen responsabilidades, se entiende la gravedad de lo vivido: «El presidente ya es vulnerable, hemos mostrado dónde duele, y van a ir a por él. Se ha gestionado mal» y el partido pide las cabezas de los responsables.