El PP fía su éxito en Cataluña al 'sorpasso' a Vox y no descarta un bloqueo institucional
Cargos del PP animan a la dirección a «sacar más pulmón» porque «estamos ante una maquinaria increíble»
El Partido Popular afronta las elecciones en Cataluña de este domingo con un optimismo sobre la posibilidad real de arrebatar a Vox el liderazgo de la derecha en esta comunidad, que perdieron en 2021. En los últimos comicios, la formación que preside Santiago Abascal escaló hasta los 11 parlamentarios, mientras que los populares, entonces liderados por Pablo Casado, se desplomaron hasta los tres. El PP no descarta una repetición electoral y augura una situación de «ingobernabilidad».
La mayoría de los cargos del PP consultados por THE OBJECTIVE admiten que «el objetivo es superar a Vox» y confían en que sea así, sobre todo porque pueden engullir todo el voto que fue a Ciudadanos y arañar algo de Vox. Feijóo ha contribuido a esta ofensiva sobre Vox incluyendo en campaña el problema de la inmigración y la okupación en Cataluña. Igualmente, ha centrado también sus intervenciones en dos de las cuestiones que más preocupan en Cataluña, como son la seguridad y la economía.
Con la mirada puesta en ese sorpasso a Vox, el PP de Cataluña ha contado con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como antídoto al voto a Vox. Su presencia se ha concentrado en el último día de campaña, donde ha participado en actos electorales en Gerona, Tarragona y Lérida. El discurso de Ayuso es muy similar al tono que utiliza el candidato popular, Alejandro Fernández, situado en posiciones muy combativas con el independentismo.
Precisamente, la figura de Alejandro Fernández se ha convertido en el talismán de los populares para conseguir el objetivo de ganar terreno a Vox. Su candidatura ha merecido el consenso de gran parte de los dirigentes consultados al afirmar que «tenía que ser Alejandro Fernández, no había otro», a pesar de que en la dirección nacional hubo dudas sobre el liderazgo de Fernández. «Es el mejor candidato, tiene discurso, seguridad y conoce muy bien Cataluña», apuntalan.
Los populares también valoran como un hecho positivo en esta campaña la coordinación que ha habido entre la responsable de la misma, Dolors Montserrat, con Alejandro Fernández. Un tándem que ha servido de unión entre la dirección nacional y la catalana, que venía sufriendo un deterioro en sus relaciones. El nombramiento de la eurodiputada y cabeza de lista en las elecciones al Parlamento Europeo ha servido para demostrar, según las fuentes populares, que «todos remamos en la misma dirección».
Los populares consultados consideran que «la campaña ha estado bien enfocada», aunque otros cargos apuntan que en el futuro hay que «sacar más pulmón» desde la dirección nacional porque «estamos ante una maquinaria increíble», en relación al PSOE, que «está adaptada a la política actual». En este sentido, animan a a la dirección a «reinventarse» porque «hay una España que ya no está conectada, que está aburrida de todo lo que hay, y ese es el problema. Es la gente que suele leer, que se crea su opinión, independientemente de lo que se dice por ahí».
Una de las incertidumbres de esta campaña es la posibilidad de que el bloque constitucionalista, PSC, PP y Vox supere al independentismo. Esta posibilidad podría suponer el inicio de un cambio político en Cataluña, en el sentido de que el nacionalismo ya no cala entre los catalanes. Desde el PP, como ya publicó THE OBJECTIVE, han empezado a detectar un trasvase de votos del PSC a esta formación política, sobre todo entre los jóvenes. Es tan solo de un cinco por ciento, pero los populares consideran que este fenómeno es muy significativo de cara al inicio de la recuperación en esta comunidad.
Sobre el posible resultado electoral de este domingo, en el Partido Popular no descartan un «bloqueo» que desemboque en la repetición electoral. Las encuestas dan por hecho que el PSC ganará las elecciones, pero su candidato, Salvador Illa, no podrá gobernar en solitario, y las malas relaciones entre Junts y ERC hacen difícil, sobre la mesa, un Gobierno a tres. El partido nacionalista que se vea perjudicado en la alianza del PSC podría retirar su apoyo a Pedro Sánchez en Madrid y hacer tambalear la legislatura.