El PSOE prevé quedarse a apenas 200.000 votos y dos escaños del PP en las europeas
Las estimaciones socialistas hablan de una «activación de la izquierda» hasta alcanzar los seis millones de votos
Hace meses, el sueño del PP y el temor del PSOE es que en las elecciones europeas del 9-J se repitiera el resultado de las urnas europeas de hace cinco años, pero a la inversa. Una ventaja de la primera fuerza sobre la segunda de diez escaños y diez puntos porcentuales, como logró el PSOE en los últimos comicios de hace cinco años, en mayo del 2019, con un 32,84% de los votos frente al 20,13% del PP, 20 escaños frente a 12. Sin embargo, tal parece que los resultados podrían asemejarse más con los de las eleciones europeas de 2014 en las que sí ganó el PP, pero por un estrecho margen de dos escaños (16 frente a 14) y apenas tres puntos porcentuales (26% frente al 23%). La ventaja con la que partía Feijóo hace unos meses se ha ido recortando desde la decena -como reflejan las últimas encuestas publicadas por Sigmados para el diario El Mundo o Ipsos para Euronews-, hasta los cuatro-seis escaños (23-/25 PP-18 PSOE). El motivo, según ha podido saber THE OBJECTIVE, es la activación de la izquierda que recogen los datos propios de Ferraz, donde la distancia se ha reducido hasta sus niveles mínimos en los últimos quince días, desde que la operación dimisión espoleó al votante progresista agitando el avispero de la movilización.
Las fuentes socialistas consultadas hablan de una «recuperación», una mejora de la intención de voto del PSOE, que se ha evidenciado en el resultado del PSC el pasado domingo en Cataluña, y que se está registrando en las encuestas propias socialistas para las elecciones europeas. Las estimaciones electorales de los estrategas de Ferraz recortan la distancia con el PP hasta un empate técnico, con los populares en cabeza, pero apenas a una distancia de 2-3 escaños y 200.000 votos. Según la proyección de voto que hacen en el quirófano demoscópico de Ferraz para el 9-J, el PSOE se sitúa en los seis millones de votos, frente a los 6.200.000 de los populares, lo que traducido a escaños supondría 25 para el PP y 22-23 para el PSOE.
El efecto «fuegos artificiales»
Los cálculos socialistas se basan en un efecto ‘fuegos artificiales’, que ha disparado la movilización de su electorado a corto plazo y que, prevén, «aguantará hasta el 9-J pero no mucho más» y ante la que el PP tiene una dificultad sobrevenida, según fuentes socialistas: tendría que alcanzar el millón de votos de diferencia para superar al PSOE en cuatro escaños. De hecho, ésa es precisamente la estimación de voto que conceden a Sumar: un millón de votos y cuatro escaños, en cuarta posición y por detrás de Vox, con un millón y medio y seis eurodiputados en el Parlamento Europeo. El resto de candidaturas obtendrían, según estas previsiones socialistas, dos escaños para la plataforma electoral formada por ERC-EH Bildu y BNG, y un para Junts. Al PNV lo sitúan fuera del Parlamento Europeo.
Ferraz se muestra confiado en sus previsiones, habida cuenta de que su tracking para las catalanas ‘clavó’ los 42 escaños del PSC, si bien se desvió en cuatro escaños en la estimación de ERC, fijada en 24. El resultado de las urnas rebajó su representación hasta los 20 parlamentarios, 13 menos que los obtenidos el 14-F de 2021. Los socialistas sostienen que la corrección a la baja del PP que están haciendo las últimas encuestas publicadas es idéntica a la que se detecta en sus propios estudios cuantitativos. «Si la distancia es ahora de cuatro, en tres semanas podemos hasta ganar», manifiestan con creciente optimismo. El incentivo catalán multiplicará la presencia de la campaña en Cataluña, así como en Madrid y Andalucía, no en vano las comunidades más pobladas y los graneros tradicionales de voto, donde la movilización del votante es más eficaz y se rentabiliza más. La clave de la campaña europea será, por tanto, «aprovechar el rebufo de las catalanas para las europeas». Y con ese fin, Pedro Sánchez estará este próximo sábado en Barcelona junto al primer secretario del PSC y ganador el 12-M, Salvador Illa, y su candidata a las europeas, Teresa Ribera, en el primer gran mitin de la campaña europea.
Reconciliación y economía
Los ejes de la estrategia están ya diseñados: la reconciliación y pacificación de Cataluña, y por ende, de España y la consolidación de la recuperación económica y sus buenos datos macroeconómicos. «El discurso es potente y brutal. La consecuencia de las políticas del Gobierno es que han destrozado al independentismo», a cuyas formaciones -auguran los socialistas- «les va a ir mal en las europeas», lo cual les permitirá seguir armándose de razones. Esta es la idea fuerza del Gobierno y el PSOE desde el pasado domingo en Cataluña: la victoria inapelable del PSC es la «consecuencia de las políticas de Pedro Sánchez» y «la muerte del procés», sin paliativos. Por ello, a medida que pasan los días, tanto en Moncloa como en Ferraz están confiados en que ERC acabará absteniéndose para un gobierno en solitario de Salvador Illa, porque la implosión interna entre los republicanos está haciendo aflorar voces, como la del veterano Joan Tardè, pidiendo «no bloquear la investidura de Illa. «Empieza a bajar el suflé y se acabarán poniendo las cosas en su sitio», auguran fuentes gubernamentales con la expectativa puesta en el largo plazo.
El segundo eje de la campaña es ya la economía. Si la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, desplegaba el martes desde Moncloa el argumentario monclovita sobre los 21 millones de trabajadores afiliados a la Seguridad Social y los 10 millones de mujeres trabajando, la cabeza de lista a las elecciones al Parlamento Europeo, Teresa Ribera, este miércoles desde Sevilla ponía el centro de su intervención del acto de presentación de su candidatura en la mejora de las expectativas de crecimiento de la Comisión Europea para España. «Esta misma mañana os hemos llevado otra alegría. Ya no es sólo que tengamos 21 millones de afiliados a la Seguridad Social, diez de ellos mujeres, es que la Comisión ha confirmado esta mañana que incrementa su expectativa de crecimiento del PIB respecto a lo que tenía inicialmente calculado hasta el 3%. Seguiremos creciendo por encima de todos los países dela zona euro. Y lo hacemos reduciendo deuda. (…) Y lo hacemos generando inversión porque los demás sí confían en nosotros a pesar de que a algunos les molesta mucho, muchísimo. Siguen predicando el ‘cuanto peor mejor’, siguen buscando conspiraciones, siguen renegando de los resultados de los españoles en las urnas… Y luego dicen que son demócratas. No conocen Bruselas para defender los intereses de España sino para dar zancadillas, para su casa, para su público, y utilizando esas técnicas de información y fango a las que desgraciadamente nos tienen muy acostumbrados». Un aperitivo de lo que serán las próximas tres semanas hasta el 9 de junio.