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Política

Sánchez se enfrenta a una nueva derrota en el Congreso tras airear sus socios su «debilidad»

Síntomas de descomposición tras el «retiro espiritual» del presidente. La ley del suelo será previsiblemente derrotada

Sánchez se enfrenta a una nueva derrota en el Congreso tras airear sus socios su «debilidad»

Patxi López en el Congreso. | Agencias

El Gobierno se enfrenta este jueves a una nueva derrota parlamentaria, apenas 48 horas después de la anterior. Si el martes el PSOE se quedaba solo con la ley de abolición de la prostitución, tras quebrarse la unidad de la coalición y Sumar votara en contra, este jueves será la ley del suelo la que coseche un nuevo varapalo parlamentario para el Gobierno y la ruptura de los socios de la coalición, ya que Sumar anunció que se sumará a Podemos, ERC y Junts en su rechazo en pleno. Será la cuarta derrota parlamentaria que encaje el Ejecutivo en los diez meses de legislatura, tras el decreto del subsidio por desempleo, por el voto en contra de Podemos, y el retorno de la ley de amnistía del pleno a la comisión de Justicia, por el rechazo de Junts, ambos en el mes de enero. Cuatro meses después, y a las puertas de las elecciones europeas, la coalición afronta sus cotas máximas de debilidad, con apenas dos decretos aprobados y cuatro iniciativas rechazadas (un decreto, dos proposiciones de ley y una proposición no de ley).

Así lo pusieron en evidencia los socios de Pedro Sánchez tras su comparecencia de este miércoles, en la que Sánchez salió vivo pero no airoso. El termómetro del éxito o el fracaso, no lo ponían los grupos mayoritarios de la oposición del espectro ideológico de la derecha, sino el nutrido conglomerado de minoritarios e independentistas que conforman el sostén de la legislatura y que en esta ocasión, afeó la conducta del presidente del Gobierno, e incluso se mofó de su «debilidad». Con el retrovisor puesto en Cataluña y la conformación de los pactos postelectorales, la portavoz posconvergente, Míriam Nogueras, se mofó de su «retiro espiritual», con grandes dosis de sorna y una mueca compungida: «Quisiera empezar mi intervención preguntándole cómo estaba, después del gran disgusto que lo llevó a usted a pensar si debía continuar o no al frente del Gobierno justamente cuando empezaban las elecciones en Cataluña. Pero escuchándolo hoy tengo la sensación de que ya se le ha pasado. Personalmente, entraré a valorar si era teatro, un numerito o no. Tengo mi propia opinión y me la reservo».

Junts
Míriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso. | Agencias

Nogueras: «Transmite debilidad. Llora pero no actúa»

Pero el misterio duró poco: «Usted nos ha utilizado electoralmente», acusó Nogueras. «Lo que ha hecho usted me transmite debilidad. Llora pero no actúa. Estaremos a ver si lo que dice para usted vale para todos». La portavoz de Junts atizó a Sánchez en donde más le duele: «No ha habido lawfare hasta que no han tocado a su mujer». Pero le dio la bienvenida «a las tesis de Junts en los últimos siete años, está muy bien», aunque ahora lo relevante es «que no se quede en una estrategia electoral y se traduzca en hechos».

La sombra de sospecha sobre la reflexión del presidente sobrevoló todas las intervenciones. Pese a tratarse de una supuesta quiebra personal y familiar, todos sus aliados se atrevieron a cuestionarlo, aunque algunos de forma sutil como el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. «Tras sus cinco días de reflexión… Le reconozco que me han preguntado muchas veces si me lo creía, si no me lo creía. La respuesta es: ‘Me da igual’. La pregunta es: ‘¿Y ahora qué?’». Una línea similar a la del portavoz del PNV, Aitor Esteban, uno de los más experimentados y visionarios del Hemiciclo confesó que, tras verle «tocado» el miércoles de la sesión de control, pensó que Sánchez «iba a dimitir». Y, por ello, «no me duelen prendas en reconocer que me sorprendió esa declaración pública de suspensión de actividad. De hecho, aún le debo una cerveza a un amigo por apostar. Y lo que me llevaba a mí a sacar la conclusión de que dimitiría eran esos enigmáticos cinco días. Yo los interpreté como un tiempo necesario para alinear discretamente a su partido en una sucesión ordenada. Evidentemente, otros le deben conocer mejor o nuestras lógicas políticas son diferentes». «Sea lo que fuere», continuó Esteban, «esos cinco días tampoco sirvieron para proponer durante esos cinco días ninguna medida. Hoy no ha traído ninguna. Intuyo que no está el horno para bollos, dadas las escuetas minorías que hay en este parlamento».

El asalto al poder judicial

Sin embargo, es precisamente esa precariedad parlamentaria la que obligará al Gobierno a tomar medidas después de las elecciones europeas del 9-J. Como adelantó THE OBJECTIVE, el presidente Sánchez planea una reforma del sistema de elección de rebaja de las mayorías para la elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El mismo presidente reconoció que está en su mente, en el turno de réplica al portavoz del PNV al allanar el terreno: «Yo tengo la idea de que el PP va a continuar con el bloqueo, ojalá me equivoque. Después de las elecciones europeas tendremos que plantearnos todos los grupos parlamentarios qué hacer para devolver la normalidad a una institución tan importante como es el gobierno de los jueces».

Pero no es el único campo en el que el Gobierno se plantea medidas. Tras la apelación unánime de sus socios de actuar en el plano de los medios de comunicación, el presidente anunció que acometerá la transposición de la directiva europea sobre medios de comunicación. Lo hizo después de que todos sus aliados parlamentarios insistieran en actuar contra la prensa y contra los jueces «al servicio del PP y de Vox», en palabras de Gabriel Rufián. «En España se puede saltar de medio de comunicación fake a medio de comunicación fake sin pisar una noticia verdadera. Así que yo le propongo que en este Hemiciclo votemos a los vocales del poder judicial, rompamos el veto del PP, subamos las multas por difamación de 14.000 a 200.000 euros por mentir. No todos los medios de comunicación se pueden permitir 200.000 euros. Yo les propongo esto». La portavoz de Podemos, Ione Belarra, fue incluso más allá al citar con nombre y apellidos a determinados periodistas contra los que dirigir sus actuaciones: «Proponemos una Ley de Transparencia para revertir las mentiras que vierten Ana Rosa Quintana, Pablo Motos o Susanna Griso. Y eso incluye también al señor Antonio García Herreras. Un periodista corrupto que conspiró contra nosotras, contra usted y contra su mujer. (…) Hay que atar en corto a los periodistas corruptos. La corrupción periodística es parte del problema».  

El compromiso de Sánchez con Bildu

Sánchez no comparte las formas, pero sí asume el fondo: limitar la acción de los medios de comunicación, o al menos, señalar a los periodistas que, a su juicio, se pasen de la raya. Aunque Moncloa es consciente de que este podría ser un campo de minas, por estar bajo la lupa de la Unión Europea. La sesión de este miércoles fue un rapapolvo contenido de los socios, en la que pusieron deberes al Gobierno en una legislatura incipiente pero, en el plano legislativo, prácticamente inexistente. En la posterior sesión de control, a las seis horas de iniciarse la sesión, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, hizo su particular lista de tareas pendientes:

«Hoy es usted quien reconoce y admite que el Estado español tiene una regeneración pendiente -señaló-. Nos alegramos de ello y esperamos que sirva para abrir un nuevo tiempo. Porque debe abordarse la regeneración del poder judicial, la recuperación de las libertades usurpadas por la derecha, depurando las fuerzas de seguridad, enfrentando la manipulación mediática, y también, con el reconocimiento plurinacional de Euskadi, Cataluña y Galicia. Sin todos esos ingredientes, este Estado ni avanzará en términos democráticos ni abordará de manera eficaz la regeneración que usted defiende. Por eso, hoy volvemos a interpelarle para que estemos a la altura. La pregunta es si usted está comprometido con ello».

En su respuesta, el presidente del Gobierno pidió «esperar a que pasen las elecciones europeas, pero el Gobierno de coalición progresista por supuesto está trabajando ya en medidas para impulsar la regeneración democrática de nuestro país en distintos ámbitos. En el ámbito del ejecutivo, el ámbito judicial, el ámbito del legislativo… Podemos abordar un debate serio, riguroso, ambicioso, serio, y desde ese punto de vista, habrá que ver en qué punto podemos compartir con los grupos esa regeneración democrática. Merece la pena. Lo que puedo manifestarles es mi compromiso. Si algo he demostrado a lo largo de estos seis años de presidencia es que yo afronto los temas y no los rehúyo, los cronifico o los exacerbo».

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