Junts prevé un pinchazo en las europeas y quedarse con un solo eurodiputado
En el partido están convencidos que no podrán mantener los buenos resultados de 2019 y que fallan los candidatos
Junts per Catalunya no prevé unos buenos resultados para las elecciones al Parlamento Europeo. Dirigentes del partido asumen de puertas adentro que no podrán mantenerse como fuerza más votada en Cataluña como sucedió en los comicios comunitarios de 2019: «Hay riesgo de quedarse con un solo eurodiputado», afirman fuentes consultadas por THE OBJECTIVE. Y se movilizan para evitar que una derrota en Bruselas antes de que se conforme el nuevo Parlamento catalán les quite fuerza negociadora.
En las elecciones europeas de 2019 la candidatura de Junts consiguió ganar en Cataluña con 987.149 votos y cosechar tres diputados en la Cámara comunitaria. Esa lista la encabezaba Carles Puigdemont, y los otros dos escaños fueron para Toni Comín y Clara Ponsatí (los tres fugados de la justicia española). El PSC se quedó como segunda fuerza con 766.107 sufragios (que junto a los votos del PSOE en el resto de España obtuvieron 21 escaños). Y en tercera posición, quedó ERC (con 733.401 votos y dos escaños).
El hecho de que Puigdemont liderase aquella candidatura en un momento de mucha tensión política, en pleno juicio a los líderes independentistas ante el Tribunal Supremo le dio mucho impulso en las urnas. Se vio como un aval a su estrategia de huir a Europa en busca de «justicia». Pero la coyuntura actual, y visto los discretos resultados que el mismo candidato obtuvo el pasado 12 de mayo en las catalanas, hacen que en las filas del partido no domine el optimismo.
En las catalanas, Junts logró quedar en segunda posición con 35 escaños, pero no logró el sorpasso a los de Salvador Illa y el independentismo perdió su mayoría parlamentaria. Una situación que no ocurrió en todos los años del procés. El escenario, con todo, no es muy alentador para unas elecciones europeas donde una parte importantes del movimiento independentista ya está haciendo campaña para la abstención. Asimismo, hay un núcleo de exdirigentes del PDeCAT y el antiguo espacio de la extinta CiU que han avanzado que votarán al PNV en detrimento de Junts.
Candidatos incómodos
El cabeza de lista de Junts i Lliures per Europa, Toni Comín, tampoco genera entusiasmo en la formación. Como informó este periódico, los dos expresidentes catalanes, Jordi Pujol y Artur Mas, que se posicionaron a favor de Puigdemont en el 12-M, han mantener un perfil bajo para no hacer campaña por Comín, un perfil «izquierdista» y que consideran que no representa a los valores del espacio de la extinta Convergència.
En la misma línea, la candidata «propalestina» Neus Torbisco, que acompaña, como número dos, a Comín también genera mucha incomodidad dentro del partido. Torbisco se ha pronunciado en sus redes sociales a favor de Palestina y ha defendido que Israel sea juzgado por la Corte Penal Internacional por «crímenes de guerra». Mientras que la dirección del partido, desde Carles Puigdemont a su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, han evitado entrar en conflicto con un país con quien estrecharon lazos en el procés como un potencial socio que reconociese la independencia de Cataluña.
«Comando Puigdemont»
En el acto del pasado jueves de inicio de campaña, Comín reivindicó el trabajo que han hecho este mandato en Bruselas y ha pedido seguir luchando para llevar la voz de Cataluña a las instituciones europeas: «Somos el comando Puigdemont».
Esta falta de referencias a Junts se ha interpretado en el partido como un indicio de que Comín mantendrá una posición maximalista, mientras que Puigdemont diseñó una estrategia más moderada para el 12-M y más acorde con los planteamientos que ahora exigen desde el partido para esta fase post-procés.
Comín, en cambio, en un discurso telemático ante unas 200 personas en el barrio de Fort Pienc de Barcelona, explicó que quieren estar en Europa para construir alianzas en favor del derecho a la autodeterminación, así como para defender la «legitimidad» del proceso independentista, los intereses de los catalanes y la oficialidad del catalán, entre otros objetivos.
En el acto también participó Puigdemont, que alertó del riesgo de «españolización» de la campaña que considera que intentarán hacer el PP, el PSOE y otros grupos, frente a lo que defendió ir a votar el 9 de junio.