Ofensiva del PP sobre el Sáhara: exige a Sánchez que en 90 días abra las aduanas
El Grupo Parlamentario registra una Proposición no de Ley para que el Congreso inste al Gobierno a negociar
El Grupo Parlamentario Popular ha iniciado una ofensiva en el Congreso de los Diputados sobre el Sahara Occidental tras el cambio de posición del Gobierno de Pedro Sánchez, reconociendo la soberanía de Marruecos y modificando sin consenso la posición de España sobre esta zona. En una Proposición no de Ley registrada en la Cámara Baja, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, los populares quieren que se inste al Gobierno, entre otras cuestiones, a que inicie conversaciones con Marruecos para que en un plazo máximo de 90 días se reabran las aduanas de Melilla y Ceuta. Con ello se daría cumplimiento a «este compromiso adquirido en la última Reunión de Alto Nivel (RAM) Marruecos-España».
El PP quiere que el Gobierno «comunique al Reino de Marruecos la posición adoptada por parte del Congreso de los Diputados el 23 de mayo de 2024, relativa al Sáhara Occidental y a las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla»; así como «recuperar la posición histórica de neutralidad activa de España respecto al contencioso del Sáhara Occidental, cumpliendo con la voluntad manifestada por el Congreso de los Diputados en varias ocasiones entre 2022 y 2024».
Con esta iniciativa también tratan de obligar al Gobierno a «promover, en el seno de la Unión Europea, la adopción del estatuto de región ultraperiférica para las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla» Igualmente quieren «garantizar que los compromisos relativos a la gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental y la delimitación de los espacios marítimos, se cumplirán salvaguardando la soberanía española».
Finalmente, tratan de que el Gobierno apoye «los trabajos de la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental y de su enviado especial, Staffan de Mistura, manteniendo absoluta neutralidad en el contencioso»; y que incremente «la cooperación en los campamentos de población refugiada saharaui en la misma proporcionalidad de la cooperación con Marruecos».
Los populares alertan de que ha sido imposible un acuerdo para la celebración del referéndum y, por ello, «el contencioso del Sáhara Occidental se ha convertido en una asignatura pendiente para la comunidad internacional, especialmente para España» En este sentido, recuerda que, desde la Transición, «todos los gobiernos habían mantenido una postura de neutralidad, hasta que en 2022 el presidente del Gobierno dio un giro unilateral a esta posición histórica, rompiendo la imparcialidad y adoptando la propuesta de Marruecos como la más seria y realista, según sus palabras».
El PP afirma que «los españoles nos hemos enterado de este acontecimiento por la prensa y no por información del propio Gobierno. El 14 de marzo de 2022, la Casa Real de Marruecos hizo pública la carta firmada por el presidente del Gobierno, dirigida al Rey de Marruecos y de la que, a día de hoy, seguimos sin conocer las razones que le motivaron a firmarla» Además, apunta que «también se desconoce quién fue el redactor y quién fue el emisario, dados los numerosos errores que contiene la misma, entre otros el del propio nombre del Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que hace imposible que su redactor fuese alguien vinculado al servicio exterior de nuestro país».
El Grupo Popular sostiene que «han sido numerosas las declaraciones aprobadas por el Congreso de los Diputados que han exigido la vuelta a la posición de neutralidad en el contencioso y de facilitar un acuerdo entre las partes». Además, señalan que «este hecho se inserta dentro de una política respecto a Marruecos que sigue sin dar ningún resultado».
Los populares aluden a «las tensiones migratorias que han seguido existiendo en el Estrecho, pese a que el ministro de Asuntos Exteriores español reafirmaba constantemente que la relación entre España y Marruecos era mutuamente beneficiosa en ese sentido. En definitiva, asistimos a una serie de decisiones unilaterales, giros de posicionamiento a una cuestión clave de nuestra política exterior y oscurantismo en el más estricto sentido, respecto a lo que se supone marcaría la nueva etapa de relaciones entre España y Marruecos y que, a día de hoy, ha dejado más dudas que certeza».