Lilith Verstrynge se acerca ahora a Sumar tras abandonar Podemos entre polémicas
La exdirigente de Podemos desmitifica el pacto unitario en la izquierda en pleno debate sobre la reunificación con Sumar
La exidirigente de Podemos Lilith Verstrynge | Archivo
Lilith Verstrynge, la ex secretaria de Organización de Podemos, ha vuelto a alejarse de la formación morada y recibido aplausos de los afines a Yolanda Díaz tras la publicación de un reciente artículo de opinión en el que, entre otras cosas, desmitifica la búsqueda de unidad con los morados que alientan algunos aliados de Sumar. Verstrynge dejó Podemos en enero, tras publicar un mensaje donde anunciaba su salida del partido y del Congreso, donde los morados acababan de escindirse de Sumar y entrar en el Grupo Mixto. Este diario desveló que Verstrynge se había mudado a París, y que en el origen del choque con Podemos no se hallaba una cuestión de salud, sino una relación personal con un miembro del equipo de Díaz no tolerada por sus excompañeros. Eso y que, por decirlo con Jorge Verstrynge, padre de la exdiputada de Podemos, su alejamiento se debió a que no veía futuro en el proyecto: «No estaba malita, se fue porque no lo veía y punto».
Ahora, sin embargo, ya desde Francia, Verstrynge ha vuelto a cargar contra su expartido. El pasado 20 de junio firmó un artículo en El País, titulado Las obsesiones de la izquierda y el Nuevo Frente Popular, en el que habló del pacto de los partidos de izquierdas alcanzado en Francia y reivindicó la alianza en el Gobierno del PSOE y Sumar, algo que en Podemos se ha entendido como una crítica a su actuación presente y futura. Máxime porque la reflexión de Verstrynge llega en pleno debate sobre la posibilidad de una reunificación entre Podemos y Sumar, lo que sugiere que pone en tela de juicio tanto esa operación como la táctica de los morados con respecto al Gobierno de Sánchez y Díaz.
«La unidad no puede ser un fin en sí mismo. Porque si lo es, pierde toda su efectividad y genera lo contrario de lo que se busca: el borrado de identidades políticas, de la imprescindible divergencia y de los matices», esenciales para «apelar a un electorado mucho más amplio», escribe Verstrynge. Y añade: «No deja de ser una ironía del destino cómo la izquierda del sur de los Pirineos ha fantaseado estos últimos días con el ejemplo francés, mientras en Francia la gente cree —con buenas razones— que en España ese frente popular ya existe y está representado en la experiencia del Gobierno de coalición progresista».
Defensa del Gobierno
Verstrynge, en definitiva, llama a defender el Gobierno de Sánchez y Díaz, del que no forma parte Podemos y que los morados a menudo critican para defender su «autonomía» respecto a la actuación de Sumar. De hecho, en ese mismo artículo, Verstrynge hace un comentario que no ha pasado desapercibido en el sector de Izquierda Unida, donde han elogiado el pacto unitario de la izquierda francesa en el marco de un proceso subterráneo para negociar una reunificación con Podemos, tal y como adelantó este diario.
En su artículo, Verstrynge hace mención a que «compartimos en redes sociales sus acuerdos, su programa, su cartelería y suspiramos por aprender de su ejemplo», para añadir que «lo cierto es que la historia de los frentes populares no nació ayer, y la izquierda francesa lleva años fuera del Elíseo, con fuertes debates, figuras controvertidas, refundaciones variadas y dolorosos aprendizajes». Esa frase apela directamente a los principales dirigentes de Izquierda Unida, que después del batacazo de Sumar en las elecciones europeas del 9 de junio han exigido a Díaz y su entorno responsabilizarse de la derrota y afianzar un proceso de acercamiento a Podemos.
El artículo de Verstrynge ha sido difundido y aplaudido a lo largo de estos días sobre todo por afines a Sumar. Mientras que Podemos guarda silencio. Es más, desde el sector morado aseguran que después de su ruptura con el partido, Verstrynge ha buscado mantener sus vínculos con España y se ha acercado a los de Sumar. En el caso de su colaboración con El País, según afirman en Podemos, ha jugado un papel relevante el equipo de Yolanda Díaz, concretamente Rodrigo Amírola, uno de los guionistas del discurso de Díaz de estos últimos años, ahora en teoría alejado de la primera línea política. Ellos habrían patrocinado la inclusión de Verstrynge entre los colaboradores del rotativo.
Choque que viene de lejos
El malestar de Podemos con la familia Verstrynge no es nuevo. Cuando Jorge Verstrynge habló de las razones políticas (aunque no personales) de la salida de su hija de Podemos, en el partido morado entendieron que aquellas declaraciones, pronunciadas en plena campaña de las europeas, representaban un dardo contra la formación que ahora dirige Irene Montero. Este diario ya publicó la irritación de la dirección de Podemos cuando el profesor universitario dejó a Ione Belarra y a Montero de mentirosas al asegurar que al origen de la decisión de su hija nunca hubo problemas de salud. «Hubo dos o tres que dijeron que estaba muy malita», afirmó, para acto seguido negar esa hipótesis.
En Podemos, en definitiva, creen que Verstrynge primero rompió con la formación, generando un problema en el Congreso, puesto que su escaño pasó en manos de una representante afín a Sumar. Y después, en plena campaña electoral, dejó que se oficializara la tesis de que su alejamiento de Podemos no había sido por razones de salud, sino políticas. Finalmente, según los morados, ahora Verstrynge está transitando hacia el equipo de Sumar en un momento muy delicado, pues hay formaciones de ese espacio que plantean volver a dialogar con Podemos para una nueva unidad. Algo que dejaría a Verstrynge, a tenor de su artículo, como una de las referentes de aquellos que defienden mantener una actitud tímida a la hora de volver a abrazar la formación de Montero y Belarra.
