El portavoz de los críticos de ERC: «Hay que repetir elecciones sin lista conjunta con Junts»

Xavier Martínez Gil (Barcelona, 1965) es portavoz del Col·lectiu Primer d’Octubre, un grupo notable de militantes de ERC que lleva años denunciado los pactos de la dirección del partido con el PSOE. Su último logro fue frenar el pacto entre los socialistas y ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, después de movilizar a las bases para que fueran a votar en contra. Desde este colectivo abogan por una renovación total de la dirección, desde Marta Rovira a Oriol Junqueras, pasando por Gabriel Rufián.

En esta entrevista con THE OBJECTIVE, el portavoz del Col·lectiu Primer d’Octubre se posiciona en contra de una lista conjunta con Junts y denuncia que el partido ha ido perdiendo el peso asambleario que tenía debido a que la actual dirección ha impuesto su estrategia y línea política a las bases. Asimismo, advierte a PSOE y PP que los pactos no se configurarán en «el eje derecha-izquierda», y que el eje «predominante» continúa siendo «independencia y unionismo».

PREGUNTA.- La dirección de ERC está completamente dividida. ¿Alguien del Colectivo Primer d’Octubre ha firmado el manifiesto que pide el relevo en la cúpula?

RESPUESTA.- Algunas de las personas del colectivo firmaron este manifiesto cuando salió porque interpretaron que iba en la línea del cambio, pero no es el posicionamiento del colectivo. Tenemos nuestro propio manifiesto, que sí que pide una renovación total de las personas de la dirección, acompañado de un cambio de estrategia política. Y eso solo lo podemos pedir nosotros con toda la credibilidad, porque este otro manifiesto que salió pidiendo renovación resulta que va firmado para personas que forman parte de la actual dirección del partido. La cosa es una incongruencia. Si piden renovación, lo primero que tendrían que hacer es cesar en sus cargos para tener credibilidad.

P.- Dicen que el manifiesto es una forma encubierta de presionar a Junqueras para que se vaya, y los demás seguir.

R.- Efectivamente, se trata de una división para ver quién se queda con el 100% de la cúpula. Es una pugna en la cual nosotros como colectivo no entramos porque somos un movimiento de base y transversal que quiere la integración y devolver al partido allí donde estaba antes del 2017, cuando ERC sumaba y éramos más de los que somos ahora. Estamos por la unión del partido, por la renovación.

P.- ¿Habéis perdido mucha militancia por los pactos con el PSOE?

R.- Se han ido perdiendo militantes paulatinamente desde el 2017, su salida ha ido en consonancia con la línea de alejar la independencia del centro de las políticas de ERC. Algunos militantes históricos han informado de su baja del partido.

P.- También se han perdido votos.

R.- En las elecciones se ve con luz y taquígrafos esta bajada del apoyo que ha sufrido ERC. Desde 2017, hemos ido perdiendo casi un millón de votos.

P.- ¿ERC es realmente un partido asambleario? Lo digo porque Junqueras se perpetuó al frente del partido cambiando los estatutos y hay muy poca participación en la mayoría de consultas internas.

R.- ERC es un partido asambleario, pero ha ido perdiendo el peso de la militancia y su asamblearismo. Esta pérdida de peso coincidió con el cambio de orientación política. Nosotros participamos en los congresos del partido y en sus conferencias nacionales, donde se votan los documentos estratégicos del partido. También hemos presentado propuestas de reformas estatutarias porque hemos visto que se ha ido limitando o cambiando en los estatutos el peso de la militancia. Cada vez las decisiones están más centralizadas y hay menos debate y menos empoderamiento de la militancia.

P.- En la votación sobre un pacto con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona fue a votar más militancia de lo previsto y se frenó el acuerdo.

R.- En esa votación tenía que votar la militancia de Barcelona, y nosotros hicimos un llamamiento a votar. La convocatoria para ir a votar se hizo en un plazo muy justo, de 48 horas. O sea, que la voluntad de debate y participación era bastante pequeña por parte de los convocantes. Nosotros lo denunciamos, pedimos a la militancia votar en contra del acuerdo y se encontraron que hubo mucha más gente de lo que ellos tenían previsto que fue a votar. Los ganamos literalmente de calle, porque muchos militantes se quedaron en la calle sin poder entrar a votar. Y eso fue una victoria en sí misma. Hasta el punto que no han vuelto a convocar otra votación sobre si pactar con el PSC en el Ayuntamiento.

P.- ¿Cataluña se encara a una repetición electoral?

R.- Sí, personalmente creo que sí. Y creo que puede ser bueno para el país y para ERC. Es verdad que han salido muchas voces que dicen que si hay elecciones, ERC bajará, pero yo personalmente creo que ERC ya ha llegado a su suelo de votos. Antiguamente, el suelo eran 10 pero ahora son 20 escaños. Si nos hacen un poco de caso a la militancia y al Colectivo Primer d’Octubre, estarán en mejores condiciones de afrontar la repetición de elecciones porque habrá un cambio de estrategia, habrá un cambio de liderazgo y si se negocia bien, como parece que se ha empezado a hacer, estaremos cargados de razones para recuperar la confianza del electorado. En definitiva, creo que sí que habrá repetición electoral. Ademas, los socialistas no tienen ningún margen para aceptar un concierto económico en Cataluña

P.- ¿Una vuelta a las urnas no favorecería al PSC, por un lado, y a Aliança Catalana por el otro?

R.- Bueno, en la medida de que seamos capaces de movilizar al electorado que no ha votado -estamos hablando de casi un millón de independentistas que decidieron no votar-, pues en la medida de que se movilicen, que aumente la participación catalana, Aliança Catalana (AC) tampoco lo tendrá tan fácil. Aliança va a erosionar más al independentismo de derechas, tampoco a ERC debería preocuparle. Y por parte de los socialistas, no lo sé. Yo creo que Salvador Illa se beneficia un poco del efecto de los cinco días de Sánchez. No sé si en la repetición de elecciones se volvería a dar. Además, me parece que la figura de Illa se está desgastando cada día que pasa y más si no consigue ser investido.

P.- ¿Pero si el PSOE ofrece un pacto importante en materia de fiscalidad no habrá acuerdo con ERC?

R.- ERC tiene que poner el independentismo en en el centro de sus políticas, y cuando negociemos quién es el presidente de la comunidad autónoma, pues bueno, me parece correcto ir hacía la plena soberanía fiscal. Pero a quien le corresponde mover ficha es quien opte a la presidencia, que es o Salvador Illa o Carles Puigdemont. Son ellos los que se tienen que mover. La dirección de Esquerra esto lo está haciendo bien. Pero veo muy difícil que accedan a un concierto económico. Te venderán eso de la singularidad catalana, que en el fondo no quiere decir nada. Hablarán del consorcio tributario, que ya está previsto en el Estatuto y que quede bajo el paraguas al paraguas de la agencia estatal. Pero te lo venderán como si fuese un avance.

P.- Usted se define como socialdemócrata. ¿Por qué no un pacto con PSC y los Comunes?

R.- PSC y PP querrían que los pactos se sentasen en el eje derecha-izquierda y no es el predominante. Continúa siendo independencia y unionismo. Durante el primer tripartido, tenía sentido, después de tantos años de gobiernos y pactos de derecha. Había que cambiar la sociedad y volver a las políticas socialdemócratas, pero ahora estamos en una etapa de emergencia nacional.

P.- ¿Ve posible una lista conjunta con Junts?

R.- No es lo deseable. Yo me inclino porque hay que ir a elecciones sin una lista con Junts. Pero en el partido nay una división interna entre quienes son partidarios de ir unidos y quienes no lo quieren de ninguna de las maneras.

P.- Parece que Rovira quiere ir a elecciones y Junqueras es más partidario de pactar con el PSC.

R.- Nos movemos en el terreno de la opinión, pero Marta Rovira parece que estaría dispuesta en algún tipo de coalición y otros, como Oriol Junqueras, no lo quieren. Nosotros, como colectivo, nos situamos en el terreno de que no debe haber lista conjunta. Lo que tiene que haber, primero de todo, es una unidad estratégica con el resto de partidos independentistas. Porque aquí hablamos de Junts, pero también habría que poner en la ecuación a la CUP. Creemos que es mejor ir separados y que cada uno que explique su modelo de sociedad. Hay gente que vota Junts que nunca votaría un partido como ERC, y viceversa. Creo que se pesca más con dos barcas que con una.

P.- ¿Pero sí que es partido de investir a Puigdemont con la abstención del PSC?

R.- Sí, eso estaría bien. Pero eso es una tarea que le corresponde a Junts negociarla.

P.- ¿Cree que Puigdemont va a cumplir su promesa de volver a España?

R.- Nosotros creíamos que iba a volver el día antes de las elecciones, porque si tienes que volver, ¿qué mejor día? Así la gente te cree y activas el voto… Pero no lo hizo, con lo cual hay dudas de que lo vaya a hacer.

P.- ¿Junqueras ha traicionado a ERC con sus pactos con el PSOE?

R.- No, yo jamás me me referiría a Junqueras como traidor, ni mucho menos. Lo que nosotros hemos defendido es que la estrategia que ha llevado el partido era equivocada. Yo personalmente creo que siempre se ha hecho desde la buena fe, de forma bien intencionada, pero equivocada y que se ha demostrado fallida.

P.- ¿Cómo ve el papel de Rufián en el Congreso, en este proceso de renovación?

R.- Cubre bien un espectro social determinado, hasta ahora esto lo ha hecho bien. Pero lo que nos hemos de plantear a partir de ahora es cuál es la posición prioritaria o central del partido. Seguramente Rufián no estaría ahora en la centralidad de la nueva estrategia que debe seguir ERC.

P.- Parece que algunas voces han pedido relevarle como portavoz en el Congreso.

R.- Yo, personalmente, creo que debería irse, que ya ha cubierto una etapa. La nueva estrategia pasa por nuevas caras también. Si no, no es creíble, y por tanto, debe haber un cambio también en la persona que haga de portavoz. Soy partidario de una renovación total, sin Junqueras, Rovira o Rufián.

P.- ¿Y quién en ERC podría liderar una vuelta a las urnas?

R.- Buena pregunta. Hemos pedido que se hagan unas primarias honestas y abiertas en el partido para poderlo decidir entre todos, que no sea la dirección la que proponga un candidato.