Sabrià dimite como viceconsejero de la Generalitat tras los carteles de Maragall
«No lo hago porque sea culpable de nada», aclara también el exvicesecretario de Comunicación de ERC
El viceconsejero de Estrategia y Comunicación de la Generalitat en funciones y exvicesecretario de Comunicación de ERC, Sergi Sabrià, ha dimitido de su cargo en el Govern. La decisión llega tras la polémica por los carteles difamatorios contra el expresidente de la Generalitat Pasqual Maragall y su hermano, el exlíder de los republicanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, y la enfermedad de Alzheimer y que salieron de las filas de los propios republicanos.
«No lo hago por que sea culpable de nada», ha aclarado. Así se ha pronunciado en rueda de prensa este jueves, en la que se veía visiblemente emocionado, después de que la dirección de ERC abriese una investigación interna por el caso de estos carteles. Ha explicado que dimite porque es «la mejor aportación a un proyecto que se está resquebrajando», en alusión a ERC.
«Hoy me marcho para no servir de distracción para los temas que esta organización debe afrontar: repensarse, renovarse, adaptarse a unos nuevos tiempos que son siempre cambiantes, y poder volver a iniciar nuevo ciclo ganador», ha subrayado Sabrià, que ha añadido que su salida puede rebajar la tensión en el partido, que asegura que es lo que algunos buscan desde hace mucho tiempo.
«Yo no aprobé nunca una acción como la de los carteles del Alzheimer», ha subrayado Sabrià, que ha negado sentirse culpable por ello, tras lo que ha agradecido la presencia en la sala de Maragall, y ha explicado que informó a la dirección del partido cuando supo del caso.
A Junqueras le llegó la información
Sabrià ha detallado que no informó personalmente al exlíder de ERC, Oriol Junqueras, del caso porque no ha hablado con él desde «la noche electoral de las españolas», en alusión a las elecciones generales de 2023, pero ha añadido que le consta que le llegó la información.
Ha explicado que su prioridad ha sido ser útil a Cataluña desde ERC: «He echado una mano cuando ha habido que ayudar a quien no ha estado a la altura de la responsabilidad que le habían encargado, o quizás no tenía suficiente capacidad para hacerlo», ha detallado.
«Nueva etapa»
Ha recordado que hace un mes dijo que abandonaría la primera línea política cuando se formase un nuevo Govern, y ha defendido que tomó esa decisión «con la esperanza de que esta salida ayudase a abrir una nueva etapa». Sabrià ha sostenido que su intención era abrir una nueva etapa profesional y vital, aunque ha criticado que «ha habido quien ha querido precipitar este momento con acusaciones falsas, embarrando hasta límites insospechados un debate interno imprescindible» dentro del partido.
Ha apostado por la renovación del partido, con otros nombres y otras caras, para volver a obtener victorias, y ha señalado que la conclusión que saca de todo esto es que «desgraciadamente hay a quien no le importa ni el partido, ni la militancia, ni la ciudadanía, solo la ambición y el deseo personal de controlar una organización».
El ya exviceconsejero ha deseado que su dimisión sirva «para hacer más evidente que nunca los verdaderos intereses de todos aquellos» que asegura que le quieren fuera, aunque ha descartado dar nombres o decir si se refiere explícitamente a Junqueras, al ser preguntado por ello. «Ahora ya tienen lo que querían. Yo solo les puedo pedir una cosa desde aquí: que dejen de hacer daño a la organización», y ha asegurado que ERC siempre será un proyecto colectivo y nunca el de una sola persona.
Niega una estructura paralela
Sabrià también ha negado que haya una estructura paralela dentro del partido, pero ha añadido que hay «muchos tipos de campañas, unas con logos y otras que son muy cercanas al activismo», pero ha subrayado que todas son conocidas y financiadas con transparencia.
Ha reconocido que una de estas campañas consistió en enviar mariachis a la sede de Junts cuando estaban decidiendo sobre la salida del Govern de coalición liderado por Pere Aragonès, y ha señalado que este tipo de campañas son habituales. También ha enumerado campañas como llenar Cataluña de lemas de ‘Free Junqueras’, «inventarse ‘La Fábrica’ de Rufián», o que aparezcan usuarios de Rodalies vestidos con disfraces de sardinas dentro de los trenes para criticar la gestión de Renfe, ha detallado.
Preguntado sobre por qué hay empresas que presuntamente han hecho pagos a militantes para hacer acciones por encargo en este tipo de campañas, Sabrià ha respondido que la mayoría de las campañas tienen una «empresa colaboradora», y ha subrayado textualmente que todas las facturas están en la web de ERC y que está todo registrado.