Compromís y Más Madrid avisan a Díaz de que no permitirán una reunificación con Podemos
La cúpula de Sumar defiende que el Gobierno de coalición es la expresión de la unidad de la izquierda en España
Yolanda Díaz en el Congreso acompañada por los ministros de Sumar. | Europa Press
«La unidad de la izquierda ya existe y es el Gobierno de coalición». Este es el argumentario que la cúpula de Sumar está trasladando a nivel público para intentar frenar el debate sobre la unidad con Podemos, después del buen resultado del Frente Popular en Francia. Aunque la dirección de Sumar intenta echar balones fuera, lo cierto es que en algunos segmentos de la alianza sí se habla de la posibilidad de dialogar con Podemos, para abordar en el medio y largo plazo la cuestión. Pero en Sumar sostienen que Yolanda Díaz sabe que de llegar a un acuerdo con los morados pondría en duda su papel, y sectores como Más Madrid y Compromís ya han entregado su veto a la vicepresidenta.
La analogía que Sumar hace sobre el hecho de que en España existe un Frente Popular y que trabaja directamente desde el Consejo de Ministros es un «relato», según comentan en Podemos, que paradójicamente forjó una de sus ex dirigentes. Concretamente, la ex secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, quien habló por primera vez de la necesidad de defender al Gobierno de Sánchez y Díaz como expresión de la unidad de la izquierda.
Sobre el debate de la unidad entre Sumar y Podemos se pueden detectar algunas posiciones. Por un lado, los posibilistas de Podemos, que proponen volver a plantear acuerdos con Sumar, entendido como coalición más que como partido, pero bajo el liderazgo de los morados y con condiciones claras, como la celebración de primarias para los puestos en las listas electorales. Los posibilistas de Sumar asumen ese proceso de elección interno, aunque quieren un encaje horizontal y e igualitario. Por decirlo con el coordinador de Izquierda Unida, un pacto sin «hiperliderazgos».
Cuota de poder territorial
IU es la formación del espacio de Sumar más convencida de la necesidad de volver al diálogo con Podemos. Pero Compromís y Más Madrid se muestran muy reacias a ello. Los valencianistas y los madrileños no quieren ceder ninguna cuota de poder territorial, y entienden que volver a dialogar con Podemos significaría reducir su peso en la coalición. Además, en ambos partidos existen desavenencias personales con los miembros de la cúpula de Podemos.
El pasado lunes, los principales representantes de la formación de Díaz enfriaron la cuestión de la unidad en la izquierda para alejar dinámicas parecidas a la del Frente Popular francés. La secretaria de organización de Sumar, Lara Hernández, volvió a defender la alianza gubernamental como expresión absoluta de la idea de unidad en la izquierda. Se trata de una manera de aislar a Podemos, porque Sumar está convencido que de aquí a los próximos meses los morados se desmarcarán del Ejecutivo en algunas votaciones trascendentales.
Esperan así que Sánchez vuelva a intentar ahogar a Podemos y no fuerce a los de Díaz a un pacto que en realidad no quieren. Es llamativo porque Hernández era una de las dirigentes de IU que más apostaba por el pacto con los morados cuando Podemos se estrenó como fuerza política nacional.
Autonomismo de Podemos
Podemos, por su parte, a nivel directivo tampoco se muestra muy entusiasta de volver a dialogar con Díaz. Los morados insisten en defender un planteamiento autonomista, tanto hacia Sumar como con el PSOE. Es más, Montero y Ione Belarra están defendiendo la idea de que el PSOE ha girado hacia una «gran coalición» con el PP, de la que Sumar es una mera comparsa o muleta. Podemos se erige así en la única formación de izquierda radical y pura al margen del bloque PSOE-Sumar.
Pero lo cierto es que Podemos sabe que en el espacio de Sumar se están moviendo sectores y dirigentes (apuntan a Ramón Luque) para intentar tender puentes. Y que en algunos territorios, por ejemplo Cataluña, si se repiten las elecciones lo más probable es llegar a un pacto con los aliados de Díaz.
Así que Podemos se fija el objetivo de romper por dentro a Sumar, atrayendo aquellos sectores que plantean un diálogo sobre la unidad de la izquierda -Izquierda Unida y los Comunes-, y dejando a Sumar sin algunos de sus caballos. El divide y vencerás es una estrategia que Podemos plantea, aunque al mismo tiempo sigue soñando con ejercer de pivote de una nueva alianza. Aunque es objetivamente difícil que los otros actores acepten equilibrios parecidos a los de la época de Pablo Iglesias. Pero el debate sobre la unidad se ha abierto, afirman, y si la fragmentación parlamentaria obliga a Sánchez a adelantar los comicios, esa dinámica se acelerará.
