Montero sustrae a Díaz el apoyo de Mélenchon y abre su etapa europea con un asalto a Sumar
The Left eligió a Montero como vicepresidenta de su grupo y la propuso como presidenta de la Eurocámara
La candidata europea de Podemos, Irene Montero. | Europa Press
Irene Montero ha logrado sustraer a Yolanda Díaz el apoyo estratégico de la izquierda francesa, liderada por Jean-Luc Mélenchon. El pasado martes, la eurodiputada de Podemos perdió la votación para la presidencia del Parlamento Europeo. Logró 61 votos, frente a los 562 de la ganadora, Roberta Metsola. Pero se trataba de una derrota anunciada. Nadie creía que pudiera enfrentarse a Metsola, que tenía el respaldo de los principales grupos políticos europeos. Pero en cuanto a la operación de imagen, Podemos considera que la candidatura de Montero ha sido un «éxito absoluto». Montero demuestra tener el respaldo del grupo de la izquierda unitaria de The Left, liderada por franceses y alemanes, y ha arrancado su etapa europea con una asalto a los aliados de Sumar.
Después de pasar por el Congreso de los Diputados y el Ministerio de Igualdad, Montero ha desembarcado en Bruselas, pero su viaje será de ida y vuelta. De ello nadie duda en Podemos, y tampoco entre las familias de izquierdas aglutinadas alrededor de la coalición de Sumar. El partido de Yolanda Díaz, de cuya coordinación la vicepresidenta se acaba de descolgar, empieza a ver con preocupación la labor de Montero en Bruselas. Y también su proyección en la Eurocámara.
En su etapa europea, la dirigente de Podemos mezcla política tradicional con elementos de modernidad. Su partido, consciente del impacto creciente de las redes sociales entre los más jóvenes (en este momento, el último bastión electoral del partido), le aconseja grabar y difundir material audiovisual desde las instituciones europeas. A la vez, Montero teje alianzas con otros partidos de la izquierda europeas, sobre todo con los franceses, según deslizan las fuentes consultadas, que controlan una de las dos presidencias de The Left con Manon Aubry (la otra es del alemán Martin Schirdewan).
Resurrección europea
En el organigrama del grupo parlamentario The Left, los morados aseguran que los franceses insumisos de Mélenchon y los «nórdicos» son los que deciden a quién promover y a quién no. «Son los que mandan allí», afirman las fuentes consultadas. Y el hecho de que The Left eligiera a Montero para una vicepresidencia de su grupo, y ahora como candidata a la presidencia del Parlamento Europeo, revela el espaldarazo a Montero y Podemos como referente en España. Un «éxito absoluto» y una «rehabilitación» de su liderazgo. Y una verdadera resurrección para una dirigente que hace tan solo un año parecía al final de su carrera y que con su resultado en las últimas europeas puede volver a la primera línea, aseguran las fuentes consultadas.
No se trata de algo baladí. Cabe recordar que en el mismo grupo de The Left ejerce su papel de eurodiputada la dirigente de Sumar, Estrella Galán. Esta eurodiputada fue elegida personalmente por Díaz (sin convocar primarias internas), excluyendo de la contienda a otros perfiles, como el de María Eugenia Rodríguez Palop, que había ocupado un sillón europeo en la pasada legislatura. Galán acabó liderando una candidatura que cosechó un resultado electoral decepcionante, con tres diputados y la exclusión de los socios de Izquierda Unidas. Mientras que los otros dos diputados de la coalición de Díaz se han sumado a los Verdes. De ahí que Montero y Podemos, con tan solo dos miembros adscritos al grupo, han logrado más visibilidad.
Esta visibilidad es algo esencial para Montero. El día de la votación en la Eurocámara, por ejemplo, los afines a Podemos reivindicaron el hecho de que mientras en España la vicepresidenta veta a la exministra de Igualdad, en Europa la izquierda la elige como aspirante a la presidencia del hemiciclo. Con sus candidaturas, además, Montero lanza un mensaje a sus competidores y se propone como referente española de la izquierda europea más radical.
Ataques internos en Sumar
Montero, en definitiva, refuerza su imagen desde Bruselas, y lo hace en un momento de debilidad y confusión en Sumar. Los morados creen que el grupo parlamentario de Sumar en España está a punto de explotar, con reproches cruzados casi diarios de algunos socios. Las fuentes consultadas describen un espacio político con muchas fugas internas, algunas de ellas del núcleo duro de Díaz. Mientras que los desmentidos de los socialistas, por ejemplo, con la «derogación de la ley mordaza», debilitan su liderazgo.
El «éxito» europeo de Montero aleja, por otro lado, una posible reunificación con Sumar. Podemos, según las fuentes consultadas, no tiene de momento ninguna intención de volver a pactar con Díaz. Y menos aún con el sector errejonista, que ha ocupado la sala de máquinas de la coalición. De ahí que la etapa europea de Montero se centra en convertir la legislatura comunitaria en un trampolín para demostrar que el partido morado no ha muerto, y que puede ejercer un papel de protagonista en el espacio de la izquierda. Algo más residual, admiten las fuentes consultadas, pero todavía esencial y tal vez hegemónico entre las demás formaciones de la izquierda alternativa al PSOE.
