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Alvise admite que no controla las cuentas a las que sus seguidores envían las donaciones

El líder de SALF cedió a Madeira Invest Club la gestión de las billeteras y ahora no sabe dónde está el dinero

Alvise admite que no controla las cuentas a las que sus seguidores envían las donaciones

Luis 'Alvise' Pérez. | Ilustración: Alejandra Svriz

El líder de Se Acabó La Fiesta (SALF), Luis ‘Alvise’ Pérez, ha señalado a THE OBJECTIVE que las cuatro cuentas en criptomonedas que abrió en mayo para captar donaciones de sus seguidores no las controla y que, por tanto, los movimientos que se han producido en las últimas semanas desde esos monederos virtuales no han sido bajo su responsabilidad.

«No he transferido nada, ni esa cuenta es mía en absoluto», asegura el político antisistema a preguntas de este periódico sobre una de ellas. El activista en redes proporcionó justo al inicio de la campaña electoral una billetera electrónica en moneda ethereum que empieza por 0xe3db y acaba por A041e648. Desde el 25 de mayo hasta el 31 de mayo, ese monedero virtual recibió varios donativos de poca cuantía: 272,90 dólares en total (243,93 euros).

THE OBJECTIVE desveló este jueves el vaciado de dicha cuenta a una billetera nueva el 12 de septiembre, un día antes de que El Confidencial publicase la noticia de que Alvise Pérez estaba moviendo 100.000 euros en bitcoins a una cuenta donde había fondos de Madeira Invest Club. Tras ello, le siguieron dos transferencias a la cuenta nueva desde la entidad financiera dirigida por Álvaro Romillo en la noche del 15 de septiembre… solo unas horas antes de que la compañía anunciase en la mañana del día 16 que bloqueaba todos sus activos y cerraba su página web.

Fueron dos transferencias de tokens ERC-20, otro tipo de criptomoneda: el primero, por un importe de 73.075,61 dólares (65.319,36 euros) y el segundo, de 10.274,60 dólares (9.184,05 euros). En total, se movieron 83.622,9 dólares (74.747,17 euros al cambio actual) en tres días a una billetera de criptodivisas en vísperas del cese de operaciones del club inversor.

Esta operación de que se ingrese un dinero de SALF en una cuenta de criptodivisas para que, acto seguido, Madeira inyectase una importante suma de dinero en ella ya se utilizó con las donaciones recibidas en bitcoin en una de las cuentas de Alvise. Fue la billetera con la numeración que empezaba por bc1qzdjqr95 y concluía por 44yq7zvq. Desde el 25 de mayo hasta el 25 de julio, esa wallet de Alvise recibió un total de 6.568,22 dólares (5.871,07 euros) en pequeñas donaciones aportadas por las ardillas de la formación antisistema.

Ese día de julio todo el dinero se transfirió a otra billetera bitcoin terminada en dy7c2tugfqe3q. En esta última cuenta hubo varios movimientos a posteriori, pero destaca uno del 24 de agosto consistente en el ingreso de dos bitcoin cuyo valor fue de 113.449,57 dólares (101.408,03 euros), aunque este valor fluctúa cada día por la propia naturaleza de esta criptodivisa y su volatilidad. Este miércoles seguían sin tocarse y la cuantía ascendía a 127.772 dólares (114.210,28 euros).

Ese movimiento provino de una cartera virtual que figuraba como uno de los métodos de pago disponibles en la página web de Madeira Invest Club, lo que evidencia que estaba gestionada por la entidad dirigida por Romillo, conocido en el mundo de las criptomonedas y el blockchain con el seudónimo de Luis Cryptospain.

Alvise se desmarca de toda esta operativa financiera con sus cuentas de donativos y echa la culpa del vaciado de las mismas al dueño de Madeira. Sobre todo, después de que este último reconociese en su denuncia ante la Fiscalía General del Estado que una de sus tareas encomendadas por el líder de SALF era «crear y dirigir las wallet que (el eurodiputado) publicita en su Telegram para recaudar fondos» (ver abajo).

Romillo señala en su escrito, al que ha tenido acceso este periódico, que el activista en redes le contactó el 4 de abril por primera vez para proponerle la creación de «una billetera con QR» para que sus seguidores pudieran realizar aportaciones y «financiar de forma anónima y encriptada a ardillas que pudieran aportar documentos e información que pudiera ser empleada mediática o judicialmente contra la corrupción». Es decir, que con las donaciones que cayesen en dicho monedero virtual luego se pudiera pagar a las personas que entregasen información sensible a Alvise.

Fragmento de la denuncia presentada por el dueño de Madeira Invest Club, Álvaro Romillo.

Tres días después, el 7 de abril, el líder de SALF volvió a contactar con Romillo para que le facilitase una cuenta ‘cripto’ «donde pudieran ingresarle 10.000 euros» y pasadas 48 horas, le amplió el radio de acción. «Me indica que tiene varias necesidades», explica el dueño de Madeira en su denuncia contra Alvise. «Necesidad de tráfico y alcance, fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas, fondos para el partido y dinero para afrontar ciertas multas por revelación de secretos contra el Estado y la protección de datos», resume el empresario.

La confianza entre ambos fue a más, pues Alvise pidió días después a Luis Cryptospain que «le cree y le tutorice una wallet para la recaudación de fondos de sus seguidores y me traslada la urgente necesidad de recoger fondos, preguntándome si conozco gente que pudiera estar interesada en apoyar una comunidad como la suya». Romillo le preguntó cuánto dinero necesitaba y el líder de SALF le respondió que «entre 300.000 y 360.000 euros».

La UE prohíbe las transacciones anónimas

A finales de abril, llegó un jarro de agua fría con la decisión de la Unión Europea de prohibir las transacciones anónimas realizadas a través de billeteras de auto custodia, por lo que Alvise recurrió a Romillo. «Como voy a renunciar al 100% del sueldo público, me viene bien también eso para financiar la aventura política», le indicó en uno de los mensajes incluidos en la denuncia. El líder de SALF subrayó que «el cash es irrastreable» y eligió a su interlocutor para que le gestionase sus cuentas de donaciones. «Hecho; confío en ti como custodio», le dijo.

El propietario de Madeira le envió el 25 de mayo la identificación de las billeteras que Alvise luego publicitó en sus redes para captar fondos, pero el primero siempre tuvo el control de las mismas al tener la «frase semilla» de cada una de ellas. Es decir, el conjunto de palabras que se utiliza como una clave secreta para acceder a una billetera de criptomonedas. «Le voy informando de los ingresos. Sin embargo, él me indica que va demasiado lento y que el tiempo le come para los pagos de la campaña. Finalmente, el día 27 de mayo de 2024 le digo que puede pasarse por el Sentinel para recoger en efectivo la cantidad de 100.000 euros», relata Romillo, a lo cual Alvise le respondió: «100%. Me posibilitas una parte urgente de la campaña. Mil gracias tío».

La entrega de ese dinero en metálico al líder de SALF se produjo en las oficinas madrileñas de Sentinel BQ, una empresa del mismo dueño de Madeira que dispone de 5.000 cajas de seguridad fortificadas y que permite hacer intercambios de dinero bajo una promesa de total confidencialidad: a espaldas de Hacienda y sorteando las medidas antifraude a las que están obligadas las entidades financieras.

El propio Romillo reconoce en la propia denuncia que se prepara para un complicado horizonte judicial, al hacer hincapié a la Fiscalía General del Estado que «está dispuesto a asumir las responsabilidades tanto penales como civiles que pudieran resultar finalmente de mi actuación». Su escrito ya está en el Tribunal Supremo, donde la Fiscalía deberá decidir si investiga a Alvise por un posible delito de financiación ilegal.

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