Junts acelera su giro ideológico para evitar que Illa se coma su electorado tradicional
Uno de los aspectos que une al partido es la voluntad de frenar al PSC en su apuesta de ser un partido «atrapalotodo»
Junts per Catalunya busca consolidar en su congreso de este fin de semana su giro ideológico con el fin de recuperar la hegemonía que tenía antes del procés. Se trata rellenar de contenido las propuestas que han empezado a esbozar en la nueva hoja de ruta con la que quieren dejar atrás su flirteo con la izquierda en materia de vivienda, inmigración e impuestos. Es decir, en todos los asuntos que no tienen que ver con el proyecto separatista. Y también frenar la estrategia de Salvador Illa de comerse su electorado tradicional.
En el congreso de este fin de semana en Calella Junts aborda tres ponencias: la ponencia de estrategia, la ponencia sobre modelo de país y la ponencia organizativa. En un esfuerzo de unir las dos corrientes principales del partido, la del aparato de la antigua Convergencia y la más maximalista a favor de la independencia, han optado por presentar listas cerradas para evitar vetos cruzados y «centrarse en el programa más que en los nombres», explican fuentes del partido a THE OBJECTIVE.
El aparato convergente
En Junts siguen considerando a Carles Puigdemont su mayor activo. Aunque algunas voces «anhelan su jubilación», el sentir mayoritario dentro del partido es que los resultados del 12-M sin Puigdemont de candidato habrían sido mucho peores. «Hay un votante independentista sentimental que valora lo que él representa», añaden. Al mismo tiempo, desde la dirección confían en que el líder de Waterloo sepa amoldarse al pragmatismo, como se ha demostrado en varias ocasiones.
Puigdemont no tumbó los acuerdo de su partido con el PSC en la Diputación de Barcelona y, de momento, se está desmarcando del bloque progresista en asuntos de índole económica o de control fronterizo con los que quieren exhibir su vuelta a las esencias de centroderecha. En este sentido, Puigdemont no representa la radicalidad de algunos de los nuevos perfiles que se habían integrado en Junts en los últimos años, como Laura Borràs, Aurora Madaula y Francesc de Dalmases, y que incomodan a la vieja guardia convergente.
Unidos contra Illa
Si hay un aspecto que aúna a todo el partido es la necesidad de confrontar el «centrismo de Illa». En algunos sectores de Junts hay temor de que el PSC se consolide como fuerza hegemónica en Cataluña al representar «el orden y la moderación». La apuesta de Salvador Illa de ser un partido «atrapalotodo», capaz de sumar al centroizquierda y al centroderecha, así como una buena parte de catalanes que en su momento secundaron el procés, preocupa a la dirección de Junts.
En los debates internos, en los que también se aborda la posibilidad de dejar caer a Sánchez si no cumple sus compromisos con Cataluña, se habla además de la necesidad de ajustarse a la nueva realidad que atraviesa Cataluña y que, a su juicio, Illa ha entendido el primero.
El líder del PSC, además, está diseñando una estrategia que es diametralmente opuesta a la de Pedro Sánchez. Si el presidente del Gobierno galvaniza a su electorado yendo al choque con la derecha y ocupando el espacio de sus socios de Sumar, Illa tiene un planteamiento de tender puentes a derecha e izquierda del espectro político. Una muestra de ello fue no haber excluido ni a Vox ni Aliança Catalana en su ronda de contactos en el Palacio de la Generalitat.