Sánchez amenaza con resistir frente a las «mentiras y ataques»: «Ni un paso atrás»
El recién reelegido secretario general del PSOE ha querido desmontar las tesis de que se acerca su final
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante el 41 Congreso Federal del PSOE reunido en Sevilla este domingo. | Julio Muñoz (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha clausurado el 41 Congreso Federal del PSOE, con un discurso plagado de referencias a la sombra de corrupción sobre su Gobierno. En su proclamación como nuevo secretario general, Sánchez ha defendido que preside «un Gobierno limpio» frente a la campaña de «bulos, mentiras y desinformación» de los «odiadores profesionales». A los pocos minutos de iniciar su intervención, ha confesado: «He meditado mucho qué hacer con mi vida» y «he hablado mucho con mi familia al respecto, porque ellos también son víctimas del odio de los odiados profesionales. La decisión es que si algo toca, nos toca a todos y todas, y a mí el primero es dar un paso al frente, no un paso al lado ni un paso atrás».
Acompañado de su mujer, Begoña Gómez, investigada por la justicia por un presunto delito de tráfico de influencias, y acorralado por la justicia, por la investigación sobre su hermano David Azagra, o por la filtración de la Fiscalía General del Estado de la confesión de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, el líder del PSOE ha querido apelar al corazón de la militancia que es «el corazón de nuestro proyecto», que «siempre da la cara» y «está en los buenos momentos y en los malos momentos, cuando hay que defender la verdad frente a tanta mentira».
«Nos han acusado con bulos, campañas de desinformación y vandalizando nuestras sedes, como la del PSOE en Madrid», ha denunciado el secretario general con la intención de insuflar moral a la tropa frente al ‘asedio’ y la llamada «cacería judicial» que ha servido de hilo conductor de todas las conversaciones de este cónclave de Sevilla. Sánchez se ha erigido como víctima de la «agresión verbal y física» y ha admitido que esto «es uno de los elementos que más me remueve», motivo por el cual ha querido «trasladar todo mi cariño» a la militancia porque «han tratado de atacar la memoria de un partido intachable, que se jugó la vida por nuestro país y por la democracia».
«Frente a la ira, la templanza y la dignidad, no solo por nuestras siglas, sino por la democracia española. Si nos atacan puede parecer que es porque se sienten fuertes, y nosotros débiles. Es justo al revés. El PSOE se han convertido en una esperanza para nuestro país. Porque mejoramos la vida de la gente» y «somos fuente de fortaleza e inspiración». Y ha añadido: «Ser socialistas es estar en el lado correcto de la historia».
Sánchez ha presumido de que el Gobierno de España es «un modelo de éxito. El modelo que hemos puesto en pie hace 6 años funciona. El modelo español es un éxito, hemos sido capaces de crear un modelo de éxito (…) Esa es la razón de sus ataques, de su frustración y desesperación. No perdonaron que ganáramos la moción de censura para echar a un gobierno corrupto, no perdonaron la victoria electoral en 2019; ni por supuesto perdonaron la victoria el pasado 23 de julio. ¡Y no perdonan que gobernemos mejor que ellos! Que haya un gobierno limpio al frente del gobierno de España».
El recién elegido secretario general del PSOE, tras diez años al frente de mandato, ha querido desmontar las tesis de que se acerca su final, sacando fuerzas de flaqueza en un deslucido congreso con el fantasma de la corrupción sobrevolando la figura de algunos de los miembros de su núcleo duro, entre quienes se encuentran el secretario de Organización, Santos Cerdán, y al jefe de gabinete de la vicesecretaria general, María Jesús Montero, a quienes ratifica en sus puestos, pero sobre quienes no ha hecho ni una sola referencia en su intervención ante el plenario.
