El socio de Aldama recomendó mudarse a un «pisito normalito para cuando vengan los líos»
En un nuevo audio exclusivo, Claudio Rivas aconseja a su socio que «se cambie de casa» y que no hable con periodistas
En el mes de mayo de 2024, Claudio Rivas ya sabía que la Guardia Civil le pisaba los talones. Según su propia versión, los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) le venían siguiendo desde hacía años. Y en noviembre de 2021 confesó a uno de sus colaboradores que la UCO había entrado por primera vez en su domicilio a las 20 horas del 20 de noviembre para tomarle declaración a él y a su mujer Estela, como consta en los mensajes enviados a uno de sus socios y a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Seis meses después, el socio principal de Víctor de Aldama era plenamente consciente de que era una cuestión de tiempo su ingreso en prisión. «Nos van a detener a todos», alertó a los empresarios colaboradores de la trama de los hidrocarburos ante la investigación de la Audiencia Nacional. En una de sus últimas conversaciones, a la que ha tenido acceso este periódico, Rivas recomienda a uno de ellos a irse a «un pisito normalito para cuando vengan los líos poder decir que tu estatus social ha bajado porque ya no tienes negocios. Hay que irse a un sitio más suave».
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En este nuevo audio exclusivo, Rivas advierte a su interlocutor sobre el inmueble en el que reside un tercer empresario: «Le he dicho cien veces que se cambie de casa pero es así de… ¿Cómo va a justificar cuando la llamen donde vive? Con los negocios que hemos tenido y tal, no se puede justificar. ¿Tú me entiendes o no?». Y le explica: «Mira yo cómo me he cambiado. Yo me he ido a un pisito de tres habitaciones y estoy feliz». Como en las anteriores conversaciones, también le recomienda sobre la conveniencia de no hablar con periodistas y no acercarse ni a la residencia de Víctor de Aldama ni a su oficina, en la calle Antonio Maura de Madrid, donde eran habituales las reuniones entre los socios de la trama.
«A ti no te puede pasar nada»
«Por supuesto, que no te hagan una foto cerca de su casa, o de su oficina, ¿eh? Están haciendo las fotos cada veinte minutos, periodistas, la Policía… ¿Qué te crees, que no lo saben?», alerta Rivas. Sin embargo, en esta comunicación también tranquiliza a su socio por la investigación que se cierne sobre la empresa Have Got Time, a través de la cual se tramitó la compra del chalé de la Urbanización de La Alcaidesa en Cádiz como pago encubierto al ministro José Luis Ábalos por la concesión de la licencia de hidrocarburos a la empresa Villafuel SL. El motivo de su tranquilidad en este punto es que la mercantil había entrado en concurso de acreedores y tenía auditadas sus cuentas y movimientos. «A ti no te puede pasar nada eh? Ni a ti, ni a mí, ni a nadie. Decirle a un juez, a un fiscal y a un administrador concursal que lo que habíamos dicho, o lo que habían visto, que ellos han firmado, es mentira… ¿Me entiendes o no? Va a venir el inspector de Hacienda y va a decir: ‘No, es que me mintieron’… Sí, y lo ha firmado un fiscal, un juez y un administrador. ¡Venga ya! Vamos, no existe. Eso no existe».
En un diálogo anterior entre ambos, Rivas ata cabos sobre la investigación a la citada sociedad: «Todo esto viene porque cuando han hecho la intervención de las oficinas de Víctor, han visto documentación (…) Ha sido la documentación que le han cogido de la oficina. Es que le han desvalijado la oficina, es que le han cogido la documentación y ahí hay contratos». En ese mes de abril de 2024 apenas había pasado mes y medio desde que estallase el caso Koldo a finales de febrero. El 20 de febrero la UCO había detenido a 20 personas y efectuado 26 registros domiciliarios, entre los que se encontraba el despacho de Aldama en la calle Antonio Maura de Madrid, y en el que la Guardia Civil se incautó de un material ingente. Algunas de las pruebas recabadas por los investigadores se plasmaron en el último informe de la UCO sobre el caso Koldo el pasado mes de octubre, si bien el sumario relativo a la causa de los hidrocarburos, que instruye el juez Santiago Pedraz en la Audiencia Nacional, todavía permanece secreto.
Rivas también trasladó su inquietud por las filtraciones que tanto la UCO como el propio Aldama estaban haciendo a la prensa. Una fuga de información que, a su juicio, se estaba produciendo «desde dentro» hacia los medios de comunicación. «Aquí alguien de la UCO se lo está chivando a los periodistas. Porque la UCO no puede avanzar más. Contra nosotros la UCO no puede avanzar más. Si no, ya nos habrían llamado, ¿no?», desvelaba hace ocho meses en una conversación con otro socio. «Yo creo que hasta él [Aldama] está hablando con los periodistas… Alguien las está filtrando de dentro y tiene que ser él».
«Nos van a hacer famosos»
Los dos empresarios de la trama de los hidrocarburos se quejan del cabecilla de la trama Koldo y le reprochan haberles dejado ‘colgados’ en diferentes negocios. «La que ha montado el pollito. La que ha montado el pavo». En otro momento de la conversación, añade: «Nos va a hacer famosos». Se trata del mismo empresario con el que casi un mes después, el 10 de mayo, recibió la llamada de Claudio Rivas el día en que, según su testimonio, los agentes de la Guardia Civil se personaron en su vivienda para tomarle declaración. «Nos van a follar a todos. Olvidaos del tema, esto se acabó», alertó en los primeros audios de esa comunicación telefónica. Tras conocer que la UCO había llegado mucho más lejos de lo que él esperaba, Rivas estalló: «¡Que llevan tres años de investigación! ¿No somos conscientes todos? Villafuel se la han follado, se la han follado entera. Se han follado a mi hermana entera».
Tras el apremio y el nerviosismo de su socio, el empresario, que se sitúa en el centro de la investigación de los hidrocarburos, entró en cólera: «¡Que sí, que yo he hecho todo lo que tú quieras, que estoy hasta la polla! ¡Que a quien han detenido es a mí! Y me voy a llevar a todos por delante, no va a quedar ni uno. ¿Te ha quedado claro? ¡Ya está, se acabó la conversación!». Fue la última conversación que mantuvieron. Cinco meses después era detenido por la Guardia Civil y todavía continúa en prisión preventiva por decisión del juez, Santiago Pedraz.