Pepe Hidalgo, fundador de Globalia, ya lo avisó en 2022: «Cuidado, Aldama es un estafador»
En una cacería en la que coincidió con Claudio Rivas se lo advirtió a este tras intuir que se aprovechaba de su hijo
Septiembre de 2022. Apenas una semana antes de la pelea que mantuvieron Víctor de Aldama y su socio principal, Claudio Rivas, el empresario de la trama de los hidrocarburos acudió a una cacería en la provincia de Toledo. La novedad destacable respecto a otras monterías que habitualmente frecuentaba Rivas es que en esa ocasión coincidió allí con otro empresario, viejo conocido de su socio, que le alertó de sus prácticas cuestionables respecto a los negocios. El empresario era Juan José Hidalgo, dueño del holding Globalia Corporación Empresarial SA. Según revelan a THE OBJECTIVE fuentes cercanas, Pepe Hidalgo advirtió a Claudio Rivas sobre quien fuera consejero de Globalia durante la negociación del rescate de la aerolínea, tras el cual rompió relaciones con Aldama y apartó a su hijo, Javier Hidalgo, de sus responsabilidades ejecutivas como CEO de la compañía.
«Cuidado, Aldama es un estafador», le dijo Hidalgo a Rivas en la montería. El dueño de uno de los principales grupo turísticos españoles le soltó este comentario al socio principal de Aldama un año después de que Aldama dejara de tener relación contractual alguna con la compañía. Según fuentes cercanas, «Pepe Hidalgo no podía ver a Víctor porque pensaba que se estaba aprovechando de su hijo». Javier Hidalgo había conocido a Aldama en 2018 en la inauguración del Hotel Melody Maker en México, donde les presentó un empresario local socio del comisionista. Durante todo ese año, la relación de Javier Hidalgo y Aldama se hizo más estrecha, negociando en el Ministerio de Transportes primero para determinados asuntos en México y después para el rescate de Air Europa.
Entonces, el hijo del fundador de Globalia era el CEO del holding empresarial, y Aldama se sirvió de él para lograr varios contratos de asesoría con el holding: para recuperar los 200 millones de Venezuela, por lo que se le prometieron cinco millones de euros, y para el rescate de Air Europa. Previamente, Aldama e Hidalgo idearon, conjuntamente con el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, el hub turístico Wakalua, una colaboración entre Globalia y la organización de la ONU para el Turismo que permitió estrechar lazos con Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez. Como también adelantó este diario, la esposa del presidente de Gobierno gestionó con Globalia importar mascarillas justo antes de su rescate, precisamente a través de esta compañía. Y con posterioridad, se reunió en dos ocasiones con Hidalgo y Aldama en la sede de Globalia, justo cuando se negociaba el rescate de la aerolínea.
Rivas: «Me han hablado pestes de este tío»
Los socios de Aldama aseguran que el dueño y fundador de Globalia siempre miró con desconfianza y escepticismo al comisionista y que, durante los meses de negociación del rescate «le obligaba todos los días a ir a desayunar a su casa para que le reportara novedades». Cuando en septiembre de 2022 manifestó su opinión sobre Aldama a quien fuera su socio, su hijo, Javier Hidalgo, ya había sido apartado paulatinamente de sus responsabilidades ejecutivas en la compañía desde abril de 2021, seis meses después de la aprobación del rescate a Air Europa, y el contrato de colaboración de Aldama con Globalia ya había sido rescindido.
Los socios de Aldama consultados por THE OBJECTIVE aseguran que durante esa cacería, la afirmación de Hidalgo fue respaldada por un tercer empresario presente en la actividad cinegética, lo cual terminó por desestabilizar al propio Rivas y motivar un enfrentamiento con su socio, a quien hasta entonces y tras dos años de asociación empresarial llamaba con familiaridad «hermano». Según las fuentes consultadas por este periódico, Claudio Rivas volvió del encuentro con Hidalgo en estado de extrema inquietud, decidido a romper con Aldama: «Me han hablado pestes de este tío», les dijo a otros colaboradores suyos de la trama de los hidrocarburos. Se trata de los mismos empresarios a los que, a su vez, llamó Aldama para intentar calmar a su socio.
«Víctor nos llamó histérico y nos pidió por favor que si podíamos convencerle», explican a este diario los intermediarios de un conflicto que duró varios días. Precisamente entonces se produjo la conversación subida de tono de la que informó recientemente este periódico. La primera de las conversaciones tuvo lugar el 30 de septiembre, y en ella, Aldama amenazó a su socio con acudir a la Fiscalía por la amenaza previa de Rivas de romper su participación en varios negocios. El enfrentamiento entre ambos llegó tras la cacería de la que da cuenta este periódico, aunque Aldama no conocía que quien le había advertido a su socio era precisamente el presidente de la compañía que le había contratado como consejero de Globalia para recuperar los 200 millones que tenía la empresa retenidos en Venezuela y, posteriormente, para la negociación del rescate de Air Europa, además del padre de su amigo personal, Javier Hidalgo.
La bronca que sucedió tras la cacería
«Si quieres, ten los cojones y hablamos, pero ten los cojones (…) Si tienes a alguien que te está diciendo que te estoy engañando, ¡pónmelo delante, te lo he dicho veinte mil veces, delante!», reprochó a Aldama a Rivas en un primer audio exclusivo al que tuvo acceso THE OOBJECTIVE y en el cual le amenazó con acudir a revelarlo todo a la Fiscalía Anticorrupción. «Yo por las buenas soy muy bueno, y por las malas, igual que tú, un hijo de la gran puta (…)Vamos a ver quién ríe el último. Ya no quieres verme, vamos a ver quién ríe el último, a lo mejor nos vemos todos en Fiscalía».
El tono amenazante de las conversaciones entre ambos puso en guardia al resto de socios del entramado empresarial de los hidrocarburos. Uno de ellos, ejerciendo de mediador, escribió a Aldama instándole a rebajar la tensión: «Víctor por favor, tranquilízate porque salimos perdiendo todos». Ante el riesgo de que descarrilara todo el negocio potencial que reportaría la reciente concesión de la operadora de los hidrocarburos, este tercer empresario suplicó a Aldama: «Intenta por favor hablar con él el lunes o dile que estáis todos muy nerviosos y que lo que le han dicho es mentira y que te ponga enfrente a los que le han dicho eso».
Aldama hizo caso. A los tres días, mandó un nuevo audio a Claudio Rivas con la intención de rebajar la tensión y propiciar un acercamiento. «Si quieres que esto siga, yo estoy dispuesto, pero hay que sentarse y hablar. Sólo te pido una hora, hora y media, sin móviles, y tomar decisiones. No te pido otra cosa». Y le anticipa que no opondrá resistencia si Rivas decide acabar la colaboración empresarial. «Si tú no quieres saber nada más de mí, lo asumo y lo admito. Lo que no puedo asumir es que alguien te hable mal de mí, y tú lo que deberías hacer es, mínimo, mínimo, darme la duda de si eso es cierto o no es cierto», porque «yo contigo he sido fiel no, lo siguiente. Contigo, con Claudio Rivas, he sido fiel, fiel, siempre. Y te he apoyado en todo, y te he intentado salvar de muchas cosas, y de cosas que no sabes». Ante el temor de su socio a que la justicia hubiera descubierto el pastel de su entramado de evadir el pago del IVA en el sector de los hidrocarburos, el comisionista le alerta de la necesidad de resolver su participación mutua en determinados negocios antes de que se inicie formalmente la investigación: «Hay cosas que tenemos que hablar tú y yo y no quiero que lo sepan ni los abogados ni Fiscalía».
Era mucho lo que estaba en juego. Apenas habían pasado quince días desde que la mercantil Villafuel SL, dirigida por Rivas en colaboración con Aldama, había obtenido la licencia de operadora de hidrocarburos, después de haber sido denegada inicialmente en diciembre de 2021 por un «bloqueo en el Ministerio de Industria». De esa fecha consta precisamente el mensaje que envió Rivas a Aldama sobre el riesgo de las injerencias de Koldo García en el proceso de obtención de la licencia, cinco meses después de la la salida de José Luis Ábalos, y por ende de Koldo, del Ministerio. En él, Rivas se refería al «Jefe de Servicios de Industria» como «el puto jefe», y le atribuía a éste la directriz de que Koldo «no intervenga ni moleste más… y me ahorro los calificativos. Si no, ni de coña sale el título, hemos marcado un protocolo nuevo con el directamente».
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE revelan que tras esta conversación se produjo la reunión entre ambos en la que Rivas, «por recomendación de su hermana Marisa, acordó vender por un euro sus participaciones» en los restaurantes de Aldama, que pasó a adquirir la totalidad de la propiedad. No obstante, mantuvieron sus vínculos empresariales en el sector de los hidrocarburos a través de una decena de comercializadoras y de la operadora Villafuel SL, que «exprimieron» hasta que fue clausurada por la Agencia Tributaria en octubre de 2024, tras estallar la trama de los hidrocarburos que motivó su ingreso en prisión preventiva junto a Claudio Rivas. Como desveló THE OBJECTIVE, durante estos dos últimos años Aldama y Rivas intentaron obtener dos licencias de operadora más, a través de las mercantiles Combustibles Peninsulares SL y Saguntoil SL. Pero sin Ábalos y Koldo en el Ministerio de Transportes, su complejo entramado fraudulento se vino abajo.