Albares destituye al embajador en Corea del Sur por reunirse con Ayuso sin su permiso

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha decidido relevar al embajador español en Corea del Sur, Guillermo Kirkpatrick, tres semanas después de que este último se reuniese con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sin pedir autorización a sus superiores, según ha adelantado El Confidencial Digital y han confirmado fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.

El sustituto de Kirkpatrick en Seúl será Julio Herráiz, actual número dos en la embajada en China y que previamente fue embajador en misión especial para el Sahel, desvelan las citadas fuentes. Exteriores ya ha iniciado los trámites para solicitar el plácet a las autoridades surcoreanas, por lo que el nombramiento formal se producirá en las próximas semanas cuando se produzca la previsible luz verde de Corea del Sur y Albares lo lleve al Consejo de Ministros.

Kirkpatrick fue recibido en su despacho por Ayuso el pasado 10 de enero, justo en vísperas de la IX Conferencia de Embajadores que Albares organizó en Madrid. La citada reunión causó «sorpresa» en el equipo del ministro ya que no tenían conocimiento previo de ello, según reveló El País en aquel momento. Este encuentro se produjo tras el viaje institucional que realizó la jefa del Ejecutivo autonómico el pasado mes de noviembre al país asiático «para profundizar en sus relaciones estratégicas y oportunidades de inversión», según indicó en un comunicado.

El embajador cesado es hijo del también diplomático Guillermo Kirkpatrick Mendaro, que fue diputado del Partido Popular. Tiene una dilatada carrera diplomática, que comenzó en 1992. Su paso por el país asiático ha sido su segunda embajada tras haber sido destinado en Honduras entre 2017 y 2022.

Albares ha señalado este lunes en un desayuno informativo organizado por Europa Press que «no hay plazos máximos ni mínimos» para la estancia de un embajador en el extranjero y ha dejado claro que un jefe de misión «no se va a la calle, como en una empresa privada» cuando se le ordena volver a Madrid para trabajar como asesor suyo en la sede central del ministerio. «Lo que se intenta en todo momento es situar a la mejor persona en un país en un contexto determinado para una misión determinada», ha sintetizado.

El jefe de la diplomacia no ha querido entrar en las críticas vertidas por la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) al subrayar que «no hay ningún capricho» en los últimos ceses polémicos. Y ha recordado que es el Consejo de Ministros el que decide quién es embajador en última instancia.

«Intentamos encontrar a las mejores personas y hacemos abstracción de sus ideas políticas», ha hecho hincapié antes de mencionar de forma expresa al exministro Alfonso Dastis y al que fuera jefe de Gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, quienes están destinados en Hungría y Tanzania en la actualidad.

Eso sí, Albares ha adelantado que tiene intención de hacer «una revisión del despliegue de España en el exterior de arriba a abajo, para garantizar que el despliegue es acorde con el peso de España en el mundo y con el lugar que España tiene en el mundo».

Este cese fulminante del embajador en Seúl, donde llevaba apenas dos años y medio, se produce tras la polémica salida en enero del embajador Juan González-Barba de Croacia, después de publicar un artículo en defensa del rey Felipe VI, y el relevo del jefe de misión en Bélgica, Alberto Antón, por quedarse dormido durante su discurso del pasado 13 de enero con el que Albares inauguró el cónclave anual de embajadores.

El jefe de la diplomacia abrió aquel día el citado cónclave con una intervención en la que hizo varios anuncios y marcó las líneas generales de la política exterior de su departamento para este 2025. Un monólogo de una hora que a algunos de los 130 embajadores presentes les costó seguir con los ojos abiertos. Las imágenes distribuidas por Exteriores durante el discurso de Albares mostraron a Antón dando cabezadas en varios momentos del mismo. El posterior vídeo subido a las redes por THE OBJECTIVE corrió como la pólvora entre los diplomáticos (ver abajo)… así como el enlace de una noticia de hace una década sobre la ejecución del entonces ministro de Defensa de Corea del Norte, Hyon Yong Chol, por dormirse en un desfile frente al dictador, Kim Jong Un. Toda una premonición.