Sumar cree que el pacto del nuevo ómnibus con Junts facilitará que haya Presupuestos
Los miembros de la coalición daban por imposible el acuerdo hace unos días, pero ahora creen que se desbloqueará
Yolanda Díaz en Asturias. | Europa Press
Sumar cree que el debate presupuestario ha entrado en una fase nueva respecto a lo que percibía hace tan solo una semana. Los dirigentes y portavoces de la coalición que dirige Yolanda Díaz admitían hace unos días sus dudas de cara a la negociación de los presupuestos para este año. Cuando el 22 de enero el Gobierno sufrió un varapalo en el Congreso por el decreto ómnibus, los miembros de Sumar temieron que aquello fuera el ensayo del fracaso del diálogo para las cuentas públicas. Pero la aprobación del nuevo decreto llena de optimismo a Díaz. Para que los presupuestos salgan adelante hace falta tener el apoyo de todos los partidos de la investidura, incluyendo PNV, Junts per Catalunya y Podemos.
El Gobierno esperó una semana para mover ficha. Pedro Sánchez dijo en un primer momento no tener intención de trocear el maxi-decreto ómnibus, que incluía medidas para la dana, la revalorización de las pensiones y la cesión de un palacio del Estado para el PNV en París, entre otras. Sin embargo, finalmente sí troceó el documento, aunque parcialmente, y logró un pacto con todas las fuerzas de la investidura.
Fuentes de Sumar consideran ahora ese extremo como un elemento muy importante para desbloquear otra negociación que consideran clave para la legislatura: la presupuestaria. Los miembros de Sumar consultados por ese periódico, y otros activos en el Congreso de los diputados, admitían que el primer varapalo congresual podía frenar también el debate presupuestario. E intentaron interceder ante el presidente del Gobierno para que rebajara la tensión y se decidiera a trocear el decreto.
Así se lo comunicaron desde Sumar a sus propias bases, en una información interna a la que ha accedido este diario. Y a nivel gubernamental, los ministros de Sumar buscaron convencer a Sánchez para que se acercara todo lo posible a Junts. incluso al precio de asumir ciertas concesiones en la cuestión de confianza, que Junts sigue poniendo sobre la mesa como arma negociadora.
Punto de inflexión
Sumar no quiere un choque de trenes entre Sánchez y Carles Puigdemont porque lo considera una dinámica muy peligrosa para el futuro de la legislatura. De esa confrontación, sostienen, se podría llegar a un choque de muro contra muro que desemboque en un adelanto electoral. Y evitar ese escenario es en este momento lo más importante para Díaz y su equipo.
Su miedo es tan elevado que llegan incluso a celebrar que las encuestas ubiquen al PSOE por debajo de su resultado del 23-J (algo que ocurrió ese lunes), aunque esos mismos sondeos también revelen la debilidad de Sumar. Díaz quiere impedir que se vaya a votar a corto plazo y desconfía de algunas figuras institucionales, como el presidente del CIS, José Félix Tezanos, que podría susurrar a Sánchez su opinión favorable a un adelanto electoral a sorpresa. El CIS es, en efecto, el único centro demoscópico que insiste en dibujar una ventaja para el PSOE frente al PP, con una estimación de voto al 31,8% para los socialistas y un 29,7% para el PP.
Aun así, Sumar cree que si el Gobierno no logra aprobar los presupuestos, insistir en que se pueda seguir gobernando hasta el año 2027 es una quimera. De ahí que crean que el diálogo abierto con el nuevo ómnibus favorece un acercamiento presupuestario. Es decir, que sus esperanzas han crecido desde que Junts ha vuelto a hablar con el Ejecutivo, aunque todavía se tengan que desbloquear las contrapartidas exigidas por los de Puigdemont para seguir en la ecuación parlamentaria del Gobierno.
Verónica Martínez Barbero, portavoz parlamentaria de Sumar, así lo reconoció, en efecto, en una reciente entrevista en La Vanguardia: «Los pactos con Junts avanzan, y eso nos sitúa en un escenario excelente para los presupuestos generales», dijo la portavoz que sustituyó a Íñigo Errejón en octubre. Días antes de esta entrevista, desde Sumar empezaron a hablar de que se estaban abriendo «posibilidades» para alcanzar un acuerdo sobre las cuentas públicas. Los miembros de la coalición quieren que se centre en una «ampliación del gasto público» que sirva para legitimar el Ejecutivo en medio de muchas polémicas judiciales, y para frenar el desgaste electoral de Sumar.
