Los diplomáticos protestan a Albares tras aumentar la lista de destinos elegidos a dedo
El ministro eleva a 34 el número de puestos que puede nombrar sin consultar a la Junta de la Carrera Diplomática

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores. | Carlos Luján (Europa Press)
Los representantes diplomáticos en la Junta de la Carrera -un órgano consultivo dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores- han protestado este viernes en una reunión con el subsecretario, Xavier Martí, al conocer que José Manuel Albares ha aumentado a 34 el número de destinos en el extranjero que puede decidir a dedo en el concurso de puestos en el extranjero de este año, el llamado ‘bombo’ en el argot diplomático, según desvelan fuentes del ministerio a THE OBJECTIVE.
Martí informó a los miembros de la Junta sobre la decisión de Albares de asignar asteriscos a dos nuevos puestos: la segunda jefatura en Argelia y el cónsul general en México. Por contra, retiró el asterisco que tenía hasta ahora la segunda jefatura en Nicaragua. Ello supone elevar a 34 el número de puestos elegidos discrecionalmente por el ministro sin esperar a conocer el parecer de la Junta -mediante una terna- para decidir los nombramientos.
Los representantes de los diplomáticos lamentaron al unísono el nuevo incremento neto de puestos elegidos a dedo en el ‘bombo’ y pidieron que su protesta y disconformidad quedase reflejada en el acta. Se da la circunstancia de que el último listado oficial de clasificación de puestos data de octubre de 2022, ya con Albares de ministro, y en aquel entonces había 19 asteriscos, así que el jefe de la diplomacia ha aumentado la discrecionalidad en un 79%. Un hecho «sin parangón a la vista de los precedentes», si bien Martí replicó que en el pasado ha habido «un número aún mayor» de plazas reservadas en exclusiva al ministro.
Asimismo, el subsecretario apuntó que el segundo cónsul en La Habana podría ser reubicado en Camagüey cuando se proceda a la apertura de una oficina consular en dicha localidad del oeste de la isla. Además, el puesto de segunda jefatura en Libia, que hasta ahora tenía residencia a tiempo parcial en Túnez, es posible acabe teniendo residencia a tiempo completo en Trípoli. Una situación parecida al puesto de segunda jefatura en Sudán, que en la actualidad tiene residencia en El Cairo (Egipto), y que podría ser reubicado en la capital sudanesa si mejoran las condiciones de seguridad.
Varios diplomáticos expresaron el año pasado su malestar por el elevado número de esos destinos con asterisco y la extrañeza por la elección de algunos de los puestos, como el consulado en Los Ángeles (EEUU) con el argumento de que se buscaba a «un especialista en Silicon Valley»… cuando el centro tecnológico se ubica en la bahía de San Francisco. O la inclusión por primera vez de la segunda jefatura en la embajada ante el Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo (Francia).
Exteriores contaba hasta ahora con una lista actualizada de 33 puestos en los que no es preceptiva la propuesta de la Junta de la Carrera (ver abajo), pero no era una foto fija de vacantes porque no todas las plazas se cambian en este 2025 -13 ya se renovaron en 2024 y en 2025 serán ocho-. Además, Albares puede imponer algún asterisco más si lo estima conveniente.

Este ‘bombo’ de 2025 se espera que tenga «muy pocos puestos» en liza y, por contra, muchas candidaturas ante el clima que se respira dentro del ministerio tras los polémicos ceses de las últimas semanas, sobre todo tras la Conferencia de Embajadores que se celebró el 13 y 14 de enero en Madrid. Al «embudo» de este año se une que un buen número de diplomáticos tiene que salir al extranjero tras cuatro años destinados en servicios centrales. Así que si Albares aumenta el número de plazas con asterisco, habrá menos puestos a estudiar en la Junta de la Carrera mediante ese cauce consultivo que limita la discrecionalidad del ministro de turno.
El departamento de Albares ya registró un récord en la convocatoria interna de plazas en el extranjero para 2024: un total de 330 diplomáticos, un tercio del total en activo, pidieron ser destinados fuera de Madrid y ocupar alguno de los 123 puestos que estaban en juego en embajadas y consulados. Entre los solicitantes había una quincena de subdirectores generales, una cifra sin precedentes, subrayaron fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE en aquel entonces.
Normalmente, cada mes de febrero se suelen presentar entre 200 y 210 diplomáticos, pero el año pasado se produjo un pico con los mencionados 330 candidatos. Esa cifra tan alta fue la prueba, a juicio de las citadas fuentes, de que se había extendido el descontento entre los diplomáticos que estaban destinados en Madrid.