La denuncia de una exdiputada desata en Podemos el miedo a un 'Me Too' desde Sumar
Con el caso de agresión contra Errejón en el juzgado, Podemos cree que Sumar ha querido lanzar un aviso a navegantes

El fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero. | Europa Press
La denuncia de Lola Sánchez, una integrante del grupo de eurodiputados que Podemos envió a Bruselas después de las elecciones de 2014, amenaza con sacudir a la formación morada. La exeurodiputada ha relatado un caso de presunto acoso del fundador del partido, Juan Carlos Monedero, en el que él la «empotró contra la pared». También ha arremetido contra Pablo Iglesias, al que acusa de «infidelidades» en su relación con Tania Sánchez. La denuncia de Lola Sánchez puede convertirse en otro Me Too contra Podemos, después del caso que acabó con la carrera política de Íñigo Errejón, según temen en la formación morada, donde no excluyen la mano de la coalición de Yolanda Díaz para amedrentarle en la negociación sobre la unidad.
En una dura embestida en las redes sociales, la exparlamentaria europea acusó a Monedero de «estar salido» y describió un episodio del cierre de la campaña electoral de 2014 que la afectó personalmente. «La noche del cierre de campaña, tras el mitin en el Reina Sofía, fuimos a Lavapiés a tomar unas copas. Me empotró contra la pared para invitarme a su casa. Me despedí y me fui (donde mis amigos me daban cobijo). Pero es que más tarde hizo lo mismo a otra compa. Está salido», escribió para referirse a Monedero, de quien dice que tiene «una chica» en «cada ciudad», aunque luego habla de «feminismo».
«Lo mío no fue nada, sólo un burdo intento. Supongo que pensaba que estaría flipada por fijarse en mí, porque claro, son dioses del Olimpo Complutense y yo una mindundi de provincias», agregó, aunque aseguró que a partir de ese momento la relación entre ambos «murió». Pero Lola Sánchez también arremetió contra Iglesias, a quien califica de «ególatra» y «narcisista», y le acusa de enarbolar el discurso feminista mientras tiene actitudes machistas.
Sobres con dinero
«Yo le he visto ser infiel, con estos ojitos que tengo… Todavía no estaba contigo, pero ya sabes, las cabras siempre tiran pal’monte. Avisada quedas», lanzó en las redes sociales para referirse a Irene Montero, a quien también incluyó en el grupo de «cobardes» y «acosadores de mujeres», además de «traidores». Aunque sobre Iglesias añadió: «Psicópata no creo, porque le he visto tener sentimientos. Ególatra por un tubo: hijo único, adorado hasta el éxtasis por su madre, hasta límites insospechados, enfermizos. Eso sí lo he visto».

En su hilo, la exeurodiputada habló de un posible caso de financiación ilegal durante la época de Bruselas. Dijo que la dirección le pidió «traer sobres con dinero de las dietas a Madrid, a la sede». Y después deslizó otro caso polémico del que prefirió no dar detalles: «Me dan ganas de contar un gorda, bien gorda, que se propuso en Bruselas, por parte de uno de los eurodiputados, a lo que me negué en rotundo. Me dijeron que era una pejigueras con lo ético y lo legal. Yo fui un impedimento para que cometieran una ilegalidad asquerosa».
La cuestión de las dietas del Parlamento Europeo no es algo menor, según indican fuentes de Podemos en conversación con este diario. «No hay ningún control del dinero», señalan personas que actuaron en aquellos años dentro de la organización, que sostienen que esta es la razón por la que Irene Montero sigue de eurodiputada. Pero más allá de la cuestión pecuniaria, el hecho de que vuelvan a surgir casos polémicos sobre las actitudes de algunos de los referentes de Podemos en el ámbito de feminismo hace temer a una operación orquestada por algunos enemigos políticos con el afán de destapar otro Me Too.
Aviso a navegantes
Desde algunas terminales de Podemos han transmitido la idea de que el ataque de Lola Sánchez forma parte de una ofensiva política orquestada por Sumar para obligar a los morados a negociar a la baja en un nuevo pacto unitario. Es una estrategia que apunta a un planteamiento al estilo ojo por ojo, diente por diente después de lo ocurrido con Errejón. Aunque en el caso de Errejón muchos compañeros de partido le dejaron solo, en Sumar están convencidos de que la mano que apretó el gatillo de la polémica fue la de los morados, aunque respaldados por la periodista Cristina Fallarás, que consideran cercana a Irene Montero.
Con el caso de agresión sexual contra Errejón en los tribunales, estos sectores de Podemos creen que Sumar ha querido lanzar un aviso a los navegantes dirigido a Podemos para que no insista en esa polémica. Según fuentes consultadas en Sumar, de hecho, la denunciante Elisa Mouliaá estaría recibiendo apoyo legal (y también económico) para insistir con su denuncia. En cuanto a la posibilidad de que estalle otro Me Too también en el partido morado, dicen: «De algo así no se salva nadie».
Aunque estas mismas fuentes sostienen que no es lo mismo señalar a Iglesias que a Monedero, porque «ya no es nadie». La ventaja que, sin embargo, tendrían los morados respecto a Sumar es que controlarían el foro en las redes sociales que sirvió de multiplicador de las denuncias anónimas contra Errejón. Y aunque algunos apuntan simplemente a un «calentón» de la exeurodiputada, no niegan que las declaraciones de Lola Sánchez puedan desembocar en otras denuncias, y que esto se convierta en un problema en el proceso de unificación con la facción de Yolanda Díaz, porque una batería de denuncias podría debilitar a miembros de la actual cúpula morada y elevar el conflicto entre los dos sectores.