Sílvia Orriols: «La cesión en inmigración es una cortina de humo, Junts necesita justificarse»
La alcaldesa de Ripoll asegura que si Aliança se presenta a unas elecciones al Congreso «se marcha del partido»
Sílvia Orriols (Ripoll, 1984) es la actual alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana. En las elecciones del 12 de mayo de 2024 en Cataluña entró como diputada en el Parlament después de que su formación consiguiese dos escaños. Orriols recibe a THE OBJECTIVE en su despacho del Ayuntamiento de Ripoll. La dirigente de Aliança acapara hoy todos los focos de la actualidad catalana. Es una outsider que solo decidió involucrarse en política después de los atentados del 17 de agosto de 2017. Aquel fue su punto de inflexión, y de ahí ha abierto el debate de la inmigración. En poco tiempo se ha convertido en la principal amenaza de los nacionalistas catalanes. Cosecha aplausos por la calle, es querida en su municipio y su partido roba cuadros a sus adversarios. Actúa como una dirigente al margen de las formaciones tradicionales y recibe a este diario delante de una urna del 1-O y una librería repleta de libros en catalán. Solo hablará en catalán en la entrevista.
PREGUNTA.- Usted ha explicado que entró en política no por el procés independentista, sino por los atentados de yihadistas del 17-A
RESPUESTA.- La mayoría de vecinos estábamos realmente indignados con la gestión posterior a de los atentados que hizo el Ayuntamiento de Ripoll y un grupo nos organizamos. Supimos captar el descontento popular y esta indignación que se hacía evidente a nivel civil para esta primera irrupción en el ámbito municipal.
P.- ¿Qué es lo que os molestó exactamente de la gestión? Se puso mucho el foco en las familias de los terroristas. ¿Os sentisteis traicionados?
R.- Los partidos municipales de Ripoll, seguramente asesorados por otras administraciones de ámbito superior, estuvieron más preocupados por rendir tributo a la comunidad islámica de Ripoll que rendírselo a las auténticas víctimas de los atentados. Por ejemplo, se cedió en medio de la plaza el micrófono a una de las hermanas de los terroristas que impúdicamente nos vino a decir que el islam era una religión de paz. En conversaciones privadas telefónicas con sus familiares, llamaba mártires a los terroristas y decía que irían al cielo y no sé cuántas tonterías más. De alguna manera estaba a favor de lo que habían hecho los asesinos. En cambio, nuestro gobierno le daba alegremente un micrófono en medio de la plaza y le daba ese altavoz que en ningún caso se merecía.
P.- ¿Quién es el referente político de Sílvia Orriols?
R.- Es que soy antipolítica, no me gustan los políticos. Siempre he considerado que la política era una de las fórmulas que había encontrado lo mejor de cada casa para llegar a ser funcionario sin pasar oposiciones. De hecho, he hecho irrupción en la política por la indignación que me han generado el resto de políticos. Por tanto, referente político como tal no tengo. Referentes a nivel catalanista o independentista sí. Por ejemplo, Daniel Cardona y todo el movimiento catalanista de principios del siglo XX.
P.- Y Jordi Pujol, ¿qué opinión le merece? Los políticos del espacio nacionalista conservador suelen situarle como referente.
R.- Es alguien que a mí personalmente no me despierta ningún tipo de pasión ni de admiración. Sí que comandó el país en unos momentos difíciles e imagino que hizo lo que buenamente pudo. Sí que es verdad que hay que reconocerle su contribución al catalanismo, sobre todo en el ámbito televisivo y de los primeros medios públicos catalanes. Y seguramente se le pueden reconocer muchas cosas. Pero, por otra parte, es una persona que, dijéramos, limitó las aspiraciones nacionales de los catalanes en una época en la que fácilmente habría podido atizarlas.

P.- También se sumó al 1-O.
R.- Tenemos a toda una clase política, y no lo digo explícitamente por el señor Jordi Pujol, pero tenemos a toda una casta política que va un poco hacia donde sopla el viento. Se añaden a donde se dirige la ciudadanía. Y debería ser a la inversa. Es la clase política la que debería dirigir de algún modo los movimientos tácticos del catalanismo.
P.- Una parte de sus votantes proceden de la Convergencia de Pujol y también simpatizan con Puigdemont. ¿Cree que Puigdemont puede llevar a Cataluña a la independencia?
R.- Creo que ha demostrado que no ha sido capaz. Y todas aquellas personas que formaron parte de este proceso fallido pienso que harían bien en retirarse y dejar paso a un relevo generacional para intentar que se pueda reconducir toda la situación. No hacen ningún favor al país manteniéndose en estas posiciones a cambio de una mesada.
«Puigdemont y las personas que formaron parte del ‘procés’ harían bien en retirarse y dejar paso a un relevo generacional»
P.- Con la mesada se refiere a un salario, entiendo.
R.- Sí, evidentemente. Se aferran a un cargo y a una silla para seguir cobrando del sistema, pero para mí ya están capados políticamente y son incapaces de reconducir al país hacia otro intento de restitución del Estado catalán.
P.- Ya que hablamos de Puigdemont, ¿qué le parece la cesión de las competencias en inmigración?
R.- Es una cortina de humo. Junts necesitaba de cara a su electorado poder justificar este respaldo perpetuo hacia una formación españolista y anticatalana como es el PSOE en Madrid y necesitaba este titular para volver a ilusionar a un electorado que ha visto cómo, reiteradamente, ha incumplido todas sus promesas electorales. Independientemente de esto, incluso si esta transferencia se produce realmente, tampoco las expectativas son demasiado optimistas, porque Cataluña está gobernada por una formación política que es proinmigracionista, partidaria de regulaciones masivas, como es el PSC. Solo con un gobierno con Aliança Catalana Cataluña podría proceder a la expulsión de todos los inmigrantes que han entrado de forma irregular en nuestra casa.
P.- Hace relativamente poco hubo una agresión grave a un miembro de Aliança. El Parlament no quiso condenarlo. ¿Cree que se persiguen más algunos discursos que los actos propios de violencia?
R.- Totalmente. O sea, a nosotros se nos criminaliza por decir por el altavoz lo que dice el pueblo a pie de calle. Somos criminalizados, estigmatizados… Se nos intenta censurar, se intentan hacer leyes, incluso parlamentarias, a medida, para impedir que podamos hacer nuestros discursos en el atril del Parlamento. Y por contra, somos víctimas de auténtica violencia política.
P.- ¿Es verdad que Aliança Catalana nunca se presentará a unas elecciones al Congreso?
R.- Si Aliança Catalana se presenta a unas elecciones al Congreso español, yo me marcho del partido.
P.- La CUP inicialmente tampoco se iba a presentar y después sí lo hizo…
R.- Pero es que nosotros vamos en serio, no somos la CUP. No tenemos ningún interés en gobernar España ni en formar parte de la tarta del Congreso español. Hemos venido aquí para liberar Cataluña y garantizar que realmente nuestros hijos vivan en un estado libre, en un estado seguro, próspero y al mismo tiempo que sea capaz de preservar los valores occidentales.
P.- Si tuviera la llave de la gobernabilidad, ¿no daría apoyo a Sánchez? Muchos nacionalistas dicen que la alternativa de PP y Vox es más nocivo para el autogobierno.
R.- Nosotros no pretendemos injerirnos en el gobierno de los españoles. De la misma forma que quisiéramos que los españoles no se injirieran en nuestro gobierno. Por tanto, no formaremos parte de este absurdo de presentarnos al Congreso de los españoles y normalizar o blanquear el Estado colonial bajo el que vivimos.
«Si Aliança Catalana se presenta a unas elecciones al Congreso, yo me marcho del partido»
P.- ¿Para usted España es un Estado colonial? ¿No es un Estado democrático?
R.- No. Puede haber democracia en el sistema por el que se regulan los distintos parlamentos o congresos. Evidentemente, hay procesos electorales y eso permite la participación ciudadana, pero nuestra situación en el Estado artificial español proviene, evidentemente, de un derecho de conquista adquirido en base a una victoria militar.
P.- Pero esto no es así. Hay una Constitución, en la que también participaron los catalanes.
R.- No es cierto. La Constitución, y todo lo que fue la transición que han llamado democrática, en realidad no lo fue. Y la prueba más fehaciente es que hoy en día en España hay como jefe de Estado un monarca colocado a dedo por el propio dictador. Por tanto, se hace difícil vender realmente este proceso de transición y este régimen constitucional.

P.- No fue una ruptura, fue una transición. Pero una colonia significa que la colonia no tiene derechos frente a la metrópoli. Y Cataluña tiene todos los derechos, se puede votar libremente, se presenta en el Congreso, participa en las leyes e incluso participó en la redacción de la Constitución.
R.- Si usted busca la palabra colonia dentro de los diccionarios se dará cuenta de que es un régimen por el que hay una determinada región que es saqueada continuamente, como es nuestro caso, con ese déficit fiscal, ese saqueo fiscal continuado que sufrimos. Que no tenemos los mismos derechos lingüísticos que la metrópoli es más que evidente. Nuestra lengua no deja de recular y está completamente desprotegida, mientras que la lengua castellana es hegemónica en todo el territorio y, evidentemente, el ejército que tiene el Estado español no habla nuestra lengua. Esto ya te delimita que somos una colonia de ese Estado.
P.- Pero eso que dice es extensible a la UE. Se cede soberanía, algunos pagan más y otros reciben más. ¿También somos una colonia de la UE?
R.- La Unión Europea es un conjunto de Estados que validan su permanencia dentro de la Unión Europea. En este caso, los catalanes nunca hemos votado ser parte de España, sino que fuimos conquistados militarmente. Por tanto, no ha habido nuestro consentimiento previo para formar parte de este estado artificial.
P.- ¿Usted es europeísta o más bien euroescéptica?
R.- Soy bastante euroescéptica en este sentido y creo que la Unión Europea vulnera competencias estatales que acaban perjudicando a los ciudadanos de nuestro país.
P.- Si analiza lo que hoy día votan los catalanes, la mayoría quiere continuar formando parte de España.
R.- Hoy en día podría haber un referendo. Y los catalanes que deseamos la liberación evidentemente podríamos perderlo porque hay las cuotas demográficas que hay y eso no podemos hacerle frente. Todo el mundo, partiendo del libre pensamiento, puede opinar libremente y, por tanto, manifestar mediante el voto su opinión. Y podríamos perder ese referéndum, pero esto en ningún caso invalida el hecho de que nosotros formamos parte del Estado español en base a una derrota militar.
P.- Una derrota militar que no se produjo en el siglo XX, fue anterior. Y tampoco se hablaba en términos de independencia, sino de dinastías monárquicas enfrentadas.
R.- Nuestras constituciones fueron ilegalmente derogadas por una conquista militar.
P.- Volvamos al presente. Junts está negociando que se hable catalán en Europa. La negociación puede servir para cosas, ¿no?
R.- Vamos renegociando con el catalán y pronto se hablará catalán en la Unión Europea, se está hablando ya en Madrid, pero en los patios de nuestras escuelas y calles el catalán se está perdiendo. Por lo tanto, todo lo que hagamos fuera de forjar o restituir el antiguo Estado catalán quedará en nada, porque los datos hablan por sí solos. Y es evidente que cada vez existe un porcentaje menor de catalanohablantes. Necesitamos, es vital, restituir el Estado catalán para preservar nuestra lengua.
P.- ¿Cómo ve la ley de amnistía? Ha amnistiado a más policías que a independentistas. ¿Es un fraude?
R.- Es la enésima demostración de que con el Estado español no se puede negociar absolutamente nada, porque siempre acaba engañando y enredando a los catalanes. Y lo que sorprende es que todavía a día de hoy haya catalanes que realmente confíen en el Estado español o en la palabra del Estado español, cuando se ha demostrado reiteradamente a lo largo de la historia, que no tiene palabra.
P.- ¿Pero está en contra o a favor de la ley de amnistía?
R.- La mejor ley de amnistía era restituir al Estado catalán y ser fieles a la nueva legalidad catalana, que evidentemente habría invalidado todas las sentencias judiciales emitidas por los tribunales españoles contra el pueblo de Cataluña.
P.- Una de las críticas que le hacen es que ha roto el «consenso catalanista» de intentar integrar a los que llegan de fuera.
R.- Somos ahora mismo la única formación que realmente aboga por la asimilación e integración de los recién llegados. El resto han renunciado a ello y permiten que se lleven estas contracomunidades a la cima de Cataluña que nos están disputando el dominio a nivel demográfico, a nivel cultural e incluso inminentemente a nivel político. Por tanto, si alguna formación hoy en día en el hemiciclo catalán está abogando precisamente por la integración y asimilación de los recién llegados, somos nosotros, que realmente estamos en contra de que se huyan estas contracomunidades.
P.- ¿Son más partidarios de integrar que de expulsar?
R.- Quién ha entrado irregularmente, evidentemente ha cometido una irregularidad y debe ser expulsado. Quien venga aquí a delinquir contra los catalanes, debe ser expulsado. Ahora bien, quien viene aquí a trabajar, a comportarse, adaptarse, a formar parte de la sociedad y a contribuir positivamente, ya sea en el mercado laboral o aceptando las leyes civiles de este país, para nosotros no hay ningún problema. Quien venga aquí y realmente se adapte y quiera ser uno más de los nuestros no hay ninguna beligerancia contra él.
P.- Su entrada en el Parlament coincidió con el hecho de que el nacionalismo catalán perdió por primera vez su mayoría parlamentaria. ¿Usted fragmenta el independentismo?
R.- Esta es una lectura sesgada que se hace de los hechos, porque también se han publicado diferentes artículos que demuestran que los únicos municipios donde creció el independentismo fue en aquellos donde la Aliança Catalana irrumpió con fuerza. Por tanto, no sólo no hemos fragmentado el independentismo, sino que hemos salvado el independentismo en muchos de los municipios de Cataluña.
«El Estado nos envía aludes migratorias para diluirnos como nación»
P.- De hecho, ya que habla de esto. Los sondeos reflejan que una buena parte de sus votantes en Ripoll no se consideran independentistas.
R.- Totalmente. En Ripoll y en toda Cataluña. Simplemente porque priorizan su bienestar y el modelo de Estado que le ofrecemos antes que el eje nacional.
P.- ¿Llevan bien que les voten gente que no se considera, a día de hoy, independentista?
R.- Evidentemente, es que nosotros lo que queremos es que todo el mundo de Cataluña se dé cuenta de que, independientemente de lo que hables en casa, independientemente de las ideas políticas que tengas, en referencia a la independencia o la no independencia del país, el hecho es que nosotros estamos viviendo aquí, que nuestros hijos vivirán aquí y que, por tanto, todos deberíamos querer su mayor bienestar, su seguridad y garantizar un Estado que preservara los valores democráticos y occidentales.
P.- Su entrada en el Parlament ha hecho que los duelos entre usted e Illa copen gran parte de la atención. Y hay quien considera que esto va a perpetuar a Illa y que no haya un gobierno independentista en Cataluña durante muchos años. ¿Refuerzan lo que dicen combatir?
R.- Parece otra vez una lectura totalmente sesgada de los hechos. Porque si alguien confronta precisamente esa visión imperialista, esa visión españolista dentro del Parlament es Aliança Catalana. Me parece muy deshonesto acusarnos de fragmentar el independentismo o de beneficiar al españolismo cuando somos ahora mismo la única formación parlamentaria que confronta abiertamente este españolismo.
P.- Usted ha cumplido con la ley de banderas, y la bandera de España vuelve a ondear del Ayuntamiento. Se rige por la legalidad española sin desobedecer.
R.- Debemos ser lo suficientemente serios para mantenernos, y mantenernos dentro de las instituciones y poder aplicar los programas electorales por los que la ciudadanía nos ha votado. Lo que no vamos a hacer es dejarnos inhabilitar ni por una pancarta ni por una bandera, porque Cataluña no vive de simbologías. Cataluña necesita hechos para poder sobrevivir y, por tanto, no nos dejaremos inhabilitar esto para colocar o no colocar un trapo español en la fachada de uno u otro ayuntamiento. Evidentemente, hasta que no se cree una legalidad catalana paralela a la que podamos acogernos, no podremos desobedecer al Estado español. No tiene sentido desobedecer mientras el Estado tiene los tribunales y tiene la legalidad que les permite inhabilitar té o incluso condenado a penas de prisión.
P.- También colgó la bandera arcoiris en el Ayuntamiento con motivo del Día del Orgullo Gay.
R.- Yo nunca he sido homófoba ni tengo un discurso contra nadie. Me da igual si se es homosexual o heterosexual. Para mí todo el mundo debe cumplir con los mismos derechos y deberes. Y es evidente que es un colectivo que ha sido históricamente maltratado, perseguido y que, por tanto, merece tener un día de reivindicación. Nosotros les apoyamos en este sentido, pero no miramos la sexualidad de las personas ni tenemos ningún interés en realizar batallas a través de la sexualidad de las personas.
P.- ¿Cree que estos colectivos están en riesgo? Y si lo están, ¿por parte de quién?
R.- Creo que hace muchos años que se les está discriminando, que se les está señalando, que se les está incluso agrediendo, y que esta situación, que había logrado normalizarse bastante a estas alturas sigue empeorando y bastante frenéticamente debido a la entrada masiva de inmigración que no tiene ningún tipo de tolerancia hacia las diferentes sexualidades.
P.- Aliança Catalan es el único partido de ámbito solo catalán que ha felicitado a Trump por la victoria en las elecciones presidenciales.
R.- Sí, creo que a nivel internacional, Cataluña no puede dejar de posicionarse. Que debe intentar también buscar esta alianza internacional que algún día, ante la constitución del nuevo Estado catalán, pues evidentemente necesitaremos mantener conversaciones y mantener diálogos y pactos con otros países del ámbito internacional. Es importante mantener todos estos contactos.
P.- ¿Están más cerca de Trump o de la Unión Europea respecto al conflicto en Ucrania?
P.- Yo particularmente estoy muy centrada en el ámbito local de Ripoll y también en el catalán a nivel de Parlament de Cataluña. Y lo cierto es que el ámbito internacional lo tratan más otros compañeros de partido.
P.- En la UE sí que tienen estudiado presentarse.
R.- Sí, en el Parlamento Europeo, mientras Cataluña forme parte de la Unión Europea, pienso que debemos estar. Si alguna vez se decide por voluntad popular que no debemos estar presentes en la Unión Europea, pues evidentemente nosotros acataremos lo que diga el pueblo, pero mientras formamos parte de la UE, sí que nos vamos a presentar.
P.- ¿Usted ha quitado todas las subvenciones a los medios de Ripoll?
R.- Sí, nosotros no creemos que los ciudadanos o los impuestos de los ciudadanos tengan que ser utilizados para comprar el cuarto poder, ni para conseguir entrevistas amables, que es lo que consideramos que están haciendo el resto de políticos en todo el Principado. En consecuencia, no somos partidarios de subvencionar la prensa.
«Si fuera presidenta de la Generalitat, recortaría el presupuesto de TV3»
P.- ¿Qué haría con TV3 si usted fuera presidenta de la Generalitat?
R.- Recortaría bastante su presupuesto y fiscalizaría todo lo que acontece dentro, porque me parece que hoy en día ha quedado ampliamente demostrado que es una televisión a manos de un gobierno y no una televisión pública de Cataluña.
P.- Antes me ha hablado de la emergencia lingüística… y hablan de «salvar Cataluña». ¿De qué hay que salvarla?
R.- Viene de las múltiples amenazas que la asedian. Una, evidentemente, es mantener nuestra identidad. Conseguir mantenerla en este mundo globalizado que constantemente amenaza con diluir o minorizar nuestra lengua y nuestra cultura. Por otra parte, pues, protegernos de esta inseguridad creciente que hay en nuestras calles al abrigo de estos aludes inmigratorios sobre los que no hay ningún tipo de filtrado sobre antecedentes penales ni absolutamente sobre nada. Aquí entra todo el mundo, puede delinquir y reincidir en el delito sin que le pase absolutamente nada. Hay que proteger de los discursos fundamentalistas que residen en nuestro país y que se establecen dentro de centros de culto con el visto bueno de la Generalitat. E incluso hay políticos que se dedican a inaugurar estos centros salafistas desde los que se realizan llamadas contra Occidente. Por tanto, hay que protegerla contra estos discursos que intentan privarnos de derechos y libertades básicas. Y un poco, que es necesario proteger a la ciudadanía también de esta corrección política que nos ahoga todos juntos y que nos impide expresarnos con libertad.
P- ¿Realmente cree que el catalán está en peligro de extinción?
R.- A mí me parece que, en cien años, haber pasado el 95% de catalanohablantes a menos de 30% denota claramente que existe en proceso de extinción que si no frenamos y revertimos de alguna manera, pues evidentemente acabará con el fin de nuestra lengua, de nuestra cultura y de nuestra identidad.
P.- Es que cuando oigo estos discursos apocalípticos del catalán, o de la llegada de gente de fuera, me suena a los mismos discursos apocalípticos de la izquierda con la emergencia climática. ¿No hay margen para que el español y catalán sigan existiendo y que los inmigrantes o sus hijos los adopten como idiomas?
R.- No es apocalíptico si las cosas siguen igual y con la misma dinámica, sino que es realista. Si no hacemos nada por revertir esta tendencia, es evidente que nos encaminamos hacia nuestra desaparición como nación. Ahora bien, si somos capaces de revertir este proceso, de restituir nuestro Estado y de hacer leyes que blinden y que protejan el catalán, convirtiéndolo en la única lengua oficial del Principado, creo que evidentemente podemos salvarlo. De hecho, hay clarísimos ejemplos, como el de Israel, que ha logrado resucitar una lengua prácticamente muerta y extinguida. Por tanto, es evidente que esta situación, a pesar de ser muy dramática, es posible revertirla siempre y cuando dispongamos de las herramientas y tengamos la capacidad de hacer algo.
P.- Para la supervivencia de esta Cataluña, dice que tanto el Estado como la inmigración juega en contra. ¿Quién de los dos juega más en contra?
R.- Es que yo creo que es un único factor. Quien envía, quien tensiona a nivel migratorio Cataluña es el Estado español, que tiene una clara intencionalidad cuando nos envía estos aludes migratorios y los redirige todos hacia Cataluña a fin de diluir aún más nuestra nacionalidad y de poner fin a las aspiraciones nacionalistas de los catalanes. Es el Estado español quien incumple su propia ley de extranjería, quien permite esta entrada masiva de inmigrantes irregulares y quien aporta o transporta a estos inmigrantes irregulares hacia Cataluña, tal y como demuestran los datos.
P.- Los inmigrantes vienen a Cataluña porque hay más empleo, más oportunidades, ¿no?
R.- No, no. Yo pienso que hay una clara intención de diluir nuestra nacionalidad y de crear tensión en nuestras calles y de poner fin de algún modo a ese anhelo independentista que hace siglos que los atormenta y que no saben cómo eliminar.