El Gobierno amenaza a Vivendi para que venda su parte en Prisa a empresarios afines
Óscar López y Marc Murtra amenazan con retirar millones de publicidad si la francesa no cede su participación

Pedro Sánchez en un acto de 'El País'. | EP
El Gobierno de Pedro Sánchez ha presionado a los dueños mayoritarios de Canal+ y Dailymotion para asegurarse el control de sus acciones en Prisa. En una reunión en París, Óscar López y Marc Murtra han amenazado a Vivendi, el gigante francés del entretenimiento, para que venda sus acciones en la compañía mediática española, que controla El País y la cadena SER, según informa la prensa gala.
Una información de Le Point sitúa al ministro Óscar López en una reunión en París que habría tenido como objetivo intimidar al actual accionista de Prisa para que se retire del capital y venda sus participaciones a inversores afines al PSOE. Según el semanario francés, también estuvo en el encuentro Marc Murtra, presidente de Telefónica, a quien define como «un directivo próximo a Pedro Sánchez».
Según la misma noticia, titulada ‘El País’: la gran ofensiva de Pedro Sánchez para meter mano en el principal periódico español, la cita coincidió con la cumbre sobre la inteligencia artificial celebrada en París el pasado 12 de febrero y pasó en su momento desapercibida. Los representantes españoles dialogaron con Arnaud de Puyfontaine, consejero delegado de Vivendi, y le exigieron que vendiese la participación de su compañía en Prisa, bajo la amenaza de retirar la publicidad de Telefónica en su filial Havas si no accedía a dejar las acciones en manos de los «amigos» del Ejecutivo español.
La publicación francesa se hace eco de las exclusivas publicadas por THE OBJECTIVE y enmarca estas presiones en la lucha de poder en Prisa, donde Moncloa intenta desplazar a Joseph Oughourlian en favor de figuras aun más alineadas con sus intereses como Miguel Contreras. Asimismo, cuantifica la amenaza de boicot publicitario de Telefónica a Havas en unos 80 millones de euros.
Si el grupo francés accede a renunciar a su participación en Prisa, ello tendría implicaciones en su posición en los medios europeos y de su propio país. Más allá de perder su sitio en la propiedad de El País y la SER, una operación de estas características también le costaría el pedazo del pastel que controla en la editora de Le Monde a través de las acciones que tiene el grupo mediático español.