Nueva «cacicada» en Exteriores a favor de las mujeres en la última oposición a diplomático
El tribunal aprobó al 65% de las candidatas que llegaron a la prueba final tras una «escabechina» con los hombres

José Manuel Albares en una rueda de prensa reciente. | EP
La última oposición para convertirse en diplomático, resuelta por el Ministerio de Asuntos Exteriores el pasado 15 de julio, ha vuelto a soliviantar a un buen número de candidatos que se presentaron a ella, al quedarse muchos de ellos a las puertas de conseguir una de las 28 codiciadas plazas públicas que estaban en juego. Al final, salieron elegidas 15 mujeres y 13 hombres tras una «escabechina» en el cuarto y definitivo examen que penalizó a estos últimos. Un desenlace que varias fuentes consultadas por THE OBJECTIVE coinciden en tildar de «cacicada».
En los últimos años, con José Manuel Albares al frente de su departamento, se ha producido un vuelco a favor de las candidatas en la tercera prueba, la más subjetiva de todas, por el supuesto «sesgo de género» que ha llevado a algunos opositores a sospechar que se está favoreciendo a las aspirantes en detrimento de los hombres, para así poder justificar la «diplomacia feminista» que pregona el ministro.
En la convocatoria de este año, la vuelta de la tortilla se produjo en la última prueba, la segunda más subjetiva, a la que llegaron 54 candidatos y solo 23 mujeres. Es decir, el cuarto examen que repartió las plazas de diplomático de este 2025 únicamente lo aprobaron el 24% de los hombres, mientras dos de cada tres candidatas (el 65%) lo superaron ante la cara de incredulidad de muchos aspirantes al ver las notas. Una «desproporción enorme» a favor de ellas… cuando en las tres pruebas anteriores había ocurrido todo lo contrario.
Las citadas fuentes consideran que el tribunal de este año, presidido por el diplomático Luis Ángel Redondo, era «más profesional y experimentado» que los últimos dirigidos por su compañero Álvaro Kirkpatrick y que llevaron a denuncias sin éxito a nivel interno en varias convocatorias. Por ejemplo, Redondo se rodeó de catedráticos y personas de otros ministerios con «más bagaje» que su predecesor y ha aprobado a personas que llevaban varios años intentando sacar la oposición. «Pero algo ocurrió en la última prueba», afirma una fuente, que apunta a «presiones» del equipo de Albares al tribunal para que hubiese por cuarto año consecutivo más mujeres que hombres al final de la carrera.
El primer examen es el más objetivo de los cuatro de los que consta la oposición, al ser de tipo test. En él no influye si se es hombre o mujer, pues todos los aspirantes tienen las mismas posibilidades. Este año se presentaron 686 personas y lo aprobaron 249: un total de 162 hombres (el 65%) y 87 mujeres (el 35% restante).
El segundo examen fue el de idiomas, en el que se exigen unos amplísimos conocimientos de inglés y francés, tanto oral como escrito. Si se conoce alguna otra lengua extranjera, se pueden sumar más puntos en dicha evaluación. Solo lo superaron 128 opositores: 92 hombres (72%) y únicamente 36 mujeres (28%). Una diferencia entre sexos aún más llamativa que la de 2024, cuando pasaron 81 hombres (62%) y 50 mujeres (38%) con 28 plazas también en juego.
El tercer examen era el más subjetivo de los cuatro, pero no se produjo el vuelco de años anteriores. Cada aspirante contó con dos horas para escribir sobre el término «Sur Global» y su influencia en el multilateralismo y las relaciones internacionales (leer abajo). Un texto mucho más comprensible que el «larguísimo» enunciado de 2024 sobre «la crisis del homo sapiens» que «descolocó bastante» a varios aspirantes.

La sorpresa fue que se mantuvo una proporción similar de aprobados entre hombres y mujeres. Así, el tercer ejercicio fue aprobado por 77 aspirantes: 54 hombres y 23 mujeres. Es decir, un 70% de ellos logró llegar a la orilla de la última prueba, mientras que el porcentaje de mujeres aprobadas fue del 30%. Sin embargo, el cuarto examen dejó un resultado final con más plazas para ellas -15 en total- frente al «cabreo generalizado» de ellos, ya que solo 13 de los 54, uno de cada cuatro, consiguieron convertirse en diplomático tras la última prueba. Se da la circunstancia de que el número de aprobadas, las citadas 15 de un total de 23 en dicho ejercicio, supone que dos de cada tres mujeres convencieron a los miembros del tribunal de que se merecían uno de los 28 puestos en liza por delante de muchos otros candidatos.
Un cambio histórico con Albares
Tras la llegada de Albares al ministerio en julio de 2021, se ha producido un cambio histórico en el resultado de las oposiciones a diplomático que coincidió también con la elección de Kirkpatrick como presidente del tribunal. En 2022 hubo por primera vez en la historia de Exteriores más mujeres que hombres al final del proceso (14 vs 21 para un total de 35 plazas), pese a que se presentaron más candidatos que candidatas al inicio de los exámenes. Una proporción final del 60% de mujeres frente al 40% de hombres -ver la gráfica de abajo- que se mantuvo en 2023 casi en el mismo porcentaje (12 vs 16).

Los resultados de los dos primeros exámenes en 2024 pusieron muy difícil repetir los hitos de 2022 y 2023, pero el tercer examen desniveló la balanza a favor de las candidatas. THE OBJECTIVE tuvo acceso a varias gráficas que mostraron un presunto «sesgo de género» por parte del tribunal calificador a medida que se iban realizando las pruebas, con el fin de que saliesen más mujeres que hombres en la lista final de aprobados. Con ello, se habría vulnerado el artículo 9.1 de la resolución de la convocatoria, por el que los miembros del tribunal están obligados a velar «por el estricto cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades entre ambos sexos» en dicha oposición.
En el punto de mira de los denunciantes estuvo Kirkpatrick durante los tres años que fue presidente del citado tribunal, un hecho sin precedentes en Exteriores y cuya sucesivas reelecciones levantaron un enorme revuelo entre los que repetían para intentar entrar en este cuerpo funcionarial. Gracias a ello, el jefe del tribunal eligió a casi un centenar de diplomáticos en su etapa al frente del tribunal. Es decir, el 10 por ciento del total en activo, que siempre le estarán agradecidos y que en el futuro podrán tener gestos con él si acceden a puestos de responsabilidad dentro del ministerio. Con Redondo se esperaba un cambio, pero al final se produjo «la misma discriminación» que perjudica a los hombres en detrimento de las mujeres, a juicio de varios aspirantes consultados por este periódico.
Fuentes oficiales de Exteriores subrayan que el ministro «no interviene ni ha intervenido nunca en la selección de la oposición a la Carrera Diplomática» y que, por tanto, «hay un tribunal independiente formado por personas de distintos ámbitos académicos y profesionales, que el ministro no ha seleccionado tampoco», y que son los que deciden.
«La oposición a la Carrera Diplomática es muy selectiva, con varias pruebas y algunas de ellas completamente objetivas (tipo test). Todo lo relativo a la evaluación de los exámenes es decidido por el tribunal de forma autónoma. Además, existe el derecho a revisar su examen por parte de cualquier candidato que considere que no se le ha evaluado correctamente», se hace hincapié desde el departamento de prensa del ministro.
Exteriores incide en que «la valía de las personas seleccionadas y la actuación del ministro Albares y del tribunal «son intachables y no pueden ser cuestionadas», por lo que «exige la retirada de este artículo». Una petición que THE OBJECTIVE ha replicado a la Oficina de Información Diplomática (OID) que no atenderá.