Igualdad se lanza a monitorizar las redes para erradicar el uso de 'feminazi' o 'planchabragas'
El gabinete de Ana Redondo prepara una serie de informes contra la «misoginia digital», comenzando por ‘Charo’

La ministra de Igualdad, Ana Redondo durante la presentación de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer. | EP
El Ministerio de Igualdad ha comenzado una cruzada contra la «misoginia» en redes sociales, buscando erradicar el uso de palabras que considera peyorativas o perniciosas. El Instituto de las Mujeres ha publicado este jueves un informe contra la utilización del término «Charo», que hace referencia a mujeres progresistas que siguen solteras tras superar la treintena. Es solo el primer documento de una serie periódica que pretende neutralizar «el lenguaje sexista emergente, insultos disfrazados de humor, memes deslegitimadores y etiquetas que reproducen estereotipos patriarcales, con un enfoque para visibilizar y prevenir su impacto en mujeres públicas (como políticas o activistas)».
En este empeño por combatir la misoginia digital, los siguientes términos que se encuentran en el foco del gabinete de Ana Redondo, según se desprende de sus últimos documentos, son «feminazi» (fusión de «feminista» y «nazi», usado para equiparar el feminismo con el totalitarismo) o «planchabragas» (hombre que se deja dominar o persuadir con facilidad por su pareja). También «mangina» (derivado de «man», «hombre» en inglés, y «vagina», en referencia a los hombres que se consideran aliados feministas) y «TDS PTS» (abreviatura de «todas son putas»).
«Monitorizar las narrativas misóginas en internet es fundamental, porque hoy los entornos digitales son uno de los espacios con mayor repercusión política. Lo que ocurre en redes no se queda ahí: condiciona percepciones sociales, influye en el debate público y acaba impactando en la vida de las mujeres. Si no analizamos estas dinámicas, permitimos que discursos de odio y desprecio hacia las mujeres se normalicen y se conviertan en marcos de opinión. Por eso es imprescindible contar con herramientas que identifiquen estas narrativas y nos permitan prevenir sus efectos», ha adelantado la directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández.
El Instituto de las Mujeres, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Igualdad, se ha propuesto «monitorizar y analizar la violencia, el machismo y la discriminación presentes en la manosfera, con el objetivo de comprender y visibilizar las nuevas formas de misoginia que emergen en los entornos digitales. A través de una serie de informes, dirigidos a toda la ciudadanía y especialmente a profesionales de la información y de la educación, el Instituto de las Mujeres pretende «identificar las dinámicas de misoginia digital, visibilizar sus mecanismos y avanzar en su prevención y erradicación».
El término «Charo»
En esta campaña, Igualdad ha dedicado un informe de 20 páginas al término «Charo», el cual se ha propuesto erradicar, al entender que es «una categoría que reduce a las mujeres a una representación homogénea, degradada y situada jerárquicamente en una posición de inferioridad intelectual y social». «Este estereotipo las presenta como inútiles, ridículas o ignorantes, reforzando dinámicas sociales de desprecio hacia las mujeres», advierte el gabinete de Redondo, que ha sido muy criticado por la publicación del informe, financiado con fondos públicos.
El informe desgrana el origen del término «Charo», los espacios digitales en los que se utiliza y «las consecuencias de su creciente normalización, con especial atención al impacto que tiene en las mujeres jóvenes». El trabajo asegura que la viralización del término «dificulta que la juventud identifique referentes feministas positivos, al reforzar la idea de que la participación pública de las mujeres es objeto de burla y estigmatización».
Monitorizar redes
«Intentar desprestigiar a las feministas y al feminismo forma parte de una estrategia de silenciamiento que los movimientos antidemocráticos están impulsando a escala global y, precisamente por eso, desde las instituciones estamos obligadas a señalar y desactivar estas estrategias», ha asegurado Cristina Hernández en su presentación.
El Ministerio de Igualdad lleva tiempo preocupado por la pérdida de predicamento del discurso feminista en redes sociales, donde cada vez se encuentra más orillado. Hace unos meses publicó el informe Autopercepción de la imagen de las mujeres en los nuevos entornos digitales, en el que proponía directamente «intervenir» estos espacios para «reducir la propagación de contenidos misóginos» y «fomentar espacios feministas». El gabinete de Ana Redondo considera «necesario promocionar y financiar a quienes lo promueven (creadoras de contenidos, entidades del tercer sector, asociaciones ciudadanas…) desde las propias instituciones».
