El Senado da el visto bueno a los seis candidatos para ocupar sillón en el Tribunal de Cuentas

La Comisión de Nombramientos del Senado, que se ha reunido este miércoles para examinar a los seis candidatos acordados por el PSOE y el PP que le corresponden a la Cámara Alta para renovar el Tribunal de Cuentas, ha dado el visto bueno a los aspirantes. La votación conjunta ha salido adelante con 213 votos a favor, seis en contra y seis abstenciones.

En esta comisión han declinado participar los grupos parlamentarios del PNV y ERC-Bildu, mientras que el senador de Vox José Manuel Marín Gascón que sí ha presenciado la primera de las comparecencias, ha tomado la palabra para anunciar que su formación no iba a estar presente en esta sesión, criticando el pacto entre PSOE y PP.

Ya con este aval, los seis futuros consejeros tendrán que ser ratificados por la mayoría de tres quintos del Pleno que se celebra la semana próxima.

Los candidatos que han acudido a defender su curriculum ante los senadores han sido María del Rosario García Álvarez, magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid; Elena Hernáez Salguero, expresidenta del Tribunal Administrativo de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid; Rebeca Laliga Misó, subdirectora General del Notariado y de los Registros; Joan Mauri Majós, profesor titular en la Universidad de Barcelona; Javier Morillas Gómez, catedrático de Economía Aplicada; y Luis Antonio Ortiz de Mendivil Zorrilla, abogado del Colegio de Vizcaya.

Si bien la sesión se ha organizado con 20 minutos para cada compareciente al que se sumaban las preguntas y reflexiones de los senadores para cada candidato, finalmente las intervenciones de los grupos parlamentarios se han limitado a cuatro por cada aspirante, a excepción de la primera de ellas, en la que ha intervenido también Vox.

Ha sido en esa primera intervención cuando el senador Marín ha indicado que su formación -como ya sostuvieran en el Congreso la semana pasada– no iba a participar «de este circo» creado para «simular» un examen de candidatos. Al tiempo, ha arremetido contra PP y PSOE, «nostálgicos del bipartidismo», les ha invitado a que se quiten al careta y les ha acusado de dañar a la democracia.

Por su parte, el senador de Junts Josep Lluis Cleries ha repetido argumento en cada una de sus seis intervenciones para denunciar que el Tribunal de Cuentas es un órgano «arruinador de personas y familias» y que se destina a la «persecución política».

Se refería al proceso abierto contra excargos del Govern de la Generalitat de Cataluña, a los que se ha solicitado avales para cubrir su parte de la fianza de 5,4 millones de euros que les fue impuesta por su responsabilidad contable por el presunto uso irregular de fondos para las ‘embajadas catalanas’ y el Diplocat.

Cleries ha dicho sentir miedo de que esta renovación del Tribunal de Cuentas sólo sirva para «más de los mismo», ha lamentado que los nombramientos no se hayan realizado con mayor consenso de los grupos parlamentarios y ha indicado que no tiene claro que un solo órgano asuma tanto el expediente como el trámite y al decisión administrativa.

A estas aseveraciones ha respondido tajante la senadora del PP Ángeles Muñoz, quien ha apuntado que el problema de las familias a las que aludía Cleries «no se lo crea quien hace cumplir la legalidad» sino quien «se salta la ley».

Por lo demás, los senadores tanto de PP y PSOE han coincidido en alabar las carreras profesionales de los aspirantes y se han limitado a preguntas formales como la de qué creen que pueden aportar al Tribunal de Cuentas desde su experiencia.

Aarnaldo se cuela en la comisión

Mientras, la polémica surgida en torno a la figura del aspirante al Constitucional Enrique Arnaldo solo ha sido mencionada de pasada por el senador de Izquierda Confederal Vicenç Vidal quien ha apuntado que es inevitable que personas cualificadas «vaya en el mismo paquete de idoneidad que otros».

«Ha habido miembros que han participado o han sido procesados en casos de corrupción», ha señalado para indicar que Arnaldo constó como investigado en el caso Palma Arena -si bien la causa fue archivada para él-.

La corrupción y cómo debería tratar esa cuestión el Tribunal de Cuentas ha sobrevolado sobre la sala en varias de las intervenciones, en las que también se les ha cuestionado a los candidatos por cómo creen que el Tribunal de Cuentas puede recuperar la credibilidad.