El PP asume que Delgado seguirá al frente de la Fiscalía si Podemos no apoya su ascenso
La oposición da por hecho que Sánchez la mantendrá a pesar de la polémica y aunque sus socios voten en contra: «Ella no se va a ir sin tener esto aprobado»
Dolores Delgado ha acaparado titulares y críticas casi a partes iguales en los últimos siete días. La semana horribilis de la fiscal general del Estado ha estado marcada por su choque frontal con la fiscalía europea a cuenta de la investigación sobre el contrato de las mascarillas vinculado al hermano de Isabel Díaz Ayuso. Pero no es la única controversia que ha convertido en protagonista de la semana a la titular de la Fiscalía General del Estado (FGE). También ha sido denunciada ante la Audiencia Nacional por la mayoritaria Asociación de Fiscales (AF) por no convocar en plazo la Comisión de Ética Fiscal. Y, además, se ha situado en el centro de la polémica en el Congreso de los Diputados -con críticas incluso de los socios de Pedro Sánchez en el Gobierno- al descubrirse que el PSOE, como adelantó THE OBJECTIVE, está intentando colar en una enmienda a la Ley Concursal un ascenso encubierto para que Delgado ascienda a la máxima categoría de la carrera fiscal una vez que cese en su cargo actual.
A pesar de las controversias en las que se ha visto inmersa esta semana, y de que el Ejecutivo ya le está buscando una salida en la cúspide de la carrera fiscal para cuando deje la FGE, desde la oposición no creen que Delgado tenga intención de cesar en el cargo pronto. Fuentes del PP consultadas por este diario afirman que la tramitación de las enmiendas a la Ley Concursal se retrasarían al menos hasta mediados de julio y que el PSOE mantendrá a Delgado al frente de la FGE incluso si Podemos vota en contra de su reforma encubierta al Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. «No se va a ir sin tener esto aprobado. Ella seguirá cumpliendo su función para el Gobierno», señala el portavoz del PP en la Comisión de Justicia del Congreso, Luis Santamaría. A juicio de los populares, poco importarán el polémico choque de Delgado con la fiscalía europea o las denuncias ante los tribunales por parte de la Asociación de Fiscales.
La titular de la FGE comenzó el lunes como protagonista. Y lo terminó siendo el viernes por el mismo motivo. La Fiscalía Europea puso en conocimiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la negativa de Delgado a entregar a ese organismo la totalidad de la causa sobre el contrato del hermano de Ayuso y mantener en Anticorrupción el grueso de la investigación. Una decisión que la fiscalía de la UE consideró «un desafío» que «no se ajusta a la legislación de la Unión Europea». Además, expresó «su preocupación por el procedimiento» que condujo a esa decisión.
Del ‘desafío’ de Delgado a la ‘injerencia’
Pocas horas después de que Bruselas considerase un desafío la actuación de la FGE, la Asociación de Fiscales tachaba de «elevado grado de riesgo de injerencia del Gobierno en la Justicia» el intento del PSOE de colar por la puerta de atrás una enmienda para premiar a Dolores Delgado con una Fiscalía de Sala del Tribunal Supremo (la máxima categoría de la carrera fiscal) cuando cese en su puesto actual. La iniciativa del Grupo Socialista en el Congreso daría además a Delgado la potestad de «informar directamente» al Gobierno sobre los asuntos que considere de importancia para el propio Ejecutivo.
«Es un movimiento extraño», admitía el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique. El representante de los morados adelantaba que su formación votará en contra de esa enmienda 603 a la Ley Concursal. Además, Echenique se mostró «sorprendido» por la «defensa sin fisuras» de esta medida por parte de la ministra de Justicia, Pilar Llop, quien negó que el Ejecutivo haya confeccionado un «traje a medida» para Delgado. La titular de Justicia argumentó que el contenido de esa enmienda recogía una de las recomendaciones sugeridas por el Grupo de Estados contra la Corrupción del Consejo de Europa». Un argumento «falso», según denunciarían posteriormente el Partido Popular (PP) y Ciudadanos.
La polémica enmienda para blindar a Delgado no solo mostró las fisuras entre el PSOE y Unidas Podemos entorno a la figura de la fiscal general del Estado. Otro de los socios preferentes del Gobierno, ERC tachaba de «lamentables» las formas del PSOE y metía el dedo en la llaga de la herida abierta a cuenta de este tema entre los miembro del Gobierno de coalición. «Sorprende mucho que no lo supieran ni sus socios de Podemos», señalaba Gabriel Rufián. «Son trampas. No es la primera vez que lo hacen» añadía en referencia al PSOE, formación a la que acusaba de tener «fobia a comunicarse con los demás». ERC también adelantó que votará en contra del ascenso encubierto de Delgado cuando deje el cargo.