El exdirector de seguridad de Adif atribuye toda la responsabilidad al maquinista de Angrois
Andrés Cortabitarte asegura en el juicio por el accidente que costó la vida a 80 personas que no tenía competencias para evaluar los riesgos de la velocidad
«Si hubiese frenado cuatro segundos antes no estaríamos aquí». El exdirector de Seguridad de circulación de Adif, Andrés Cortabitarte, atribuye toda la responsabilidad del accidente de Angrois al maquinista. El antiguo jefe de la empresa pública ha declarado en el juicio este jueves, una semana después de lo previsto tras solicitar un prórroga por la agresión que sufrió. Cortabitarte ha asegurado que no tenía competencias para evaluar los riesgos de la velocidad en la infraestructura, ya que los certificados que emitía su departamento no eran los únicos necesarios para poner en marcha la línea.
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago de Compostela dirime desde la semana pasada la responsabilidad del maquinista y del entonces director de Seguridad de Adif en el siniestro del Alvia ocurrido en Angrois en julio de 2013. Les imputan 80 delitos de homicidio y 145 de lesiones por imprudencia grave. La Fiscalía solicita para cada uno de ellos cuatro años de prisión. La defensa pide la libre absolución. Por la vista, que se prolongará hasta febrero, pasarán 522 testigos y 126 peritos.
Cortabitarte lo ha hecho este jueves. Las víctimas alertaron de que la prórroga era «una estrategia para ganar tiempo» porque la declaración del maquinista le había dejado «en mal lugar». Garzón reiteró que no existía ninguna señal en la curva de Angrois, donde descarriló el tren, y que atendió la llamada del interventor por el sistema interno porque estaba obligado a hacerlo.
Los certificados de Adif
«La causa del accidente es el incumplimiento del maquinista», ha afirmado Cortabitarte al fiscal. El exresponsable de circulación en Adif ha advertido al inicio de su intervención que solo respondería sus preguntas y a las de su abogado, vetando así cualquier posibilidad de interacción con la defensa de las víctimas y del profesional al que señala. En su opinión, «es impensable» que el maquinista se pusiera a hablar por teléfono «en el punto más importante de la línea».
Cortabitarte sostiene que solo fueron cien segundos, pero que desubicó al maquinista, como él mismo reconoció la semana pasada. «Es una conversación de algo que va a ocurrir hora y media después. Eso no puede hacerlo, es que es ilegal hacerlo», ha esgrimido el declarante. Cree que Garzón iba distraído, «engañando al tren», accionando el pedal del hombre muerto, un dispositivo de seguridad que se emplea para detener el convoy en caso de que el conductor se desvanezca o se ausente de la cabina.
El exdirector de Seguridad de circulación de Adif ha echado balones fuera sobre su responsabilidad. Ha aclarado que, a pesar de su cargo, no tenía competencias para evaluar los riesgos de la velocidad. Él se encargaba, ha dicho, de valorar uno de los tres subsistemas, el de control, mando y señalización. «Quien evalúa los riesgos de velocidad es el que construye la infraestructura», ha reconocido al fiscal, que le ha interrogado durante casi dos horas.
«Las curvas no se señalizan. Hay cuadros de velocidades máximas que debe atender el maquinista en todo momento», ha reiterado Cortabitarte. En su opinión, la de Angrois no es una curva peculiar, ya que en España existen 1.800 con iguales o peores características. Además, ha especificado que existen 364 cambios significativos de velocidad (48 en alta velocidad) como ese y en los últimos 30 años «no hemos tenido ningún accidente».
Cortabitarte ha sostenido que el maquinista contaba con una licencia y dos habilitaciones, una del tren y otra de la línea. Ha recordado que, en ese momento, existían 116 profesionales habilitados en esa línea y que todos conocían el cambio de sistema de circulación en esa zona, que dejaba de ser automático (pasaba de ERTMS a ASFA). «Debían estar pendientes porque estaba próxima una estación».
«La normativa de aplicación no era colocar balizas. Ahora sí está en la ley, pero entonces, si hubiese señalizado la curva habría incumplido el reglamento». El exdirector de Seguridad de circulación de Adif ha utilizado durante su intervención explicaciones muy técnicas. Ha insistido al fiscal que el certificado que él expedía era «uno de los ocho» que debían entregarse para poner en marcha la línea. «Lo único que acredité es que se había cumplido la normativa», ha reconocido.
Tras responder al fiscal durante casi dos horas, la jueza ha concedido un pequeño receso. La tercera jornada del juicio se ha retomado poco antes del mediodía con las preguntas del abogado de Cortabitarte, que ha insistido en los sistemas que utiliza el operador ferroviario. En su opinión, que en el tramo donde ocurrió el siniestro existiera ERTMS es «irrelevante». No obstante, ha reconocido que el accidente cambió ciertas pautas de señalización.
Los abogados del maquinista y de la Plataforma de Víctimas Alvia 04155 han coincidido en acusar al exdirector de Seguridad de Adif de faltar a la verdad en su declaración como acusado. Confían en que los peritos y los testigos que intervendrán a partir del 25 de octubre desmonten sus palabras. «Es una mentira absoluta. La señalización se colocó nada más ocurrir el accidente y sin cambiar la normativa», ha afirmado Manuel Prieto, letrado del maquinista.
Informe de anomalías
El jefe de maquinistas de Renfe José Ramón Iglesias Mazaira afirmó en 2013 que año y medio antes del accidente había tramitado un informe para advertir de las anomalías en la vía. El documento aludía a que la transición del sistema ERTMS a ASFA «requería la máxima atención del maquinista». Se le trasladaba «toda la responsabilidad de la conducción» ante un cambio de velocidad de 200 kilómetros por hora a 80 sin ninguna señalización e instaba a la empresa a actuar.
Cortabitarte ha asegurado que a Adif «no llegó absolutamente nada y no tenía por qué llegar». La plataforma de víctimas del Alvia ha divulgado un comunicado en el que le consideran «más responsable» que el maquinista en el accidente. Aseguran que coinciden con la Fiscalía en que el descarrilamiento no habría ocurrido si el exdirectivo hubiese evaluado el riesgo en Angrois.