La Audiencia decide si extradita a una brasileña que extorsionó a mujeres para prostituirse
La reclamada fue condena en Brasil a cinco años y cuatro meses de prisión en 2015. La Fiscalía considera procedente su entrega
Una prostituta sube a un coche. | Albertari (Zuma Press)
Magnolia Consaga se niega a volver a Brasil. En su país natal fue condenada a cinco años y cuatro meses de prisión en 2015 por un delito de extorsión. La sentencia, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, indica que engañaba a mujeres para viajar a España. Una vez aquí las obligaba a prostituirse para resarcir la deuda que habían contraído por ayudarles en su aventura. La Audiencia Nacional decidirá este martes si acepta su entrega, tal y como solicitan las autoridades brasileñas. La Fiscalía ha dado el visto bueno.
Consaga fue condenada junto a otra persona en Brasil por tratar de «engañar a mujeres» en el Estado de Gran Río del Norte, al noreste del país. Les ofrecía asistencia para viajar a España, donde eran explotadas sexualmente en diferentes clubs de alterne. Al llegar a su nueva residencia, las víctimas eran sorprendidas con la información de que habían contraído una gran deuda que debían reparar.
Para hacerlo debían trabajar, aunque por muy duro que lo hicieran nunca conseguían paliar el déficit. La suma económica que adeudaban incluía los billetes de avión y todos los gastos de mantenimiento. Las mujeres quedaban totalmente privadas de libertad, ya que se les prohibía salir de los clubs hasta que pagaran todas las deudas que habían contraído.
Regreso a Brasil
La organización reclutó al menos a tres mujeres. Dos de ellas consiguieron recaudar una importante cantidad, 5.620 reales brasileños (920 euros), que abonaron para que una de ellas pudiera regresar a Brasil y librarse de la explotación a la que estaba siendo sometida. La mujer denunció los hechos cuando volvió a su país, donde Consaga fue condenada en 2015 por un delito de extorsión a cinco años y cuatro meses de prisión.
La procesada fue detenida en enero del año pasado en Renado de Piélagos (Cantabria), en virtud a una orden internacional de detención expedida por las autoridades brasileñas. Dos meses más tarde, la embajada de su país en Madrid demandó su entrega, que fue aprobada en abril por el Consejo de Ministros conforme al tratado de extradición que mantienen ambos países desde 1990.
La Fiscalía sostiene que los actos cometidos por Consaga constituyen un delito de extorsión tanto en el Código Penal brasileño como en el español, por lo que «concurre la doble incriminación normativa». Como el delito no ha prescrito, considera procedente extraditar a la acusada para que cumpla la pena de cárcel en su país. Lo decidirá este martes un juez de la Audiencia Nacional, ya que ella se ha negado.
Consaga ya se enfrentó a los tribunales en España por delitos de detención ilegal, contra los derechos de los trabajadores y de los ciudadanos extranjeros, pero fue absuelta de todos ellos por la Audiencia Provincial de Cantabria en diciembre de 2011.
En la sentencia contra la reclamada que han remitido las autoridades brasileñas consta que no se le pueda aplicar la norma nacional respecto a los delitos de tráfico internacional de personas, ya que fue absuelta en España y sería vulnerar el principio de non bis in ídem, por el que una misma persona no puede ser sancionada en dos ocasiones por el mismo hecho punible.
La Audiencia Nacional también tratará este martes la extradición de Ado Alagic. Está solicitado por las autoridades de Bosnia por un presunto delito de crímenes de guerra. El reclamado también se niega a ser entregado. En este caso cuenta con el beneplácito de la Fiscalía, que considera que el delito que se le imputa, intento de asesinato, ha prescrito, ya que los hechos se produjeron en 1993. En esa época, plena guerra de Bosnia, Alagic formaba parte de la Brigada Knez Domagoj y ejercía funciones de guardia en un campo de concentración.
